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Una medalla de oro para una baezana 'de incienso'

Por Javier Cano - Febrero 17, 2024
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Una medalla de oro para una baezana 'de incienso'
La galardonada, con el pendón de Baeza entre sus manos. Foto cedida por Josefa Inés Montoro.

Con un currículo cofrade y profesional apabullante y de excelencia, Josefa Inés Montoro Cruz suma a sus vitrinas la distinción de la Agrupación Arciprestal

Archivera municipal de Baeza durante treinta y dos años, historiadora, autora de varios libros y de un sinfín de artículos...

Y eso, solo en el aspecto profesional. Una trayectoria a la que suma un currículo cofrade de esos que apabullan, imposible siquiera de resumir sin riesgo de dejar fuera uno de tantos trascendentales datos como lo conforman. 

Se llama Josefa Inés Montoro Cruz, nació en la ciudad machadiana en 1950 y acaba de ser galardonada con la medalla de oro de la Agrupación Arciprestal de Cofradías de su patria chica.

Una preciada distinción que reconoce el trabajo de toda una vida al servicio de su tierra, tanto desentrañando reveladores legajos como participando de las principales tradiciones del municipio: "Es un honor enorme, y por mi parte un agradecimiento impresionante", celebra.

De todo menos una suerte de elegante 'jubilación' cofrade, porque lejos de apartarla de la actividad, a Josefa Inés le siguen llegando peticiones, encargos: "Recientemente acabo de hacer un informe del Santo Sepulcro, que tenían incorrecta su fecha de fundación", aclara. 

Avezada paleógrafa, por sus manos han pasado cientos y cientos de antiguas páginas que guardan la historia moderna y contemporánea de Baeza, que a través del tamiz de su excelencia profesional han aportado luz sobre el pasado de su ciudad: "Lo que me pidan, yo lo sigo haciendo, me siento bien, tengo setenta y cuatro años y estoy jubilada", comenta. 

UN HOGAR CONDECORADO

Sabe lo que es eso de acumular premios en casa, no tanto por ella misma como por su marido, Fernando Viedma, que a más de la misma medalla que ahora llega al cuello de Josefa Inés acumula nombramientos y honores a mansalva. 

Ahora le ha tocado a ella, y asume con humildad un reconocimiento que, año tras año, convierte en insigne a la persona señalada para recibirlo. 

Camarera, cronista, miembro de juntas de gobierno, responsable de publicaciones, pregonera... "Estoy vinculada a las cofradías por mi familia, mis padres eran muy cofrades; y además me casé con un hombre que también lo es (pertenece a diecisiete cofradías)", asegura. 

Devota de un buen número de imágenes, pero del delicado Jesús de la Caída como debilidad, lo tiene claro: "Si volviera a nacer sería archivera y cofrade. Antes de sacar la plaza en el archivo, mi verdadera vocación era la enseñanza; pero yo no quería ni podía moverme de Baeza, mi marido es farmacéutico y si me hubiera hecho profesora, me podría haber tocado cualquier parte de Andalucía", explica.

Si a ello se suma que desde temprana edad le encantaba el ambiente de los archivos, miel sobre hojuelas. Josefa Inés Montoro Cruz, quien desde ahora llevará la distinción que hace de ella una mujer ilustre, una baezana de medalla de oro y 'de incienso'.

 Con su esposo e hijo, Fernando Viedma Puche y Fernando Viedma Montoro, respectivamente, ante una de sus principales devociones, Jesús de la Caída. Foto cedida por Josefa Inés Cruz.
Con su esposo e hijo, Fernando Viedma Puche y Fernando Viedma Montoro, respectivamente, ante una de sus principales devociones, Jesús de la Caída. Foto cedida por Josefa Inés Cruz.

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