Los Vadillos sueña con beber agua del grifo

La urbanización, con más de centenar y medio de residentes en verano, sigue sin agua potable y sin atisbo de soluciones
Año 2018: hay comunidades y urbanizaciones de la capital que aún no pueden beber agua potable. Una de ellas es Los Vadillos, desesperada no solo por la falta de agua consumible; también hay hartazgo por la inexistencia de vías que den soluciones al problema: trasladar el suministro.
Recuerda Félix Civantos, presidente de la asociación de vecinos homónima, que había una mínima esperanza en septiembre de reactivar el asunto con ayuda municipal. Su gozo en un pozo, y nunca mejor dicho. Los residentes —más de centenar y medio en verano— emplean el agua de un pozo ubicado en Jabalcuz, igual que hacen otras comunidades de vecinos. De ahí no se puede beber porque el porcentaje de cal es my elevado, de entre el 70 y el 80 por ciento, según traslada el colectivo a este diario.
SIN ÉXITO DESDE LA ÉPOCA DE MIGUEL CASTRO
Civantos reconoce que está perdido y bastante solo en la tarea de conseguir que la empresa encargada establezca un servicio de agua comunicante con la capital. Como tantos dirigentes de asociaciones, la hoja de ruta del líder de Los Vadillos siempre ha sido pedir apoyo al movimiento vecinal, concretamente a 'OCO', la federación matriz.
Desde Miguel Castro hasta Pepi Alcántara pasando por María Cantos, 'OCO' tampoco ha podido ofrecer alternativas posibles más allá de la presión al Ayuntamiento. Recuerda Civantos que en la época de la hoy política de Cs hubo cierta esperanza, pero tampoco se concretó nada. "Entonces el equipo de Gobierno me dijo que no me preocupara, que habría solución. Pero han pasado los años y seguimos igual", cuenta a este periódico.
Según Civantos, también presidente de la comunidad La Cordobesa, una residente está dispuesta a mover ficha para conseguir que haya agua potable. "A mí el Ayuntamiento ni me recibe desde que hablé con algunos concejales en 2016", lamenta el presidente.
De momento, y no se avistan cambios a corto plazo, los residentes solo emplean el agua del grifo para lavar los platos. Beber de ahí sigue siendo una quimera.
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