La biblioteca de Frailes busca a jóvenes promesas de la narración
Los peques del municipio participan en un concurso literario de minicuentos, de la mano de Animahist, cuyo ganador se conocerá el próximo miércoles
Tiene Frailes una iglesia parroquial del XVI, dedicada a Santa Lucía mártir, que capitaliza el repertorio patrimonial del municipio por su indudable valor histórico-artístico y de la que los fraileros se sienten la mar de orgullosos, como tiene que ser. Junto con el templo, el vino de la zona, los quesos y otras maravillas gastronómicas dejan el mejor de los sabores de boca a quienes se acercan a este rincón de la Sierra Sur.
Pero tiene, además, eso que Mark Twain definió como el más duradero de los monumentos: una biblioteca pública que no ceja en su empeño de hacer de los más jóvenes del lugar ávidos lectores. Sí, Frailes destila cultura por todos los poros de su paisaje, hermosísimo y singular donde los haya. De ahí que la actividad en torno a los libros tenga siempre un hueco importante en la programación local.
Este miércoles, día 29, sin ir más lejos, las instalaciones que atiende, cada miércoles, la dinamizadora Mónica Gordo Ayén (de la empresa Animahist) albergarán el acto de entrega de premios de un concurso literario que tiene en los peques fraileros a sus protagonistas.
"Un miércoles al mes hacemos algún tipo de actividad de dinamización, enfocada hacia los niños. En ocasiones anteriores han hecho manualidades y otras actividades, pero esta vez se trata de un concurso de cuentos, para dejar volar su imaginación", aclara la encargada de la biblioteca.
El pasado 22 de enero, niños de siete años en adelante se congregaron en el local y, lápiz en mano, escribieron sus minicuentos acompañados de dibujos alusivos. Desde entonces hasta el miércoles próximo, el 'jurado' valora los escritos y sus ilustraciones para decantarse por un ganador, que se convertirá de la noche a la mañana en toda una promesa de la narración.
"La idea de esta iniciativa es que acudan a la biblioteca y se lleven libros", apostilla Mónica Gordo, y a fe que lo consiguen, habida cuenta el movimiento de peques que albergaron las instalaciones durante la cita. Ahora toca esperar, un par de días solo, para saber cuál de los tres cuentos aspirantes se lleva la palma (las palmas, mejor dicho). Sea cual sea, eso sí, el hecho de interesarse por la lectura los convierte ya, a todos, en vencedores.
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