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JIENNENSES CON MUCHO MÉRITO (II)

JIENNENSES CON MUCHO MÉRITO (II)

Por Javier Cano - Diciembre 23, 2023
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Segunda entrega de la amplísima lista de condecorados jiennenses que han recibido, a lo largo de sus trayectorias, algunas de las más importantes distinciones civiles que concede España

Si en la primera parte de este reportaje quedó claro que Jaén brilla con luz propia en el mapa de las condecoraciones civiles españolas, esta segunda entrega no hace sino certificar la presencia de nombres propios de aquí en la selecta nómina de personas distinguidas gracias a la excelencia en su trabajo, su compromiso con la sociedad o sus méritos profesionales. 

Siguiendo un orden oficioso, una de las más preciadas es la Orden del Mérito Constitucional, "una condecoración nacional de carácter civil que se concede "en premio de aquellas personas que hayan realizado actividades relevantes al servicio de la Constitución y de los valores y principios en ella establecidos", especifica el BOE de 1988 donde se da cuenta de su creación. 

Dependiente del Ministerio de la Presidencia, esta distinción tiene carácter personal e instranferible, y quienes la reciben son considerados (y así se les debe tratar) miembros de dicha orden.

Un privilegio que, al igual que otras preseas, da derecho al tratamiento de excelencia y a exhibir en la indumentaria las preceptivas insignias.

Cabe destacar que desde su creación, bajo el Gobierno de Felipe González, solamente un hijo del Santo Reino la posee: el magistrado Rafael de Mendizábal Allende (1927-2023)hijo además del autor del Himno de Jaén, como ya se indicó en la primera parte de este trabajo, donde el jurista aparece como poseedor, igualmente, de otros importantes premios. 

"En atención a los méritos y circunstancias que concurren (...) y como premio a su actividad al servicio de la Constitución y de los valores y principios en ella establecidos, singularmente como Magistrado del Tribunal Constitucional, de conformidad con el Real Decreto 1385/1988, de 18 de noviembre, a propuesta de la Vicepresidenta Primera del Gobierno y Ministra de la Presidencia y previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión del día 8 de julio de 2005, Vengo en conceder la Medalla de la Orden del Mérito Constitucional (...)", reza el real decreto firmado por Juan Carlos I. 

 El magistrado jiennense Rafael de Mendizábal. Foto: Archivo de Javier Cano.
El magistrado jiennense Rafael de Mendizábal. Foto: Archivo de Javier Cano.

ORDEN DE CISNEROS

De 1944 aunque adaptada a la nueva situación política a través de un decreto de 1976, se constituye "como galardón al Mérito Político" y "en premio de relevantes servicios prestados a España". 

Siete categorías la conforman: gran collar, gran cruz (con banda), encomienda con placa o sencilla, lazo, cruz y medalla de oro.  

Consultada la lista de galardonados, este periódico identifica a cuatro jiennenses entre los excelentísimos señores (no figura ninguna mujer) de la provincia vinculados a esta institución, cuyas insignias son más que reconocibles gracias al águila de San Juan que las preside sobre una cruz, y con el yugo de los reyes católicos a sus pies.

Desde 1977 no se ha concedido ninguna, pero hasta entonces encontró hueco en las vitrinas del general jaenés José Cuesta Monereo (1895-1981), que muchos recordarán todavía, también, como el nombre del campo hípico de La Alameda, tan unido a la memoria sentimental de la capital.  

Varias veces condecorado, el médico y alcalde Juan Pedro Gutiérrez Higueras (1901-1978) contó entre sus distinciones con la encomienda de Cisneros. Gran cruz llevó el también regidor Antonio García Rodríguez-Acosta (1921-2006), otro multicondecorado como el cantante Raphael, hijo (vivo) del mar de olivos militante en las filas de la institución 'cisneriana'. 

 El alcaudetense Juan Pedro Gutiérrez Higueras. Foto: Archivo de Javier Cano.
El alcaudetense Juan Pedro Gutiérrez Higueras. Foto: Archivo de Javier Cano.

ORDEN DE ALFONSO X EL SABIO

Aunque fue creada en 1939, actualmente es un real decreto de 1988 el que regula la concesión de esta preciada condecoración, que reconoce "a las personas físicas y jurídicas y a las Entidades tanto españolas como extranjeras, que se hayan distinguido por los méritos contraídos en los campos de la educación, la ciencia, la cultura, la docencia y la investigación o que hayan prestado servidos destacados en cualquiera de ellos en España o en el ámbito internacional".

Varios de los ya citados (en ambos capítulos de este reportaje) pertenecen a esta institución, en la que el acento de Jaén viene de la mano de, al menos, una decena de ilustres como el maestro Andrés Segovia (1893-1987).

Él es uno de los artistas más condecorados del Santo Reino, cuyos méritos lo hicieron acreedor a la gran cruz de esta orden, que además concede collar (solo a jefes de Estado o Gobierno y altos mandatarios), encomienda con placa, encomienda, lazo (para las féminas), cruz y medalla, o corbata o placa de honor en el caso de concederse a una entidad o institución. 

En 1945 las recibieron (así lo recoge la revista Paisajes) el pintor quesadeño Rafael Hidalgo de Caviedes (1864-1950) y el escritor capitalino Ángel Cruz Rueda (1888-1961). La misma publicación da noticia de la concesión de la cruz al maestro y periodista linarense Francisco Arias Abad (1882-1967) en 1957 

Desde 1966 la llevó el insigne farmacéutico, alcalde (y muchas cosas más) Ramón Espantaleón Molina (1880-1970), lo mismo que el presidente de la Diputación y director del Instituto de Estudios Giennenses, José Antonio de Bonilla y Mir (1909-1989), fue marqués de Bagnuli y, durante décadas, habitó el monumental palacio de Cobaleda-Nicuesa, "la casa de los Bonilla" para muchos jiennenses. En 1982 recibió la gran cruz de la orden alfonsina, según el real decreto firmado por el hoy rey emérito, en atención a sus méritos.

No Don Juan Carlos de Borbón, sino Francisco Franco, firma el decreto que publicó el BOE el 18 de julio de 1973, por el que se condedía la misma distinción al que fuera alcalde de la capital Ramón Calatayud Sierra (1918-1999). Cuatro años más tarde la recibía el recordado docente, cronista oficial e hijo predilecto de Úbeda Juan Pasquau Guerrero (1918-1978).

Gran cruz fueron también el político carolinense Ramón Palacios Rubio (1920-2023); el marqués de Busianos y embajador bañusco José Luis Messía Jiménez (1920-1997); los citados Antonio José García Rodríguez-Acosta y Rafael de Mendizábal y el prestigioso matemático, catedrático y académico marteño Manuel Valdivia Ureña (1928-2014)

En el ámbito colectivo, dos centenarios institutos docentes de la provincia exhiben entre sus trofeos sendas placas de honor de la Orden Civil de Alfonso X El Sabio: el Virgen del Carmen de Jaén y el Santísima Trinidad de Baeza, que las recibieron en 2022 en atención a su excelencia educativa.  

 Placa de honor concedida al instituto baezano. Foto: Instituto Santísima Trinidad.
Placa de honor concedida al instituto baezano. Foto: Instituto Santísima Trinidad.

MEDALLA DE BELLAS ARTES

Nació en 1969, sin bien diez años más tarde su regulación se adaptó a los nuevos tiempos. Las hay de oro, plata y bronce, como especifica el BOE consultado por Lacontradejaén, y reconoce "a las personas y Entidades que hayan destacado de modo eminente en el campo de la creación artística y cultural o hayan prestado notorios servicios en el fomento, desarrollo o difusión del arte y la cultura o en la conservación del Patrimonio Artístico". Así, textualmente.

Un campo este, el creativo, que tiene en la provincia de Jaén a un buen número de galardonados y entre los que no podía faltar el linarense Andrés Segovia, que tiene todas las papeletas para ser considerado el jiennense con menos espacio libre en las vitrinas de su precioso museo.

Otro grande de la música, el torrecampeño Juanito Valderrama (1916-2004) vio recompensada su vasta y exitosa trayectoria artística por real decreto de 2002, un par de años antes de que su personalísima voz se poblara de silencio. 

Al pintor y poeta tosiriano Ginés Liébana Velasco (1921-2022) le llegó cuando contaba ya ochenta y cuatro años de existencia, con mucha más edad que al popular actor Agustín González, nacido en Linares en 1930 y desaparecido en 2005 con una apabullante lista de películas y obras de teatro a sus espaldas. 

Por sus méritos culturales, especialmente en el ámbito del mundo íbero, fueron condecorados en 2019 los profesores jiennenses Pilar Palazón Palazón (1932-2020) y Arturo Ruiz Rodríguez (Úbeda, 1951). Concejal en las primeras corporaciones democráticas y presidenta de la Asociación de Amigos de los Íberos, "su empeño al frente de dicha institución" resultó "determinante para la fundació del Museo Íbero de Jaén", señalaba el Ministerio de Cultura como justificación de la concesión. 

Por su parte, Arturo Ruiz se hizo acreedor a la medalla tras toda una vida dedicada a la docencia y, con especial hincapié, a la investigación y divulgación de los pueblos íberos.  

Vuelve a salir al escenario (léase estas páginas digitales) el eterno niño de Linares, cuya solapa sostiene esta preciada presea desde el año 2006. Por cierto, ¿sabían que su nombre completo es Rafael Miguel Martos Sánchez? Así aparece en el correspondiente BOE. 

En la misma hornada que el mítico intérprete de Yo soy aquel la recibió el creador de himnos como Calle Melancolía o Princesa, el ubetense Joaquín Sabina (1949), que franciscanamente (como diría el recordado José Luis Buendía) se recortó el nombre completó y guardó para los más íntimos el Ramón y el Martínez que no aparecen en los carteles. 

Mengíbar tiene su cuota de brillo en el escultor y artista experimental Nacho Criado Barranco (1943-2010), cuyo currículo acumula algunas de las más importantes distinciones en su campo creativo. 

Hasta aquí esta segunda entrega, que no la última, porque el mar de olivos es tierra de gente grande y prácticamente ninguna de las condecoraciones civiles españolas deja sin reconocer la labor de algún o alguna jiennense. Hasta la próxima, pues. 

 Joaquín Sabina y Raphael escuchan el discurso del Rey Juan Carlos en el acto de entrega de la medalla, en 2006. Foto: Terra.es
Joaquín Sabina y Raphael escuchan el discurso del Rey Juan Carlos en el acto de entrega de la medalla, en 2006. Foto: Terra.es

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