Linares late al ritmo de la I Carrera Fundación José Luis Martín López

Más de 1.500 corredores, desde leyendas olímpicas hasta jóvenes promesas, convierten las calles en un río de esfuerzo, solidaridad y zancadas
Linares amaneció este domingo distinta. Las calles olían a Reflex, miedo escénico e ilusión. Se escuchaban risas nerviosas y las respiraciones profundas de una ciudad que se preparaba para correr. La I Carrera Fundación José Luis Martín López no fue solo una prueba, sino una declaración de intenciones entre quienes aman este deporte y quienes entienden que correr es, también, una forma de querer y cuidar.
Más de 1.500 atletas—algunos llegados desde lejos, otros desde el barrio de al lado— han dado forma a una mañana que será recordada durante mucho tiempo.
La víspera, en el Centro de Interpretación del Paisaje Minero, las leyendas del atletismo español contaron historias que ya pertenecen al patrimonio emocional de todo corredor. Martín Fiz hablando de maratones imposibles, Abel Antón repasando su elegancia infinita, Reyes Estévez evocando finales de infarto, Jesús España desmenuzando esos últimos metros en los que la vida se comprime en un sprint. La alcaldesa, Auxi del Olmo, escuchaba entre el público y lo resumió todo con acierto: "este evento no es solo deporte, es un acto de ciudad".
Y lo ha sido. Porque en el Paseo de Linarejos, donde ha empezado la carrera popular, se ha vivido esa mezcla que solo ocurre en las pruebas que tienen alma. Allí estaba Jesús España, que no necesitaba demostrar nada y aun así volvió a hacerlo. Ganó el 5K con un tiempo de 15:40, dejando claro que quien ha sido campeón lo es para siempre, incluso cuando ya no se persiguen récords sino el placer de correr. Y también estaba María Rayo, local, ligera, firme, celebrando su 22:39.
En el 10K, Antonio Javier Fernández corrió con un reloj que parecía sincronizado con su respiración. Un 32:00 rotundo, de los que no se discuten. Y la zancada valiente de Noelia Valenzuela, que hizo 33:33 y selló una victoria limpia.

Pero fueron los más pequeños quienes han explicado qué significa esta carrera. Jesús Costarrosa, en Sub-16, y Jimena Ortiz, en Sub-14, se lanzaron al circuito con esa mezcla de inocencia y ambición tan pura que solo tienen los niños que sueñan con llegar lejos. Sus tiempos —11:25 y 11:41— fueron lo de menos; lo importante fue ver cómo corrían sin miedo, sin cálculo, con la emoción del que descubre que correr también es una forma de crecer.
Y mientras ellos volaban, Linares acompañaba. La Fundación José Luis Martín López ha conseguido, en su primera edición, algo que pocas pruebas logran. Y es que la Ciudad de las Minas se ha convertido en una gran pista de atletismo por un día.
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