“Un mercado de 150 años puede ser un museo”
Daniel Berrios Martínez (Jaén, 1983) empezó a trabajar con 17 años. Se ha curtido en campos tan diferentes como la hostelería y la vida del comercial a pie de calle, trabajo que desempeñó casi una década. Es portavoz y secretario de la Asociación del Mercado de San Francisco desde hace un par de años. También es charcutero. Sabe perfectamente cuál es el mensaje que el colectivo necesita colocar en lo público: la peatonalización, tal y como está concebida, es un despropósito para la gran familias de comerciantes.
—¿Qué les ha empujado definitivamente a apoyar ‘Jaén Merece Más’?
—El motivo es muy simple. Está claro que Jaén necesita más movilización por parte de todos los colectivos, y vimos una oportunidad de integrarnos en una plataforma que representa a todos por igual. Eso nos ayuda a que cualquiera de nuestras reivindicaciones podamos llevarla a cabo junto con la plataforma.
—Un suelo nuevo, optimizar la climatización y arreglar los ascensores. ¿Esas son las principales demandas de la asociación?
—Son sólo el comienzo. Pero vamos mucho más allá. Dentro de tres años será el 150 aniversario del Mercado de San Francisco. Nos parece un dato histórico. Así que no se trata sólo del suelo o de arreglar un ascensor; lógicamente son cosas que ya deberían funcionar. Lo que pedimos es unos arreglos y mejoras para llegar a esa fecha de forma óptima.
—¿Y cuáles son las demandas de los usuarios?
—Los clientes piden que estemos aquí trabajando y que no se vean puestos cerrados. Tenemos que conseguir que los pocos cerrados que hay se abran. El cliente también pide una climatización, como en cualquier centro comercial: que vengas y no pases frío ni calor. Que haya accesos en condiciones tanto para los vehículos como para los viandantes. Pedimos justo lo que necesita un mercado tan grande como el nuestro.
—En 2020 será ese aniversario tan especial del mercado. ¿Es posible darle un aire de museo?
—Es una de nuestras ideas. Hay gente en Jaén que desconoce que tenemos uno de los mercados más antiguos de Andalucía. Contamos con muchos comerciantes como Plácido, nuestro vicepresidente, que viene de una tercera generación. Sólo recopilando imágenes se podría hacer desde exposición de fotos hasta de materiales que se usaban antes. Así se le daría al mercado un ambiente más enfocado hacia el turismo.
—¿Lo han sugerido a las administraciones?
—Estamos en ello. Lo hemos dicho de pasada. En una próxima reunión con el alcalde, Javier Márquez, se lo comentaremos. Aparte de invertir en las infraestructuras, se puede hacer para transformarlo en algo histórico.
“TENEMOS PROBLEMAS PARA EL ACCESO”
—¿Cuál es la posición del colectivo respecto a la peatonalización?
—Tuvimos una asamblea general hace poco. Todos coincidimos en que conforme se está haciendo nos perjudica. Hay muchas cosas que se quedan en el aire, y que deberían quedar más claras: desde el propio acceso, como hablábamos antes, hasta el asunto del transporte público. Un mercado de 150 años no puede morir por la peatonalización. Sería muy triste y muy lamentable.
—¿Qué les preocupa?
—Lo que más es que el cliente no puede llegar fácilmente a nuestro mercado. Que uno de nuestros clientes —por razones de atascos o calles cortadas— no pueda llegar como debería.
—Y qué se puede cambiar o corregir para que la peatonalización no les suponga un peligro, y sea incluso un impulso.
—Nosotros pensamos que las condiciones que se deben cumplir son tres. Por un lado, un mejor acceso para la zona sureste. Los vecinos de La Glorieta, San Felipe y La Alcantarilla tienen que dar una vuelta muy grande para llegar aquí. El acceso es muy largo, y hay gente que no está dispuesta a darlo. Así que necesitamos un acceso más rápido para toda esa gente.
Luego el asunto de los aparcamientos: quien llegue aquí no puede encontrarse un parking completo. Eso significa salir y volver a dar un rodeo. Ningún cliente aceptaría eso. El parking actual tiene una estructura delicada, como nuestro mercado, y se le pueda dar una vuelta. Y los aparcamientos prometidos deben estar puestos en marcha ya, antes de la peatonalización.
La tercera demanda compete al transporte público, taxistas incluidos. Hace falta un acceso mucho más rápido. Que tengan que pasar por el mismo anillo que los demás perjudica mucho; ralentiza la llegada de los vehículos cuando podía ser mucho más sencillo a través de calles semipeatonales, como las de otras ciudades.
“NO ME IMAGINABA DE CORTADOR DE JAMÓN”
—¿Cuándo empezó usted a vender en el mercado?
—En 2014 junto con mi mujer, Ángela Martínez. Ella tenía tradición familiar en el Mercado de San Francisco. Animado por ella empecé a echarle una mano. Hasta que me quedé.
—¿Tuvo claro desde niño que se dedicaría a ser charcutero?
—No, porque soy sobre todo cortador de jamón. Esa es mi profesión. Y no me lo imaginaba ni hace siete años, cuando trabajaba de comercial. Aparte de mi trabajo, es mi afición.
—¿Qué es lo que más le gusta de su oficio?
—En el corte de jamón disfruto cuando participo en certámenes. Conozco gente y es genial. Así también enseño lo que aprendo aquí en el mercado.
—¿Qué tal en los certámenes?
–Bien. Tengo varios premios creativos en el ámbito nacional. Algún primer galardón y también segundos. Ahora, en el ranking nacional, estoy el número 12. Voy bien. Por ahora.
—Vivimos una era de auge del comercio digital. Hay gente que compra la comida desde el ordenador. ¿Ustedes venden más o menos?
—Sí que se nota que la gente joven toma nuevos hábitos. Yo creo que es una competencia que igual no debería de serla. Porque tenemos que progresar y deberíamos cambiar algunas cosas de las que hacemos para abarcar la venta por web. Es una adaptación que llevaría tiempo, pero hay que hacerla.
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