"El taxi rural de Jaén necesita más ayudas y atención"
La vida llevó a Luis Carlos García Beteta (Jaén, 1990) a quemar etapas antes de lo previsto. Es taxista desde 2010 y preside la Asociación Gremial Provincial de Autotaxi de Jaén y 'Pide Taxi' desde 2018. Admite que lleva la conducción en las venas, porque su padre también fue taxista y uno de los rostros del taxi en la provincia.
García visita la sede de Lacontradejaén, en Cuatro Gatos, para explicar la evolución del colectivo en la pandemia, el rol que jugó durante los meses del confinamiento, y también para mirar hacia el futuro. Las ganas de ofrecer un servicio de calidad son mayores, subraya, con la irrupción de la crisis sanitaria.
—Sin movilidad entre provincias durante la Semana Santa. ¿Más difícil todavía para el sector?
—Es difícil, porque no hay movilidad, pero esperamos que también se vea reflejado el movimiento que ya vemos los fines de semana, que es un poco más debido a la ampliación horaria de la hostelería y del comercio. A partir de las once y las once y media, sí que se anula el trabajo. Esperamos que en Semana Santa continúe la dinámica.
—¿Hay, pese a las restricciones, sensación en el taxi de estar saliendo del final del túnel?
—Sí. Las mañanas, por ejemplo, sí que hay trabajo, aun cuando sea una carga menor en comparación con antes de la pandemia. Las tardes son malas. La ciudadanía sale ahora por el tema de los horarios y sí que notamos algo más de movimiento por la tarde. Los fines de semana por la mañana son pésimos. Entre semana tenemos contamos con la gente que se mueve para ir al trabajo o al hospital.
—¿El cliente ha percibido el taxi como un lugar seguro durante la pandemia?
—Yo siempre lo he dicho: el taxi es el medio de transporte más seguro que hay. O bien vas con un familiar o solo. El taxi se desinfecta varias veces, le pasamos el ozono con una máquina e incluso hay compañeros que tienen pantallas protectoras de metacrilato.
—¿Han crecido como profesionales con la crisis sanitaria?
—Durante los meses de mayor confinamiento colaboramos con causas benéficas como el reparto de los menús solidarios a coste cero. También repartimos telas para que las voluntarias modistas pudiesen hacer mascarillas cuando escaseaban. Estas acciones nos hacen sentirnos orgullosos de nosotros mismos. Siempre que hay algo en lo que se pueda colaborar sumamos.
"EL 90% DE LOS COMPAÑEROS SE ACOGIÓ A LA AYUDA DE CESE DE ACTIVIDAD"
—El Gobierno y la Junta de Andalucía hablan de ayudas directas. Imagino que compañeros del taxi en Jaén se habrán adherido a las del cese de actividad.
—El 90% de los taxistas se acogió a la primera ayuda de cese de actividad, porque se cumplió la reducción de facturación del 75%. En cambio, la ayuda del verano no fue solicitada. Quizá por una suerte de miedo o porque no la cumplíamos. Y esta última disponible desde febrero, en la que la reducción de la facturación es del 50% para acceder a ella, ha vuelto a ser solicitada por la mayoría del sector. Sin duda, cumplimos esa reducción con respecto al año anterior. Barajamos que la carga de trabajo ha disminuido entre un 50 y 60%.
—¿Qué pide el sector en clave de ayudas? ¿Qué vía es la más óptima?
—Sobre todo pedimos atención para el taxi rural, que vive de la poca movilidad permitida ahora. Entendemos que necesitan ayuda. La Federación Andaluza de Autónomos del Taxi, de la que soy vocal, siempre ha exigido ayudas o algún tipo de subvención para este servicio. Hemos conseguido que para acceder a las ayudas la reducción exigida de facturación sea del 50% en lugar del 75%, como estaba antes. De esa conquista estamos satisfechos.
—El verano pasado ya hubo una especie de espejismo con el fin del virus. ¿Cree que el estío de 2021 puede ser un punto de inflexión en la salud y en la economía?
—Viendo el repunte de contagios en los últimos días da la sensación de que nos estamos acomodando, como ya ocurrió en verano. Tenemos el riesgo de sufrir una cuarta ola como está ocurriendo en Italia y en Francia.
—¿Qué aplicaciones han puesto en marcha o tienen pensado implementar para modernizar el sector?
—La ciudadanía en Jaén pide sobre todo el WhatsApp. Eso sí, la app más puntera a nivel nacional es 'Pide Taxi', disponible en Jaén y en Linares y que puede ser utilizada en el conjunto del país. La Junta de Andalucía ya ha aprobado la opción de ofertar el precio cerrado, y estamos esperando que nos comunique la factura luminosa que tendremos que lucir. Una vez que se apruebe el número de tarifa para el precio cerrado solicitaremos al Ayuntamiento de Jaén aplicarla desde el día siguiente para que todo el que pida un taxi sepa de antemano el precio del servicio y puede pagarlo de forma telemática. Es lo que el cliente demanda y queremos darle la opción.
—¿Tienen Bizum?
—Depende del taxista. Si lo tiene habilitado, el cliente puede pagar. Desde la central aún estamos optimizándolo, porque las cuentas de empresas no pueden estar asociadas a Bizum.
"MIS COMPAÑEROS SABEN QUE SOY JOVEN Y RESPONSABLE"
—¿Por qué dio un paso al frente para presidir 'Pide Taxi'?
—Mi padre, Manuel García, fue presidente muchos años de 'Pide Taxi', de Radio Taxi y de la Asociación Gremial Autotaxi. Yo lo llevaba en la sangre, como quien dice. A los dos años de empezar a ser taxista entré de vocal en la directiva. Después me hice vicepresidente y el presidente que había dimitió, de modo que asumí el cargo en 2018. Y de momento no me han echado (ríe).
—Es uno de los presidentes de asociaciones de taxi más jovenes de España. ¿Cómo lo lleva?
—Bueno, mis compañeros saben que aunque soy joven también soy responsable y trato de encauzarlos a todos y están contentos, porque se están consiguiendo cosas que la asociación no tenía. Por ejemplo, las licitaciones públicas. Las leyes de contratación pública han cambiado y una empresa que esté financiada con dinero público no puede darle servicio a quien quiera. Nosotros nos presentamos a concursos como asociación que da cobertura a la provincia de Jaén y estamos ganando la mayoría de concursos. Trabajamos para Canal Sur, TVE y Fremap, entre otras empresas. Ya representamos al 80% del taxi rural de Jaén y queremos llegar al 100%.
—Usted tuvo que empezar a trabajar antes por motivos familiares.
—Sí, mi madre tuvo un ictus y tuve que dejar Ingeniería Informática en el segundo año para ponerme a trabajar. Una vez que empecé en el taxi me di cuenta de que me ocupaba tantas horas que no era compatible con estudiar. El trabajo me gustó, eso sí.
—Me imagino que el episodio familiar le marcó para ser hoy uno de los presidentes del sector más jóvenes del país.
—Sí, claro. Puede ser.
—¿Qué le llevó a estudiar Ingeniería Informática?
—Estaba en el instituto y yo quería ser profesor, como la mayoría de mis compañeros. Pero es cierto que luego pensé en el asunto de las oposiciones, en el desgaste que supone. Así que opté por Ingeniería Informática, que tenía salida y la podía cursar desde Jaén.
—¿Le gustaba?
—Sí, pero las asignaturas en las que menos rendía eran precisamente de Informática. Se me daban mejor Contabilidad y Matemáticas. Tengo once asignaturas aprobadas.
—Puede mandar el mensaje que quiera a los lectores de Lacontra.
—Les pido que usen el transporte público del taxi, que es el más seguro, y que usen la aplicación 'Pide Taxi' desde cualquier lugar de España. No hay que memorizar ningún número, con la app es suficiente.
Fotos y vídeo: Fran Cano.
Únete a nuestro boletín