Luz, símbolo y rostro

El maestro Rafael de la Torre Carrasco lleva su técnica del pastel a su primera exposición en Jaén, en la sala de CajaGranada

Emocionado, nervioso, contento. Un sinfín de sentimientos invadían anoche a Rafael de la Torre Carrasco, natural de Villacarrillo pero afincado en Jaén, que abría su primera exposición. Maestro de profesión y pintor autodidacta, se vio arropado por numerosos amigos que no se perdieron la inauguración de la muestra que permanecerá abierta hasta el día 30 en la Sala de Exposiciones de CajaGranada, en la capital.

Luz, símbolo y rostro es un pequeño resumen de todo lo que el maestro ha disfrutado de la pintura a lo largo de su vida. Cada cuadro tiene su historia, desde pequeñas anécdotas hasta el último trabajo que ha elaborado, que se llama La Tragantía. Retratos, paisajes, cuadros simbólicos. Un trabajo que se ha hecho con la máxima ilusión y que ha permitido cumplir su sueño. No importa si se venden, incluso si hay gente que no le gusta. Lo importante es el cariño que recibió anoche.

—Se me ha dado la oportunidad de exponer y es fantástico. Yo soy autodidacta. No tengo ni idea de técnica ni nada.

A lo largo de su vida, Rafael de la Torre ha desarrollado la técnica pastel con algún toque casual de aerógrafo. Un trabajo que ahora se plasma en una exposición. El artista explica que la técnica la ha adaptado a su manera de ser y de hacer porque, además de las barras de pastel, utiliza mucho el lápiz.

—No sé si eso es correcto o no. Aquí está el resultado de esa técnica que no sé si me la he inventado o existe.

Rafael de la Torre reconoce que su profesión de maestro le ha permitido desarrollar esa inquietud por pintar. En este caso, dando clases de plástica o de pintura. Con esta exposición, el artista ha cumplido la ilusión de toda su vida.

OBRA

"Sus exquisitos retratos, sus obras sobre rincones o perspectivas de Jaén y, sobre todo, sus obras simbólicas permiten hablar de una pintura que capta inmediatamente la atención del espectador, pero sobre todo que genera emociones y pensamientos de contenido altamente espiritual". Así lo describe Juan Jesús Cañete Olmedo en el díptico de presentación de la exposición.