Rebelión contra el calor en el colegio Alcalá de Venceslada

Profesores y padres denuncian que en algunas aulas no han bajado de los 31 grados desde que comenzó la ola de calor
No solo los alumnos del Conservatorio Profesional de Música Ramón Garay pasan calor en el colegio Muñoz Garnica. También sufren las altas temperaturas sus compañeros del colegio Alcalá de Venceslada. Los profesores y los padres ponen pie en pared por la falta de medidas para combatir las altas temperaturas en las aulas del centro. En concreto, en una, en la número 18, donde, en los últimos días, se han registrado temperaturas de hasta 31 grados, según denuncian en una nota. "Temperatura insoportable que no puede ser rebajada por la inexistencia de ningún sistema de refrigeración en las clases de Infantil y Primaria de este centro", denuncian.
"Lo primero es la salud de nuestros niños", critican las familias indignadas por la falta de respuesta por parte de las autoridades para hacer frente a este grave situación. El problema es que ni el Ayuntamiento, ni la Junta de Andalucía da una solución. "Hasta la fecha los ayuntamientos, dueños y responsables de los edificios, manifiestan que la instalación de equipos de climatización no es una competencia municipal y que solo se ciñe al mantenimiento básico de instalaciones, limpieza y seguridad. Además, se argumenta que las inversiones en los centros educativos son de exclusiva competencia de la Consejería de Educación", lamentan ante lo que consideran una indefensión.
Por otro lado, recuerdan que la Agencia para la Educación de Andalucía de la Consejería, responsable de los equipamientos de los centros, "no permite a los consistorios ni la incorporación de equipos en los proyectos, ni la instalación de equipos de climatización". "Cuestión -añaden- inexplicable, sobre todo, cuando la propia Consejería de Educación de recoge en el 'Manual de uso y mantenimiento en Centros Educativos', en el que define zona de confort en los centros cuando se alcanza un nivel óptimo de comodidad con una temperatura y humedad adecuadas", advierte. Algo que, por su puesto, no se cumple, según padres y profesores, en determinadas aulas del Alcalá de Venceslada. Ante este sinsentido, son "los propios centros educativos -advierten- los que terminan costeando instalaciones que corresponden a los organismos públicos, ya sean municipales o autonómicos". El calor no es el único problema que tiene el centro, que, además, denuncia el ruido permanente que viene del patio, situado al lado de las galerías de aulas y usado como gimnasio (instalación inexistente en el colegio, por otro lado). "En estas condiciones de insalubridad e incomodidad bastante desagradables impartimos clase. Estas circunstancias pueden trasladarse de igual forma al comedor escolar, espacio que además está ocupado en las horas pico de calor con alumnado de Infantil y Primaria", critican.
Los profesores han hecho suya la solución del consejero de Salud de Madrid, Rafael Sánchez Martos, con su ya famoso: "Dobla, dobla, dobla y tienes el abanico". Para el dirigente autonómico, el remedio para la ola de calor en los colegios de la comunidad no es el aire acondicionado es mucho más sencillo y barato y es simplemente doblar un papel hasta conseguir un abanico. Un recurso que ya realizan los profesores que imparten clase en el Alcalá de Venceslada, muy a su pesar.
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