Emprender con el Señor Miyagi
"Te compraba la tienda entera", le dicen algunos clientes a Rocío Cabrera,
empresaria novel con la franquicia el Señor Miyagi
El miedo a emprender estuvo ahí para Rocío Cabrera Sánchez (Jaén, 1977) antes de emprender su primer y hasta la fecha único negocio. Hizo suya la mentalidad del mítico Señor Miyagi: dar cera, pulir cera. Lo lleva haciendo desde comienzos de diciembre, cuando puso en pie la primera franquicia en la capital que lleva el nombre del actor de Karate Kid.
Es miércoles 13 de febrero y son poco más de las 10:00 horas. La jiennense atiende a este medio en un espacio de unos 30 metros cuadrados ubicado en pleno centro, en la calle Navas de Tolosa. Aficionados al cine y a las series de animación tienen qué elegir: camisetas, tazas, muñecos, cuadernos de notas y llaveros, entre otros artículos.
—Me animé con la franquicia por las facilidades que ofrece. Claro que tienes esa incertidumbre de cómo irá, pero ahora estoy muy contenta.
Lo suficiente como para darle los 'buenos días' a una tienda que llama la atención también por las paredes rojas.
—¿Y qué es lo que más vende?
—Harry Potter —responde, y muestra camisetas del famoso mago.
La música del ordenador de Cabrera sirve de banda sonora para la cantidad de personajes que habitan la casa de Miyagi, desde Goku hasta el Monstruo de las Galletas pasando por Naruto y Mario Bros. Es un mundo plural.
Hay clientes que, encantados con el interior, amagan con comprarle "la tienda entera". La cosa marcha.
—Podrían vender los cuadros.
—No es la primera vez que nos lo dicen.
El Señor Miyagi quiere echar raíces en Navas de Tolosa. El mercado tiene la última palabra.
Fotografías y vídeo: Fran Cano.
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