Lucía ya tiene un hogar
La perra que fue atada a las vías de un tren y que recibió el apoyo del actor y humorista Dani Rovira ha sido adoptada por una familia de Cádiz
"¿Quién dijo que la fama era fácil? Nos daba tanto, pero tanto miedo este momento, que cada vez que alguien nos preguntaba nos hacíamos los locos. Pero hoy —por ayer— por fin ha llegado. ¡Lucia ya está adoptada!". Es el mensaje de felicidad que la ASAMA - Asociación de Amigos de los Animales de la Comarca de Cazorla compartía ayer en las redes sociales. Su esfuerzo ha tenido su recompensa. Lucía, la perra abandonada en las vías de un tren, que recibió el apoyo de Dani Rovira en el espacio que el humorista tiene en El Hormiguero, ha sido adoptada por una familia de Cádiz.
El animal, auxiliado por la Asociación de Amigos de los Animales de la Comarca de Cazorla (Asama), esperaba una familia de adopción. En el programa de televisión Rovira alabó a la Asama y mandó un mensaje a todos los ayuntamientos en general, y en particular al de Cazorla: la protectora precisa de un espacio para hacer su labor altruista. De hecho, los voluntarios abandonarán la ubicación actual en dos meses.
"Pequeña mía, no podemos hacer nada más por ti, solo darte la enhorabuena por la familia tan increíble que has encontrado. Porque después de dos largos años, sola, en un triste refugio, esta noche por fin dormirás rodeada de gente que ha visto en ti lo que nadie supo ver. Que ha visto en ti la nobleza que aquella persona que te dejó no se dio cuenta que tenías", defiende Asama en su post de Facebook.
Lucía vivió con timidez su estreno televiso. Estuvo acompañada de Marina González y de José María Alvarado, de la Asama. Dani Rovira relató el calvario que sufrió el animal: “Minutos antes de que la atropellaran, un hombre la desató. Algunos demuestran que no son sólo malas personas; también son cobardes y miserables”, criticó. Pero Lucia no es la única que necesita ayuda. La asociación sigue con su lucha y reclama un espacio digno donde poder cuidar en condiciones óptimas al cerca de medio centenar de mascotas. Actualmente lo hace en un espacio particular de un colaborador. “Llevamos tres años y algo, pero en dos meses tenemos que buscamos otro sitio”, explicaba hace unos días Ángela Barber, una de las seis voluntarias más dedicadas a la tarea.
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