La ficción del toque de queda para quienes sobreviven en la calle
Sebastián Martínez, trabajador en Mancha Real, relata cómo vivió el momento en que tres migrantes refugiados en una obra pidieron agua y calcetines al equipo de calle de Cáritas
"Nos habían avisado de que había tres personas en condiciones infrahumanas en Mancha Real". Así comienza la historia que ha impactado a Sebastián Martínez, trabajador de Cáritas, por primera vez en el equipo de calle de la organización este año. En efecto, descubrió a tres migrantes en el aljibe de una estructura por edificar de pisos, sin paredes. Ahí aguantaban la embestida del frío.
Martínez, técnico de la organización desde 2012, ha compartido lo que sintió en su muro de Facebook. Ha titulado el post 'El valor de unos calcetines'. "Estaban en una especie de agujero bastante escondido. Ahí tenían cartones y escasas pertenencias hechas una bola", precisa el trabajador de Cáritas en declaraciones a este periódico.
La asistencia fue la medianoche del miércoles al jueves. Al día siguiente, el equipo de Cáritas les llevó a los tres migrantes café y mantas. "Ellos por la mañana buscan tajo en la recolecta y luego regresan a la calle. Hay toque de queda para todos por la pandemia, pero sin embargo aún malviven personas en la calle", lamenta.
Acostumbrado a faenar en la oficina, Sebastián Martínez no esperaba qué le iban a solicitar las personas a las que ayudó. "Uno de ellos, el más mayor, de unos 55 años, nos pidió que necesitaban varios pares de calcetines. Antes les habíamos llevado agua", narra. La escena no es exclusiva de Mancha Real. En Alcalá la Real el Ayuntamiento cerró recientemente un pasaje de la Avenida de Andalucía después de que lo solicitara la comunidad de vecinos de la zona.
El trabajador de Cáritas Jaén recuerda que, hasta hace unos días, el albergue de Mancha Real estaba cerrado por culpa de la pandemia. Sin embargo, tal y como publicó este periódico el viernes, ya está abierto. Conviene recordar que el de Mancha Real era uno los siete centros de atención que no se iban a abrir durante esta campaña. "No queríamos que nadie durmiera en la calle y por eso hemos salido a ayudar", expresa. Queda claro que el auxilio sigue siendo vital para quienes el toque de queda es, desde el inicio de la crisis sanitaria, una ficción.
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