La Mari de Chambao canta a los sueños en el desenlance de Etnosur
El garganteo de la malagueña aviva el cierre de Etnosur 2021, también enriquecido con la frescura de Nestior
La voz de La Mari de Chambao despidió el Etnosur más intimista en Alcalá la Real, el primero con el telón de fondo de la pandemia del coronavirus. Tres días después, el festival dijo adiós envuelto en el garganteo de la malagueña: "Los sueños, sueños son", recitó con música anoche los versos de Calderón de la Barca.
La Mari —así la conoce el público y así de familiar la tutearon los asistentes al concierto en el patio del colegio Alonso de Alcalá— empezó cantando sentada junto con su equipo de cinco músicos en torno a la una de la madrugada.
Tuvo tiempo la ex de Chambao de homenajear a Camarón con versiones estupendas de Volando voy y de Rosa María, celebradas por los asistentes. Cantó la intérprete a los corazones perdidos y se puso en pie en el quinto tema para dirigirse al público:
—Estamos encantado de tocar en Etnosur —dijo, y comentó que había preparado un repertorio rico en nostalgia, con los temas más conocidos de su paso por Chambao.
Hay en las letras de La Mari un aire impresionista reconocible ("muchos soles, muchas nubes, muchas estrellas, vuela con ellas") y en canciones como Detalles se aprecia el cariz vitalista que nada tiene que ver con el 'coaching', con la autoayuda impostada.
La malagueña recuperó Duende del sur, Pokito a Poko, la dieta de Mi primo Juan y se fue de Etnosur dejando huellas de un campo semántico inspirado en deseos de libertad. Alegró también la última noche Nestior. El granadino puso ritmo, nervio y Mucho corazón, y pidió a los gritos que precisamente el corazón guíe el paso de las gentes por las tierras que van y vienen cada verano, como el festival Etnosur.
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