Aportar conocimiento, clave para la marca personal
La generación de una marca personal, para cualquier profesional, se ha convertido en los últimos años en uno de los temas más recurrentes entre los contenidos formativos de programas académicos especializados en el ámbito de la comunicación.
Internet, las redes sociales y las nuevas tecnologías para la edición y distribución de contenidos digitales han amplificado la relevancia de disponer de una adecuada y bien gestionada marca personal para cualquier profesional. En efecto, las plataformas digitales se han convertido en el escenario y aliado idóneo para la gestión y formación de la marca, debido a la poderosa herramienta que suponen para la difusión de los contenidos creados hacia tu público objetivo, sin limitación temporal ni geográfica. En un mundo hiperconectado, en el que te distingues del resto o mueres, profesionalmente hablando, disponer de una reconocida reputación y diferenciación es un valor añadido para la consecución del éxito, valga esto para una empresa o para un profesional independiente.
Resumiendo, se suele entender de forma generalizada por marca personal los atributos y cualidades que se asocian a nuestro nombre.
Jeff Bezos, el CEO de Amazon, se refiere a la marca personal como “aquello que los demás dicen de ti cuando no estás delante”.
En el sector de los medios de comunicación, los cambios que internet y la tecnología han ocasionado a las rutinas de producción periodísticas han posibilitado un nuevo escenario para los propios periodistas. Antes, la visibilidad de éstos estaba condicionada a la labor de intermediación que realizaban los medios. Se conocía y reconocía el trabajo de un periodista sólo a partir de consumirlo en determinado medio. La importancia del soporte de distribución, por tanto, resultaba capital.
Pero ahora, todo eso ha cambiado. Internet nos brinda una infinidad de recursos editoriales y de plataformas de distribución como para que el periodista, de manera independiente, compita prácticamente en igualdad de condiciones con cualquier gran medio de comunicación, a la hora de ofrecer un contenido de calidad, riguroso y de interés para un determinado público.
Hoy, que nos movemos en el negocio de la atención, de la relevancia de la credibilidad y del tiempo, la marca personal del comunicador, o del periodista, resulta fundamental para conseguir esa atención, esa relevancia y ese tiempo por parte de unos usuarios que reciben inputs informativos de todo tipo, en formato multipantalla y a todas horas del día.
No es tarea sencilla, desde luego, conformar una acertada marca personal. Es, ante todo, un proyecto que requiere paciencia, que no se consigue de la noche a la mañana, y que para el profesional tiene que ser vista como una carrera de fondo en la que la planificación, con unos objetivos, estrategia y calendarios claramente establecidos, es clave.
Sobre esto, para hablar de la importancia de la marca personal, el gaditano Daniel Romero Abreu, emprendedor y empresario de éxito en la gestión de conferencias con Thinking Heads, ha participado en el Foro Cádiz organizado por Fundación Cajasol y Diario de Cádiz (ver noticia) en la capital gaditana.
"No importa nuestra imagen, importa que tengamos algo que aportar" https://t.co/4WdTkryGbq @romeroabreu pic.twitter.com/cMkY4oddS7
— Thinking Heads (@ThinkingHeads) September 22, 2017
Romero Abreu dio algunas de las claves de por qué es importante una gestión eficaz de la marca personal. Por ejemplo, ante la saturación de información a la que estamos hoy en día expuestos, “o te abrumas o te especializas”, decía. Y el hecho de que vivamos una época en la que la gente cree mucho más en la gente que en las instituciones hace que sea especialmente importante que cualquier profesional dedique un poco de su tiempo a la hora de pensar qué quiere transmitir a los demás y cómo va a hacerlo.
El conferenciante gaditano se refería, de igual manera, a la opinión generalizada de que la marca personal es la percepción que los demás tienen de ti. Opinión, a su entender, equivocada, ya que “hoy la gente ‘grita’ demasiado para ser percibido, y no se trata de ser percibido, se trata de aportar”.
La razón también la argumentaba. “Lo que yo puedo aportar depende única y exclusivamente de mi, mientras que si me centro en lo que los otros perciben, estaré dependiendo siempre de los demás”.
Y así llegaba a otra de las claves de la gestión eficaz de una marca personal: no generemos mas contenidos, no añadamos más ruido informativo a los usuarios. Lo que tenemos que generar es conocimiento.
Aportar conocimiento, en lugar de ser percibidos generando contenidos.
Ese puede el perfecto resumen para conseguir éxitos a través de la marca personal. Aplicable, por supuesto, tanto a profesionales independientes como en este caso a las empresas de la industria periodística.
Porque tanto los periodistas, como los medios, somos mucho más de lo segundo que de lo primero. La obsesión en el actual mercado in
formativo es la de publicar más y más contenido, intentando ser el primero que dice algo, yendo más rápido que ningún otro, enfocados en la tiranía del clic, de los me gusta, de los retuit y los compartidos, dedicando muy poco tiempo a la contextualización, a los trabajos bien documentados y a veces a la mínima rigurosidad y veracidad exigida en cualquier texto periodístico.
La función del periodismo es la de informar, formar y entretener. Todo aquel que se haya formado en esta profesión seguramente escucharía esta premisa, junto a otras indicaciones como la obligación de leer los periódicos o contrastar las noticias, en sus primeros días en la facultad. Entretener, desde luego, hoy los medios lo hacen tan certeramente que prácticamente se ha convertido en su especialidad; informar, lo hacen poco y a veces mal, y en cuanto a formar, no es en mi opinión ni siquiera debatible.
Puede, por ello, que esa pueda ser una de las claves para superar los difíciles retos de supervivencia y sostenibilidad económica a los que se enfrentan los medios desde hace ya varios años. Incluso para el debate tan manido del futuro del periódico en papel. Quizá en lo que debieran de centrarse, periodistas y medios, sea en ofrecer, como principal valor añadido y servicio público a sus usuarios, el aporte de ese conocimiento que tan poco practican y que a los ciudadanos tanta falta nos hace.
Únete a nuestro boletín