Mayor control en las Urgencias
Salud reforzará la vigilancia, la identificación y los protocolos de alta en Urgencias y se intensificará el control del número de acompañantes que pueden estar en la sala de espera
La muerte de Aurelia tras doce horas esperando en la sala de Urgencias del Hospital San Juan de la Cruz de Úbeda ya tiene sus primeras consecuencias organizativas. La consejera de Salud, Marina Álvarez, ya anunció que se estaban estudiando los posibles cambios en los protocolos para evitar casos como este, que calificó de "puntual". Hoy ha avanzado algunas de ellas. Se reforzará la vigilancia, la identificación y los protocolos de alta en Urgencias, con especial atención a los pacientes más frágiles y sin acompañantes. Pero no solo eso, también se intensificará el control del número de acompañantes que pueden estar dentro de estos espacios.
Así lo ha anunciado Álvarez después de reunirse, en Sevilla, con miembros del Plan Andaluz de Urgencias y Emergencias. De esta manera, los pacientes verán cómo pronto cambian los mecanismos. Se implantarán modificaciones en los sistemas informáticos que refuercen estas medidas. El objetivo es asegurar que la asistencia se presta con las máximas garantías de seguridad y calidad, especialmente en los pacientes más frágiles y que vienen sin acompañantes. Asimismo, se intensificará el control del número de acompañantes que pueden estar dentro de estos espacios y que en épocas de mayor demanda dificulta el trabajo asistencial de los profesionales y la vigilancia de los pacientes.
INVESTIGACIONES
Lo ocurrido en las urgencias de los hospitales de Úbeda y Antequera se ha analizado, según la Junta, de manera "rigurosa y exhaustiva" por los profesionales de Urgencias y el equipo directivo de ambos hospitales. Pero también por las comisiones de seguridad correspondientes y el equipo del Plan Andaluz de Urgencias y Emergencias.
“El objetivo de estas investigaciones internas es mejorar la seguridad y la calidad de la asistencia que se presta, permiten identificar en qué punto se han producido los fallos y qué medidas se pueden tomar para mejorar para responder de la forma más eficaz”, ha puntualizado Álvarez. La conclusión a la que se ha llegado por parte de estos profesionales es que son necesarios nuevos protocolos para evitar que estos incidentes vuelvan a producirse.
MEDIDAS PROPUESTAS
Son un total de cinco áreas de mejora las identificadas y que deben protocolizarse para que la actuación en las urgencias hospitalarias sea homogénea. Así, como medida fundamental se encuentra asegurar la identificación inequívoca y segura de los pacientes. Una pulsera que incluya el nombre y el apellido de cada paciente será previsiblemente el método de identificación que se exigirá en todas las Urgencias.
Otra medida clave es la vigilancia y el control que se hace de los pacientes en las estancias de espera. El equipo asistencial asignado a cada paciente a partir de su clasificación es el que debe prestar los cuidados que necesite el paciente durante toda su estancia en las Urgencias, por lo que es necesario establecer un control periódico para conocer su situación clínica. Según la consejera, se están valorando diferentes alternativas, como puede ser la designación de personal específico dedicado a ello, la realización de rondas periódicas, etcétera.
En cualquier caso, como ha subrayado Álvarez, se considera muy importante agrupar en espacios o zonas diferenciadas, con vigilancia más estrecha y permanente, a aquellos pacientes más vulnerables y frágiles, con problemas de comunicación o que acuden solos.
En lo referido al protocolo de altas, cuando no se localice al paciente tras varias llamadas, se exigirá que los profesionales realicen una búsqueda activa paciente a paciente. En muchas ocasiones, tal cual ha explicado la consejera de Salud, los pacientes abandonan las urgencias voluntariamente antes de finalizar su asistencia y lo hacen sin avisar al personal de Urgencias, por lo que se procede a cursar su alta cuando no se puede localizar. También se plantean controles a la salida, localización por radiofrecuencia y tener anotados teléfonos de pacientes y acompañantes, entre otras propuestas que deben perfilarse ahora con las aportaciones de todos los responsables de Urgencias en Andalucía.
Para Álvarez, los pacientes frágiles y más vulnerables requieren una atención especial, haciendo referencia a personas dependientes o con dificultad de relación con el medio (acompañados o no) y pacientes que acuden solos (aunque en ese momento tenga un estado general que no requiera una asistencia especial), principalmente. Para reforzar su vigilancia, se plantean medidas identificativas y organizativas y modificaciones en el sistema informático que registra los episodios urgentes en la Historia Clínica Digital del paciente.
En lo referido a medidas identificativas, se plantea el uso de pulseras con color diferente. Las medidas organizativas están referidas a asegurar que se encuentran en salas de espera diferenciadas, donde se agrupa a los pacientes de mayor gravedad clínica. Cuando sólo exista una sala de espera, se dispondrá el espacio de manera que puedan agruparse los pacientes por gravedad y fragilidad. En dichas salas, tendrán una vigilancia más estrecha y su búsqueda siempre será personalizada.
En el sistema informático se han propuesto varios cambios, como es la adscripción de la enfermera referente para cada paciente desde el momento de triaje, igual que ya se asigna al personal facultativo. También se trabajará para que, cuando se supere el tiempo máximo de espera aconsejable en un nivel de prioridad, el sistema informático asigne automáticamente el siguiente nivel de mayor prioridad, previniendo así demoras en pacientes que pueden experimentar un cambio de evolución. El sistema informático también podrá asignar colores para cada paciente, igual que se propone con las pulseras identificativas.
Con todo ello, se reforzarán las señales de alerta necesarias para un mejor control de los pacientes vulnerables y de aquellos que acuden solos y pueden tener dificultad para comunicar un empeoramiento de su situación clínica, según ha puntualizado Álvarez.
ENCUENTRO
En esta reunión, celebrada en el Hospital Universitario Virgen del Rocío, se ha hecho balance del Plan de Alta Frecuentación junto a responsables médicos y de enfermería de las urgencias hospitalarias y de atención primaria, unos 100 profesionales. De igual modo, se han analizado los nuevos protocolos que se han identificado como necesarios tras los incidentes ocurridos en Úbeda y Antequera. La consejera andaluza ha estado acompañada por el director del Plan, Luis Jiménez, y la directora gerente del Servicio Andaluz de Salud, Francisca Antón.
“Somos la Administración sanitaria y velamos por la salud de las personas 365 días al año y durante 24 horas al día; nuestro objetivo es el error 0 y los protocolos y circuitos con los que contamos nos permiten atender con calidad a la gran mayoría de usuarios, pero en 100 millones de actos sanitarios al año o en las más de 30.000 urgencias que atendemos cada día pueden fallar los procedimientos establecidos, de modo que ante incidencias graves debemos asumir la responsabilidad que nos corresponda y exige el análisis e introducir mejoras para que no vuelva a ocurrir”, ha dicho. A este respecto, ha incidido en “la necesidad de implantar y reforzar de la forma más inminente posible nuevos protocolos para corregir lo que haya fallado”.
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