Más vigilancia en el transporte escolar
LA DGT inicia una campaña, que se prolongará hasta el próximo viernes 23 de febrero, para intensificar la vigilancia del transporte escolar
Desde hoy y hasta el viernes 23 de febrero, los autocares dedicados al transporte escolar serán objeto de vigilancia por parte de los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, dentro de las campañas de seguridad vial que anualmente realiza la Dirección General de Tráfico para prevenir accidentes en este tipo de transporte.
Durante los cinco días de duración de la misma, los agentes intensificarán las inspecciones, comprobando que las autorizaciones y documentos que deben tener dichos vehículos sean los correctos para la prestación del servicio. Asimismo, los agentes verificarán que las condiciones técnicas y elementos de seguridad del vehículo son los que exige la normativa, así como los requisitos especiales que debe cumplir el propio conductor, como son el permiso de conducción o los tiempos de conducción y descanso.
La seguridad es la máxima prioridad en este tipo de transporte y las cifras de siniestralidad anuales reflejan que éste es un sector seguro, especialmente, si se toma como criterio de comparación el número de fallecidos por viajero –kilómetro recorrido.
"TENEMOS QUE COMPROBAR LOS DESPLAZAMIENTOS"
Gregorio Serrano, director de la DGT, explica: "La movilidad segura de los menores es una de las prioridades del organismo. Cada día son miles los alumnos que utilizan el autobús escolar para acudir al colegio y regresar a casa, por eso tenemos que seguir comprobando que esos desplazamientos se realizan de forma segura”. Y agrega: “Con este tipo de campañas recordamos a los padres el derecho a exigir a los centros educativos o a las asociaciones de padres para que los autobuses que se encarguen del transporte escolar cumplan todos los requisitos normativos para realizar este tipo de transporte”
La velocidad inadecuada y las distracciones son las principales causas de los accidentes en los que están implicados este tipo de vehículos, por lo que se controlará especialmente que se circula a la velocidad permitida y que no se hace uso del teléfono móvil u otros aparatos que supongan distracción. También se incrementarán los controles de alcohol y otras drogas entre los conductores.
Asimismo, el 90% de los accidentes que se producen durante el transporte escolar tienen lugar en el momento de subir o bajar del vehículo o justo en los instantes inmediatos. En muchos casos se trata de atropellos causados por una distracción del menor, del conductor del transporte escolar o de los padres. "Para evitar este tipo de accidente se recomienda a los padres respetar las paradas, ir con tiempo suficiente y no esperar a los niños al otro lado de la calzada", señalan desde la DGT.
Debido a la importancia que tiene el cinturón de seguridad en caso de accidente, la campaña prestará especial atención al uso de estos en aquellos autobuses escolares que los lleven instalados. Actualmente más del 60% de este tipo de vehículos ya lo tienen incorporado.
Según diversos estudios el uso de un sistema de seguridad en autobuses reduciría las lesiones mortales en un 90% en caso de choque frontal o vuelco, ya que correctamente abrochado evita la proyección del pasajero (adulto o niño) y reduce los impactos en el pecho, abdomen y piernas
Desde octubre de 2007 se deniega la matriculación a cualquier autobús que no lleve instalados estos sistemas de retención.
Como es habitual en este tipo de campañas, también se ha invitado a los municipios a sumarse a la misma, de modo que la vigilancia de este tipo de transporte sea tanto en zona urbana como en interurbana.
SOBRE LA ACCIDENTALIDAD
En 2016 (último año con datos consolidados) los autobuses escolares se vieron implicados en 32 accidentes (20 en vías interurbanas y 12 en urbanas), en los que no falleció ninguna persona aunque 17 ocupantes resultaron heridos.
Un estudio elaborado por la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil sobre accidentalidad y lesividad de los vehículos dedicados al transporte escolar extrajo conclusiones: la gran mayoría de ellos ocurren en vías convencionales (el pasado año el 65% ocurrieron en esta clase de vías); el tipo de accidente más frecuente es la colisión fronto-lateral, y la distracción y la velocidad inadecuada aparecen como factores concurrentes más frecuentes.
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