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"Las piedras no están muertas, las piedras hablan"

Por Javier Cano - Junio 24, 2023
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"Las piedras no están muertas, las piedras hablan"
El historiador del arte y escritor iliturgitano Manuel Toribio.

Licenciado en Historia del Arte y profesor de instituto jubilado, Manuel Toribio García (Andújar, 1958) firma Andújar, vivir el patrimonio. Un libro editado por el Ayuntamiento iliturgitano en el que su autor traza un retrato atemporal de la ciudad a través de sus principales hitos artísticos, monumentales e históricos de la mano de la memoria y el rigor científico, pero en un tono de lo más asequible para el lector. 

—Reside usted en Córdoba desde hace dos décadas, pero este libro deja claro que no olvida usted su tierra natal. ¿Qué encontrarán los lectores en Andújar, vivir el patrimonio?

—Este es un libro misceláneo, cinco capítulos distintos que aunque parezcan inconexos tienen un hilo conductor. Es una continuación de uno anterior, Retablo de la Judería de Andújar, una especie de ejercicio de autoficción en el cual mezclaba los recuerdos de mi infancia con la historia de lo que les pasó a los judíos y al casco histórico, que sufrió mucho en dos momentos claves: la Guerra Civil y los años 60, cuando se hizo una gran avenida que se cargó todo el barrio medieval. 

—¿Qué asuntos aborda cada uno de esos cinco capítulos de su nueva obra, Manuel?

—El primero, Vivir el patrimonio, es un paseo poético por la ciudad viendo sus monumentos, pero también las casas sencillas, los rincones, las fuentes..., y lo que eso me sugiere. Lo hago en prosa y también intento ser poeta, a ver si lo consigo. Y un segundo capítulo de recuerdos del año que fui concejal. 

—¿Buenos recuerdos de esa etapa? 

—Mi develo fundamental fue el patrimonio histórico, pero también cuento ahí lo que pasó.

—¿A qué se refiere?

—Por qué dimití, lo que pasó en Andújar... Las dos primeras legislaturas en el Ayuntamiento de Andújar fueron muy accidentadas, muy polémicas. Incluso hay una sentencia del Tribunal Constitucional por la que si una persona es expulsada de un partido, no pierde el cargo. Eso es, ahora, una realidad, pero fue posible a raíz de lo que pasó en Andújar.  

—Y el tercer capítulo, ¿ahonda en este asunto de la política municipal?

—En el tercer capítulo doy un cambio radical. Me apasiona la historia moderna, y en unas pesquisas en el Archivo Histórico de Córdoba encontré un expediente de limpieza de sangre del siglo XVIII, de una familia de El Carpio cuya abuela era de Andújar, doña Ana María Serrano, hija ilegítima a su vez de un caballero de Andújar, don Jerónimo Serrano Piedra, que la adoptó. Para ello entrevistaron a muchos testigos y cada uno contó lo que sabía de esta familia, lo cual ofrece una especie de retrato de cómo era la sociedad de Andújar en el siglo XVII. 

—¿El arte local también se hace presente en Andújar, vivir el patrimonio, verdad?

—Sí, me ocupo de una joya del patrimonio, el cuadro de El Greco La oración en el huerto, del que ya se han dicho muchas cosas. Yo digo algo nuevo: ¿cómo se salvó el cuadro durante la Guerra? La iglesia de Santa María sufrió mucho, ese cuadro formaba parte de un retablo del altar mayor y precisamente, en junio de 1936, el Gobierno del Frente Popular decidió llevarse el cuadro a Madrid para restaurarlo, porque estaba en malas condiciones. Se embaló perfectamente por operarios de El Prado y así pasó la Guerra y se pudo salvar. 

—Y cierra usted el libro con...

—En estos peldaños de la memoria que voy subiendo poquito a poco, cierro con un trabajo sobre el asedio al santuario de la Virgen de la Cabeza, que se ha escrito tantísimo. ¿Qué ofrezco?

—¿Qué ofrece, sí, ante un episodio tan controvertido?

—He encontrado una carpeta en el Archivo Histórico Nacional con dos tipos de documentación: los intentos de mediación que hizo Cruz Roja Internacional desde Suiza, que fue imposible; y el expediente del que era teniente coronel de la Comandancia de la Guardia Civil en Jaén en 1936, que fue destituido por el Gobierno de la República al considerarlo rebelde tras dirigir la subida de la Guardia Civil al santuario. Es un personaje que aparece menos que el capitán Cortés, por ejemplo, pero que merece la pena conocer. 

—Un libro lleno de primicias, de datos inéditos, pues.

—Bueno, son trabajos que van saliendo, que tienen interés para mi pueblo y que doy a conocer en un tono divulgativo, aunque están escritos a nivel académico. 

—Es decir, una lectura asequible a cualquier lector...

—Claro: yo soñé una vez con ser escritor, y en ese sueño me mantengo; no historiador ni poeta ni novelista, sino escritor, y el escritor escribe para el público que quiera leerlo. Entonces, de ese sueño aquí está este pequeño libro, con pinceladas de nuestro pasado y de nuestra realidad actual, porque el patrimonio de Andújar (como digo en el título) está vivo. 

—En esta línea, señor Toribio, en la semana de inauguración del verano, con las vacaciones a la vuelta de la esquina y tiempo libre para leer: ¿por qué los iliturginanos (en particular) y los amantes de la historia y del arte en general deberían adentrarse en las páginas de su última publicación?

—Porque es un libro para vivir el patrimonio: las piedras no están muertas, las piedras hablan. 

 Foto: Juan Vicente Córcoles.
Foto: Juan Vicente Córcoles.

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