Manuel Martínez Pulido, 20 años y una búsqueda que no cesa

La Asociación de Familias de Represaliados en Valdenoceda no cesa en la búsqueda de este vecino de Cazorla, el único cuya familia no ha sido encontrada

—Hemos hecho muchas gestiones, enviado cartas a todos los ayuntamientos, movilizado a los vecinos, recurrido a asociaciones locales que también se han movilizado por su cuenta, a los medios de comunicación... Llevamos así 20 años y con más actividad desde que iniciamos la exhumación, hace 11.

Valdenoceda está al norte de Burgos, cerca de la provincia de Álava. Allí se encontraba, antes del inicio de la Guerra Civil, una fábrica de sedas. Por los sótanos de la fábrica pasaba un canal del río Ebro, que servía para mover las aspas de la maquinaria. Cerró en los primeros años de la contienda española y en el periodo comprendido entre 1938 y 1943, se convirtió en una prisión de castigo del régimen del general Franco. En Valdenoceda murieron 13 jiennenses en apenas dos años. Fue entre marzo de 1941, cuando falleció el primero, hasta febrero de 1943, cuando murió el último. Así lo tiene documentado la Asociación de Familias de Represaliados en Valdenoceda (Burgos), que se afana en recuperar la memoria de todos ellos.

De los trece, siete han sido identificados con técnicas de ADN gracias a las cuales se ha podido localizar a las familias, que han donado muestras de saliva para poder hacer las pruebas. Sin embargo, no siempre el proceso es satisfactorio. Es el caso de otras cinco familias a las que encontraron, facilitaron sus muestras de saliva, pero no se pudieron identificar los restos.

—Lo cierto es que llevamos mucho tiempo con las pruebas paradas ante la falta de ayudas públicas.

Este es uno de los problemas que a los que se enfrenta la asociación, que por delante tiene el reto de Manuel Martínez Pulido. Es el único caso cuya familia no ha sido localizada. Lo han intentado por varias vías, mediante ayuntamientos, asociaciones, vecinos y no hay manera. En su contra juegan los pocos datos de los que disponen. Tienen constancia de que Martínez Pulido era de Cazorla. Murió el 3 de mayo de 1942. Estaba casado y era hijo de Francisco y Quiteria. No saben mucho más y aunque han pasado once años desde su exhumación, la búsqueda no cesa. 

Desde la asociación reconocen que es difícil. Han pasado muchos años pero son de la opinión de que puede haber nietos o bisnietos vivos y que seguramente no saben que su abuelo murió de esa forma. Relatan que muchas familias se vieron forzadas a salir de sus pueblos y se refugiaron en grandes ciudades o en el exilio, lo que complica todavía más todo el proceso. 

La Asociación de Familias de Represaliados en Valdenoceda tiene registradas 154 muertes. A finales de los 90 comenzó a constituirse un grupo de familias de aquellos presos, que deseaban recuperar los restos de sus padres y sus abuelos. Comenzó a gestarse con los primeros contactos entre familiares de aquellos represaliados.