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La pesadilla de Lázaro Díaz regresa: "Sólo pido competir en igualdad de condiciones"

Por Fran Cano - Junio 10, 2025
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La pesadilla de Lázaro Díaz regresa: "Sólo pido competir en igualdad de condiciones"
Lázaro Díaz, en las oposiciones a maestro de Secundaria en el año 2023. Foto: Cedida.

El jiennese reclama por tercer año consecutivo tener una grabadora o transcriptor en el examen escrito a las oposiciones de Secundaria

Lázaro Díaz Valdivia (Alcalá la Real, 1991) tiene una discapacidad reconocida del 89% por parálisis cerebral congénita, realidad que no le ha impedido ser brillante en su trayectoria académica. Hay, sin embargo, un escollo que no puede salvar desde hace tres años, competir en igualdad de condiciones para las oposiciones de Secundaria, en la especialidad de Economía. "Es imposible tener las mismas oportunidades que el resto sin una grabadora o alguien que me transcriba", afirma en declaraciones a este periódico. "Y tiene menos sentido en plena era de la digitalización: no quiero beneficios ni dar pena", apostiilla, y recuerda que desde 2023 hay una normativa de función público a nivel autonómico que permite "los ajustes necesarios" para hacer el éxamen.

El primer examen, el teórico, será el 21 de junio y agradece que al menos sea en la Universidad de Jaén. Aun cuando la Junta —la administración competente en Educación— le permita usar el ordenador, los problemas de grafomotricidad convierten la prueba escrita en una tortura, pues al final termina tecleando con un dedo durante una jornada maratoniana.

"Me dan desde las 09:00 hasta las 18:00 ó 18:30 para hacer el examen. Ni siquiera puedo salir al baño, porque necesito a alguien para hacer mis necesidades", resume, y recalca que hay recursos en los tribunales para hacer, si fuera necesario, la prueba en una aula diferente al resto o incluso en la misma.

"Los opositores que no están en mi situación acabarían sobre las 14:00 horas, de manera que yo tendría tiempo para demostrar mi conocimiento teórico", recalca. Y ahí está el quid de la cuestión: más allá de sacar la plaza, Lázaro Díaz lleva un trienio aceptando que no puede demostrar lo que sabe. El segundo año que se presentó le anularon la prueba teórica por faltas de ortografía. "No pude pasar el corrector, para evitar privilegios", lamenta.

MÁS PLAZAS QUE POSTULANTES

En 2025 la ocasión es manifiesta para el alcalaíno, si le dieran los medios para concurrir en igualdad. "Hay once plazas y competimos diez personas. Es decir, si me conceden los medios que pido, una plaza sería mía", resume.

Díaz recalca que cada año se presenten menos postulantes con discapacidad. A su entender, el motivo es que las trabas continúan. "Hay quienes quieren que yo tampoco lo haga, pero es eso es aceptar que no tengo los mismo derechos que el resto. Soy víctima de una exclusión implícita, porque tampoco puedo recurrir en canales oficiales como el Defensor del Pueblo", razona.

El jiennense aprobó el año pasado la defensa de la unidad teórica, que es íntegramente oral. Fue en 2024 cuando más tiempo tuvo de compartir su experiencia con compañeros postulantes. "Nadie entiende mi situación. Y al mismo tiempo yo tengo empatía con ellos, porque sé que muchos se juegan el futuro y el pan de sus familias", recuerda.

Tampoco olvida Lázaro Díaz las lágrimas de la presidente del tribunal cuando hizo el examen por primera vez. "Ella me felicitó. Es increíble que me dieran tres ceros en los ítem vinculados a poder escribir en la pizarra", critica. Con todo, el jiennense no se amilana. "Quiero ser profesor de instituto en la enseñanza pública", sentencia.

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