“Las mejores canciones tienen una emoción atemporal”

Regresa Jordi Sánchez (Málaga, 1968) a Jaén. O lo que es lo es mismo, vuelve OBK, grupo de tecno-pop con miles de aficionados a un lado y al otro del Océano Atlántico. La actuación de Sánchez será el próximo viernes, día 1 de junio, y permitirá a los asistentes al Hyundai Music Park Weekend revivir canciones que dan valor a esa idea tan poética del hoy es siempre todavía. Temas "atemporales", según define el autor, entusiasmado con una etapa reciente en la que los conciertos en vivo y las giras son tanto el presente como el futuro a corto plazo.

—¿Qué encontrarán los jiennenses en el espectáculo del viernes?

—En mi actuación no faltarán algunos de los hits que han hecho posible una carrera de 26 años. Vamos recordar cuatro o cinco temas muy populares de OBK.

—¿Recuerda otras actuaciones en la provincia?

—Sí, justo el año pasado estuve en La Guardia. Fue magnífico. Tuve una gran acogida y me reencontré con un amigo que me regaló un aceite de Jaén buenísimo. Me lo pasé genial, y estoy con ganas de repetir. Ojalá que la gente disfrute de la actuación.

—¿Cómo le recibe el público en el sur de España?

—Soy malagueño de nacimiento, aunque viva en Barcelona. He viajado mucho y siempre he sentido el mismo cariño y el mismo apoyo por parte de todo el público. Es uno de los factores que ha hecho posible que OBK dure tanto tiempo. Todo el mundo ha sabido ver en OBK un grupo muy sincero, muy de verdad, que ha emocionado a mucha gente con sus canciones. La gente devuelve el cariño sea en la ciudad que sea.

—Su último trabajo fue OBK Live in Mexico. ¿Cómo se dio la idea?

—Hacía muchísimos años que teníamos en mente hacer un disco en directo, pero las compañías no veían el momento. Justo en el año 2016 surgió una pequeña gira por México y Perú, y entonces renegociamos con Warner para celebrar los veinticinco años con el único disco que faltaba, en directo. Me apetecía mucho aprovechar esa gira por Latinoamérica y hacerla en México para que con vistas al futuro sea un mercado aún más potencial. 

—¿Está contento con el resultado?

—Por supuesto. Nos la jugábamos de alguna manera. OBK es conocido en México, pero no hemos ido tantas veces como nos hubiese gustado. Es un grupo de culto para la gente que le interesa la música electrónica, y siempre nos han recibido muy bien. Y todo salió bien para tener la experiencia guardada en DVD como un tesoro.

"LO VITAL ES SER SINCERO"

—El rapero Kase O admite que pasar de un grupo a ser solista es más difícil, porque aumenta la responsabilidad y todo depende de la misma persona. ¿Lo suscribe?

—Hombre, yo estuve 20 años con Míguel Arjona, quien fue un compañero de viaje. Compartimos un sueño. Siempre he sido muy sincero: me he encargado de las canciones a nivel musical, de producción y de concepto. Era el mundo que tenía en mi mente compartido con Míguel. OBK siempre ha sido y es aún mi vida y mi pasión. Cambiaron algunas cosas, pero nada importante. Él me daba su amistad y su trabajo en las letras. No le he dado más importancia al hecho de ser solista. Lo vital es ser sincero, y yo tiro hacia adelante con el proyecto en solitario desde 2012.

—Después de más de diez discos y de cientos de canciones, ¿en cuáles de los mensajes que ha lanzado se reafirma?

—Hay varias canciones de las que me siento muy orgulloso del trabajo. Aunque es un tópico eso de que todas son tus niños, porque nacen a través del esfuerzo y de la ilusión, pero siempre me siento muy cómodo cuando escucho mis canciones a piano y voz. Hay mucho de mi esencia. La electrónica ha sido muy importante, pero aún más es la emoción y lograr empatía con el público a través de lo que cuentas. La princesa de mis sueño y Falsa moral son temas que me hacen sentir muy orgulloso como compositor. Me quedo, como digo, con la parte emocional: saber que llegas a alguien es lo más bonito del mundo.

—¿Hay temas en la actualidad que le interesan para componer? 

—Todo lo que vivimos ya lo intuía en 2013, con el disco Revolución. Yo siempre he estado muy informado. De hecho, quería ser periodista de niño. El videoclip de Revolución es una crítica a lo que estaba pasando a nivel político en nuestro país. Y mira dónde estamos, mucho peor en 2013. OBK no son solo historias de amor; canto más al desamor que al amor. Hay canciones importantes en mi carrera a nivel social como Revolución y Dicen. Es fácil que a OBK se le etiquete como grupo de tecno-pop con tinte romántico cuando no es totalmente cierto. Nuestras inquietudes como músicos son parecidas a las de la gente.

"EL VALOR DE NUESTROS TEMAS SERÁ RECORDADO"

—¿Es normal que con el tiempo se recuerden más las canciones de amor que las de corte social?

—Las que perduran son las que dan en el clavo, sea de lo que sean. Hay canciones de amor que están muy definidas y se quedarán de por vida. Nosotros tenemos cuatro o cinco que son atemporales. Cuando no esté OBK la gente las recordará y valorará el valor musical y de letra de los temas. Nunca he hecho canciones para un año en concreto. Son puros sentimientos, y pienso que las mejores canciones de la historia están cargadas de una emoción atemporal. 

—Este año hubo muchos autores noveles postulando a Eurovisión, como Brisa Fenoy. ¿Le interesó participar algunas vez?

—No, todo lo que he creado desde que empecé ha sido para mí. Aunque he tenido posibilidades de escribir para otros. No sabría diferenciar el Jordi compositor de OKB. Todo lo veo desde mi mundo, ese tan particular que creé con 15 ó 16 años y que tan bien me ha ido. 

—Desde comienzos de los noventa hasta ahora la industria ha cambiado mucho. Hoy hay artistas que solo sacan canciones en lugar de trabajos más completos; hay variedad de plataformas digitales; el vídeo parece más importante a veces que la propia música; el impacto de las redes. ¿Cómo ve el panorama?

—Yo soy un veterano. Y siento que es ley de vida. No digo que antes estábamos mejor, simplemente las cosas evolucionan. Cuando apareció OBK la gente pensó: ‘Uy, música eléctrónica’. Era entonces demasiado innovador y vendía muchos discos en España.

—Y ahora lo hace Bisbal.

—Claro. Son nuevas etapas y nuevos gustos por parte del público. El joven siempre quiere algo diferente. Nadie sabía lo que era el trap, por ejemplo, hace cinco años. Lo veo todo como normal y vital. Las cosas evolucionan y hay que adaptarse. Las canciones no desaparecen, solo cambia la industria. Por mi parte no tengo nada que reprochar. Solo hay que adaptarse a los tiempos. El factor sorpresa y juventud es muy importante en el mundo de la creación.

"EL FACTOR JUVENTUD ES MUY IMPORTANTE EN LA CREACIÓN"

—Uno enciende la tele y abundan los programas de talento. ¿Usted se habría presentado a alguno en concreto?

—No, nunca lo hubiera hecho. Porque vengo de otra mentalidad. No sé si tuviese ahora 18 años cómo enfocaría mi carrera. OBK siempre ha sido muy reservado. Nos hemos dedicado a promocionar nuestro trabajo; nadie sabe de nuestras vidas privadas. En las redes sociales no me siento muy cómodo. Es una gran herramienta a nivel de promoción, pero es complicado, porque no soy una persona de todo por la fama o todo por el éxito. Lo más importante es el trabajo musical. Supongo que como ha ido bien es fácil decirlo. La gente ha conocido a OBK por sus canciones. Ni siquiera salíamos en la portada del primer disco. El protagonismo recae en las canciones, tras dos millones y medio vendidas. Eso significa que el trabajo ha sido sincero y coherente con cómo pensamos.

—Camina hacia los 30 años de carrera. ¿De qué le gustaría escribir y qué proyectos le gustaría hacer en los próximos trabajos?

—Ahora mismo estoy muy feliz trabajando mucho a nivel de conciertos. Porque es lo que siempre había dicho en los primeros años: hay que sembrar para recoger. Ahora estoy haciendo giras y recibiendo el cariño de la gente. Como usted decía antes, tras tantos discos y tantas canciones OBK ya lo ha dado prácticamente. Aunque cuando tenga algo que contar lo haré en forma de canción, claro. Me dejo llevar mucho por la vida y en este momento me centro en disfrutar de las giras y de los conciertos.