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"Todos mis estudiantes de Valladolid conocen Vilches"

Por Javier Cano - Junio 08, 2024
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"Todos mis estudiantes de Valladolid conocen Vilches"
El profesor, en un paisaje cien por cien vilcheño. Foto cedida por Mariano Rubia.

Hijo del municipio del Condado, aunque ejerce la docencia en la Universidad pucelana desde hace casi décadas mantiene vivísimos los lazos con su patria chica

Profesor titular de Universidad, decano de su facultad, presidente de la Conferencia Nacional y Regional de Decanos de Pedagogía, director de departamento... Todo eso ha sido o es Mariano Rubia Avi (Vilches, 1968), pero lejos de presumir de ello, cuando de verdad se le llena la boca es a la hora de confesar su querencia al terruño: 

"Vilches es mi infancia, mi familia, los valores de hermandad que hay en el pueblo, un pueblo acogedor; Vilches es fiesta, alegría, son mis orígenes, mi vida y yo lo llevo por todas partes, todos mis estudiantes conocen Vilches", confiesa a Lacontradejaén en la línea de otro filósofo, Voltaire, cuando exclamó aquello de "¡cuán querida es de todos los corazones buenos su tierra natal!".

Y es que conoce la nostalgia desde su infancia, de la que pasó un año en Jaén capital, a cuatro pasos de su pueblo, sí, aunque a él se le antojaba una distancia interminable.

Luego, otros doce meses en el instituto Virgen del Carmen de la ciudad del Lagarto y más tarde, en la Universidad granadina, de la que saldría licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación (sección Pedagogía)

Sin embargo, los recuerdos de su juventud jiennense no se borran, vaya que no: "Mi infancia en Vilches fue feliz, con unos padres modélicos. Mi padre era agente comercial y los veranos, cuando yo terminaba los estudios, me iba con él a vender quesos y jamones por pueblos de la provincia, de Úbeda a Santa Elena. "Era muy feliz".

Y viajando, viajando llegó a tierras castellanoleonesas, donde ha forjado una trayectoria personal y profesional que, eso sí, no lo han alejado lo más mínimo de su pueblo natal, por más que entre ambos puntos de la piel de toro se interpongan alrededor de quinientos kilómetros, que se dice pronto. 

"Un hermano mayor ya había hecho Pedagogía y se fue a Castilla y León, así que cuando acabé la carrera estuve seis meses en el pueblo intentando preparar las oposiciones para Secundaria pero, al final, me vine a Castilla, donde mi hermano ya estaba de profesor en la Universidad; eso fue en el 93, y en ese momento decidí quedarme", recuerda.

Así hasta que, superados los cursos de doctorado, sacó plaza de profesor ayudante de la Universidad de Valladolid en el campus soriano. Poco después obtuvo plaza definitiva, y si no continuó en la ciudad machadiana fue por culpa de un problema de salud del mayor de sus hijos, como él mismo comparte con los lectores de este periódico: 

"Pablo nació con cardiopatía, lo han operado dos veces ya del corazón y en Soria no había medios suficientes, así que cuando tenía siete años pedí traslado a Valladolid, estamos allí desde 2008", apostilla. Divorciado de su primera esposa, hace tres años llegó al mundo su pequeña Jimena, dos criaturas castellanas que, de la mano de papá, llevan en sus venas un caudal inmenso de fluido vital jiennense. 

"Ellos han pasado muchos veranos en Vilches con mi hermana y con mi madre; Jimena, en el pueblo, es donde más duerme, donde más descansa", celebra Mariano Rubia. 

Un municipio de cuyo pregón de las fiestas patronales de la Virgen del Castillo será protagonista el profesor universitario el próximo mes de agosto, menudo orgullo en sus propias palabras: "Para mí, que me propongan ser pregonero en mi pueblo es un orgullo, un honor", y añade: "Será un pregón de recuerdos y vivencias, haré mención a la familia, a la hermandad de la Virgen, la juventud, la infancia, a los valores de los vilcheños...".

Convencidos están de ello en Vilches, como expresa el alcalde del municipio, Adrián Sánchez Ruiz: "Lo hemos escogido porque, para nosotros, nuestras fiestas son el acontecimiento más importante del pueblo y tenemos que poner en valor lo bueno que tenemos". 

Al respecto, continúa: "De aquí no solo salen buenísimos médicos o artistas de la talla de Mario Bermúdez o el dramaturgo Alberto Conejero, sino también personas que destacan dentro del mundo de la educación, como es el caso de Mariano, con un bagaje investigador y de publicaciones muy importante".

Una forma, según el máximo responsable municipal, de mostrar "lo importante que es estudiar y, como hace Mariano, de enseñar a la gente a ser buenas personas y a ganarse la vida bien, y sobre todo a querer a tu pueblo desde fuera: cada vez que baja a alguna universidad de Andalucía, y aunque tenga que desviarse, él viene a ver a su gente, a su madre, su tierra".

Un "gran embajador", sentencia el alcalde, que pasa su vida siempre con su patria chica entre los labios y en la memoria, convencido de que una jubilación tardía (los profes como él pueden estirar la cosa hasta los setenta tacos y además le encanta lo que hace) no le impedirá disfrutar de la geografía sentimental que más ama: 

"Quiero pasear, tener vida en Vilches; eso a mí me llena la vida ,y se lo he transmitido a mis hijos. En esas andamos; yo quiero tener siempre casa en Vilches, de hecho lo he hablado con mis hermanos, para mantener la casa de los padres. Ir y venir al pueblo, porque ser profesor universitario hoy dia te da posibilidad de teletrabajar mucho. Es una de las cosas que quiero mantener, tener tiempo para pasarme temporadas en el pueblo". Su tierra, el solar de su sangre.

 Con algunos de sus familiares, en el pueblo que lo vio nacer. Foto cedida por Mariano Rubia.
Con algunos de sus familiares, en el pueblo que lo vio nacer. Foto cedida por Mariano Rubia.

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