La magia del espíritu navideño
Torres, entrenador del CD Torreperogil, presentará su espectáculo de ilusionismo "Sueños" en el Teatro Cervantes a beneficio de la Asociación de Pacientes con Cáncer de Mama Corazones Rosas
De niño siempre estaba con la pelota, en la calle, en el parque o en Linarejos, donde su padre no se cansaba de marcar goles con la camiseta del Linares. Un día llegó a sus manos un juego de Magia Borrás, y Antonio José García, "Torres", comenzó a trastear con lo que había en la caja. Las horas que no le dedicaba al balón se las echaba a aprender los trucos para luego practicarlos con sus amigos y la familia.
Torres se quedaba embobado frente al televisor viendo a Juan Tamariz y a Pepe Carroll, cuyos programas nunca se perdía. El gusanillo del ilusionismo se introdujo tanto en él que decidió tomárselo algo más en serio. Compró libros y el material suficiente para mejorar su técnica. Se le daba bastante bien. Descubrió el placer de mirar al público y ver la cara de sorpresa. Fue entonces cuando dio un paso hacia adelante y empezó a preparar su propio espectáculo.
Quizá Torres sea más conocido en su faceta de futbolista y de entrenador, actualmente en las filas del CD Torreperogil, pero cuando uno lo ve encima del escenario se queda de piedra ante su capacidad para asombrar. Con la ayuda de una baraja de cartas inglesa, consigue dejar boquiabiertos a jóvenes y mayores con sus trucos. Su propia voluntad ha hecho que sus espectáculos sean cada vez mejores.
El próximo día 4 de enero se subirá a las tablas del Teatro Cervantes de su ciudad natal para presentar, a partir de las nueva de la noche, 'Sueños', un proyecto que lleva años perfeccionando. Lo hará por una buena causa: recaudar fondos para la Asociación de Pacientes con Cáncer de Mama Corazones Rosas. Tiene todo el papel vendido y reconoce que anda algo nervioso. "He actuado antes en Linares, concretamente en los Marqueses, pero aquí las exigencias son máximas", dice con ese verbo futbolístico de técnico que no lo abandona.
Torres no solo hace magia, sino que obliga al público a reflexionar. Juegos mentales que no se cazan al vuelo. "Me gusta que la gente piense y, sobre todo, sueñe. Hay cosas que parecen imposibles y ocurren", dice envuelto en un halo de misterio.
Pese a que es un gran ilusionista, nunca ha pensado en dejar el balón. Le gusta lo que hace y lo compagina con trucos que le permiten disfrutar de la vida y de los sueños. En el fondo ese Peter Pan que todos que llevamos dentro y que Torres no quiere perder.
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