A las puertas de la gloria

El Villacarrillo está a un paso de regresar a Tercera División con un proyecto basado en la austeridad y en el compromiso del vestuario

El Villacarrillo lleva una temporada de dulce. El club celeste ejemplifica cómo la calma y la inversión controlada da sus frutos. Su presidente, Francisco Martínez, no quiere cometer más errores. Sabe que las prisas son malas consejeras y por eso esta temporada decidió hacer una apuesta por el talento joven no solo en el terreno de juego, sino también en el banquillo, con la llegada al Veracruz de un entrenador novel, aunque sobradamente preparado y con ganas de comerse el mundo, David Rojas, "Valenciano".

Después de dos años llenos de volantazos, con errores que condenaron al Villacarrillo al descenso a Primera Andaluza, Francisco Martínez decidió tomarse las cosas con tranquilidad, invertir con cabeza y apostar por las promesas de la provincia. "Sabíamos qué es lo que no teníamos que hacer. Por eso, nos tomamos nuestro tiempo y nos asesorarnos bien antes de tomar cualquier decisión", comenta Francisco Martínez, bajo cuyo mandato el club celeste ha obtenido los mayores éxitos de su historia, como el ascenso a categoría nacional y la posibilidad de codearse con los grandes del Grupo IX de Tercera. El Villacarrillo consiguió algo impensable hasta ese momento, despertar a los aficionados al fútbol del pueblo, a los que levantó del sofá o de la silla del bar para llevarlos al Veracruz en vez de quedarse viendo las filigranas de Cristiano Ronaldo o las diabluras de Messi.

Sin embargo, aquellas mágicas campañas tuvieron un coste desorbitado para una entidad modesta que resumía su bagaje futbolístico a las divisiones provinciales. Aprendida la lección, este curso arrancó con un solo objetivo: "Hacerlo lo mejor posible, sin presión", sintetiza el presidente. Con esa encomienda, aterrizó Valenciano, uno de los entrenadores con más cartel en Jaén. Su extraordinario trabajo en el banquillo de La Guardia, con el que quedó en una más que meritoria cuarta posición la anterior temporada, y, sobre todo, sus ganas de progresar no pasaron desapercibidas para Francisco Martínez, que decidió arriesgar en su contratación. La jugada le ha salido a pedir de boca.

TRAYECTORIA IMPECABLE

El logro del Villacarrillo es el resultado de una estrategia basada en la confianza, la motivación y la combinación perfecta entre juventud y experiencia. Rubio, Niza, Poblaciones, Pepe Almansa, Toni o Fran conocen bien la casa. Acumulan muchos minutos con la celeste y saben mejor de las exigencias de la afición. A ellos se les suma otro veterano, Miguel. Un trotamundos del fútbol jiennense que a sus 37 años sigue perforando porterías contrarias como un juvenil. Tras ascender la pasada temporada a Segunda B con el Atlético Mancha Real, el ubetense es uno de los máximos realizadores del Grupo II de División de Honor con 22 dianas. Su idilio con el gol no parece tener fin. Es un depredador del área al que le ha faltado, sin embargo, esa pizca de suerte para asentarse en categorías superiores. Luego está el ímpetu de los que llegan pisando fuerte, de los que buscan un hueco en el fútbol, como el linarense Borja Monedero, uno de los cerebros del equipo que ha encontrado en el Villacarrillo la estabilidad y la regularidad que le ha faltado en otros equipos.

Saber las virtudes y los defectos que tienen sus jugadores y proponer el mejor sistema a sus características es el secreto de Valenciano. Defensa férrea, recuperación de balón y salida rápida al contragolpe, son sus señas de identidad. Su propuesta se nutre de otras que, sin tener el predicamento de los estilistas del fútbol, son efectivas. El técnico del Villacarrillo se reconoce, en este punto, con Diego Pablo Simeone. "Creo en su estilo, en su visión del fútbol. Es firme a sus ideas y tácticamente me apasiona su modelo de juego. Es difícil meterle mano a sus equipos y, en cierta forma, es lo que quiero para el Villacarrillo", explica.

Valenciano, como el 'Cholo', da todo el valor del éxito a los jugadores y reconoce que cuando todo va bien es más fácil alcanzar los objetivos. El exjugador del Real Jaén no se conforma con el ascenso, que lo tiene a tiro de piedra, quiere el título de campeón. "Sería como ponerle la guinda al pastel", admite el preparador con el que el Villacarrillo está logrando registros históricos, como estar veintidós partidos sin perder, con diecinueve victorias, tres empates y solo dos derrotas en una categoría dura e ingrata por momentos. El regreso a Tercera es, por lo tanto, cuestión de semanas, gracias a los quince puntos de diferencia en relación con el tercero a falta solo de once jornadas.

RECUPERAR A LA AFICIÓN CELESTE, OTRO GRAN RETO

Otro de los retos del presidente y del entrenador es recuperar a la afición del Villacarrillo que se ha ido quedando en el camino debido a los sinsabores de las dos últimas temporadas. Poco a poco, el número de espectadores va subiendo en el Veracruz, aunque todavía está lejos de aquellas campañas con Alberto Lasarte. "Es difícil. Nos esforzamos cada día para que la gente de Villacarrillo confíe en nuestro proyecto y creo que al final dará sus frutos", asegura Valenciano, quien esta semana ha sido portada de los principales medios de comunicación por salvarle la vida al jugador de La Cañada Sergio López el pasado domingo en el campo del Atlético Monachil, donde el técnico celeste estaba de espectador. En unas horas se reencontrarán de nuevo en el terreno de juego. "No hice nada extraordinario, solo reaccioné ante una situación comprometida", señala Valenciano, uno de los entrenadores con más proyección del fútbol jiennense.