Los microseísmos regresan al mar de olivos
El Instituto Geográfico Nacional registra más de media docena de temblores en los últimos diez días, la mayoría localizados en Peal de Becerro
Tras semanas sin registro alguno, el Instituto Geográfico Nacional vuelve a detectar pequeños temblores de tierra en el mar de olivos. Son imperceptibles al ser humano, por lo que no revisten gravedad. En los últimos diez días se han contabiliza más de media docena de microseísmos, según los datos consultados por este periódico.
El primero de los temblores se detectó el pasado 28 de diciembre. Esa madrugada se produjeron tres en Peal de Becerro de magnitudes 2, 1,8 y 1,7. El cuarto llegó con el año nuevo. Se localizó en Martos y fue de 1,7.
De acuerdo con las mismas fuentes, los dos últimos microseísmos han vuelto a registrarse en Peal de Becerro, durante las noche y madrugada del 3 y el 4 de enero de 2022, respectivamente. En estos casos, las magnitudes son de 1,8 y 2, lejos de ser sentidos por el ser humano.
En el recuento de los 30 últimos días, el Instituto Geográfico Nacional indica que han sido diez los movimientos. El penúltimo se anotó ayer por la tarde, en Peal de Becerro. A las nueve menos cuarto, mientras la cabalgata de los Reyes Magos estaba en la calle, la tierra se movió con una magnitud de 1,7.
El más intenso de todos se ha registrado este mismo jueves. Ha sido a las doce del mediodía y con magnitud 2,3.
Lejos queda ya la serie sísmica de Jódar-Peal de Becerro, por ejemplo. Solo en 2018 se contabilizaron 653 temblores, que continuaron durante todo el año siguiente. Treinta alcanzaron o superaron la magnitud 3.0 grados y tres la de 4.0. La energía total liberada por la serie durante durante ese periodo fue la equivalente a un terremoto de magnitud aproximadamente igual a 4.6
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