El olivar jiennense, contra las cuerdas
La producción de aceite de oliva jiennense ni tan siquiera alcanza lo mínimo aforado por la Junta y el precio experimenta otro ligero descenso
Las cifras empiezan a poner al olivar jiennense contra las cuerdas. Se confirman los peores pronósticos sobre una campaña que ni tan siquiera llega al mínimo aforado en un contexto en el que los precios siguen sufriendo ligeros descensos.
Según los últimos datos del sistema Poolred facilitados por Asaja Jaén, del 6 al 12 de febrero, el precio en origen del aceite de oliva virgen extra fue de 5.224 euros la tonelada, el virgen de 4.613 y el lampante de 4.378. Con respecto a las operaciones, se registraron 56, con la salida de 3.155 toneladas. En el caso del picual de Jaén, el virgen extra se pagó a una media de 5.234 euros la tonelada, el virgen en 4.392 y el lampante en 4.379. En este caso se realizaron 20 operaciones con la salida de 897 toneladas.
Unos datos que coinciden el fecha con los publicados por la Agencia de Información y Control Alimentaria. A 31 de enero se había recogido en España, con la campaña prácticamente finalizada, 614.331 toneladas de aceite, un 55% menos que la producción de la pasada campaña, que fue de 1.389.970. En el caso de Andalucía, la producción acumulada es de 466.227 toneladas, un 58% menos y de 120.773 toneladas de aceite menos de las previstas en el aforo realizado en el mes de septiembre.
En Jaén, principal provincia productora a nivel mundial, la situación es aún más sangrante, tal y como la califica la organización COAG. Hasta el 31 de enero, se habrían producido un total de 167.873 toneladas de aceite, lo que supone un 66% menos de cosecha que la producción final del pasado año y 32.127 toneladas menos de las previstas en el aforo.
Hay que tener en cuenta que el escenario de esta campaña es aún más complicado que el de años anteriores, ya que a la sequía se le suma el aumento de los costes de producción (energía, fitosanitarios…) a causa de la guerra en Ucrania, así como la puesta en marcha de la nueva Política Agraria Común (PAC). Ante esta situación, Juan Luis Ávila, secretario general de COAG Jaén y responsable de olivar de COAG Andalucía, reclama un paquete especial de medidas.
En cuanto a las existencias de aceite a 13 de febrero había 760.312 toneladas de aceite, de las cuales, 490.580 toneladas se encontrarían en manos de los productores, 259.827 toneladas (53%) en manos de los envasadores y 9.905 toneladas en el Patrimonio Comunal Olivarero.
“Estos datos confirman lo corto de la campaña, por lo que no vamos a cumplir los aforos bajo ningún concepto”, explica el gerente y portavoz de ASAJA-Jaén, Luis Carlos Valero. Con respecto a las salidas también son cortas, con 56.466 toneladas sin contar las importaciones, lo que va a hacer, según apunta Luis Carlos Valero, que se nivelen las disponibilidades para lo que resta del año.
La comercialización, por su parte, está estabilizada, pero con poco aceite de oliva disponible. Se estabiliza entorno a las 90.000 toneladas de aceite (incluyendo las importaciones), a pesar de los altos precios para el consumidor en los lineales. De ahí que el responsable de la Sectorial de Olivar y Aceite de UPA y secretario general de UPA Andalucía, Cristóbal Cano, afirme que se trata de una campaña "complicada y muy influenciada por la baja producción. "No superaremos las 700.000 toneladas de aceite de oliva. Una cantidad que nos hace asegurar, sin lugar a equivocarnos, que estamos ante la peor campaña del siglo”.
Y esta afirmación se refleja en los datos del Ministerio de Agricultura. No es la peor campaña en cuanto a producción, porque en la 2012/2013 se produjeron 618.000 toneladas de aceite de oliva, menos que en la 2022/2023, pero sí es la peor si tenemos en cuenta el incremento de superficie productiva en la última década, cuando hemos pasado de 2.268.000 hectáreas en 2012 a 2.456.000 en 2022. “Son cerca de 200.000 hectáreas nuevas en diez años que no han significado un aumento productivo como tendría que haber ocurrido si la campaña hubiera sido normal y no hubiera estado condicionada por la fuerte sequía que sufrimos”, argumenta Cristóbal Cano.
Únete a nuestro boletín