Lucha contra el fraude de las tarjetas de discapacitados

La Policía Local intensifica el control en los aparcamientos destinados a las personas con movilidad reducida

¿Quién no ha visto alguna vez a un conductor saliendo por su propio pie del coche tras aparcar en una plaza de discapacitados? ¿Y a un vehículo invadiendo los aparcamientos reservados sin tener la tarjeta de autorización? La Policía Local de Linares ha detectado, en los últimos meses, un uso fraudulento de las tarjetas de aparcamiento para personas con movilidad reducida. Para evitar esta mala práctica, se han intensificado los controles en los estacionamientos reservados para discapacitados.

El jefe de la Policía Local, Diego Montes, asegura que su departamento tendrá "tolerancia cero" con los ciudadanos que utilicen de manera irregular o con falsificaciones los permisos para estacionar en las plazas para discapacitados. En este sentido, advierte de que aparcar en una zona destinada a personas con movilidad reducida está considerado una falta grave y su sanción asciende a 200 euros, abonable con una reducción del 50% si se paga en los 20 siguientes días a su notificación.

La picaresca más común consiste en usar el distintivo de un familiar con movilidad reducida. La tarjeta se expide a nombre del minusválido y solo puede utilizarse cuando esa persona conduce el coche o cuando acompaña al conductor. No hay que olvidar que los que utilizan esta técnica cometen un delito de falsificación de documento, con lo que se arriesgan a sufrir un proceso penal y rendir cuentas ante el juez. El área municipal de Movilidad se ha fijado como prioridad el respeto de estos aparcamientos reservados.

PAGAN JUSTOS POR PECADORES

Pero, como en cualquier engaño, siempre "pagan justos por pecadores". Es el caso de Mari Carmen Sánchez, a quien la grúa municipal retiró su coche estacionado en una de los aparcamientos destinados para discapacitados en la Plaza Aníbal e Himilce, con la correspondiente multa de doscientos euros. Mari Carmen, vecina de Alcalá la Real, que sufre esclerosis múltiple, estaba en Linares por asuntos de médicos. Su hermano, José Miguel, le acompañaba en el momento en el que su coche había desaparecido del estacionamiento, a pesar de tener colocada una copia de la tarjeta en la luna delantera del vehículo. El problema es que no era la autorización original, por lo que la "desconfianza" de los agentes les llevó a multar y ordenar la retirada del coche.

Tras varias gestiones infructuosas, tanto Mari Carmen como José Miguel, tuvieron que desplazarse en taxi -ella no puede caminar- hasta la Jefatura de la Policía Local para dar explicaciones e insistir en que la tarjeta es una copia, pero que existe una original, expedida por la Junta de Andalucía. "Lo que pasa -explica José Miguel Sánchez- es que se la dejó en Alcalá y tuvo que poner una copia, pero tiene todos los papeles en regla", asegura el hermano, quien ha realizado el correspondiente pliego de descarga para que la denuncia sea retirada. "No tenemos inconveniente en pagar la multa, lo que ocurre es que, en este caso, no se debe a una irregularidad, sino a que, en ese momento, no tenía la autorización original", reitera.

La Junta de Andalucía recuerda, a través de la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales, que las personas que dispongan de la tarjeta podrán parar, además, en cualquier lugar de la vía, por motivos justificados y por el tiempo indispensable, siempre que no se ocasionen perjuicios a las personas que van a pie o al tráfico y de acuerdo con las instrucciones del personal agente de la autoridad. Por otra parte, las personas titulares de la tarjeta podrán disfrutar de los demás derechos que sobre estacionamiento y aparcamiento establezcan los Ayuntamientos en sus ordenanzas locales.

La tarjeta tiene validez en el territorio de comunidad autónoma de Andalucía, sin perjuicio de su utilización en todo el territorio de la Unión Europea en los términos que establezcan las normas nacionales de los Estados miembros.