LA MOVILIDAD ESTUDIANTIL QUIERE DESPEGAR
Universitarios y estudiantes de institutos cuentan su experiencia con la movilidad internacional con la pandemia como telón de fondo; la UJA confirma que el número de salientes ha bajado a la mitad
La vida académica continua aun con el coronavirus, y la movilidad internacional de los estudiantes que llegan y se van de Jaén se traduce en cifras muy por debajo de la realidad antes de la crisis sanitaria. La comunidad saliente ha caído en un 50%, mientras que el número de la entrante mengua hasta el 70%, según los datos trasladados por la UJA a este periódico.
Sebastián Bruque, vicerrector de Internacionalización, apunta a las "fuertes restricciones" a la movilidad internacional como los factores que propician los datos. "Muchos estudiantes, sobre todo los que vienen de Asia y de América Latina, han tenido que posponer sus experiencias por el virus", expresa.
Para el curso 2021/2022 hay en torno a 300 estudiantes preparados para completar ejercicios académicos en otros países y cerca de 350 que llegarán a Jaén. En un año normal, sin coronavirus, salen desde la UJA 600 matriculados y llegan de fuera 900 estudiantes. Bruque especifica que los registros se recuperarán en torno al segundo cuatrimestre del curso que comenzará tras las vacaciones de verano.
La Universidad cuenta, aparte del tejido de estudiantes que se adhieren a programas de movilidad como Erasmus, con 1.500 estudiantes afincados en Jaén para completar grados o posgrados. "Este flujo no se ha visto afectado por la pandemia. Tienen visados especiales y están todo el año", subraya el vicerrector de Internacionalización.
"REGRESÉ A NAVAS DE SAN JUAN EN MITAD DEL ERASMUS POR EL VIRUS"
Juan Ibáñez Siles (Navas de San Juan, 1999), estudiante de Derecho en la UJA, lo vivió prácticamente todo el curso pasado, cuando se fue a Bolonia (Italia) de Erasmus. Al principio de la estancia el común denominador fue la ilusión: un lugar por descubrir, amigos nuevos, un idioma por aprender y viajes en manada. Todo iba a pedir de boca hasta que en febrero de 2020 los medios de Italia contaron el estallido del coronavirus. "Recuerdo que como apenas veíamos la televisión reaccionamos con incredulidad. Yo no estaba ni asustado", rememora en conversación por teléfono con este periódico.
Una noticia sí lo inquietó: alertaba de que las mascarillas en Italia se estaban agotando. Los supermercados se vaciaban, nadie salía de casa y el precio de los vuelos aumentaba de repente entre "200 y 300 euros". Fue ahí cuando Juan Ibáñez se preguntó qué estaba pasando. "Mis padres me llamaron muy preocupados y me pidieron que regresara. Vi un vuelo por 60 euros y el 27 de febrero del año pasado regresé a España con una mochila y dos mudas. Creía que sería por un tiempo y después volvería a Italia", relata.
Pero no volvió. Nada más pisar Navas de San Juan advirtió que había vecinos que guardaban la distancia con él. Eran las semanas previas al confinamiento severo en el marco del Estado de alarma. Resultó un Erasmus alocado. "Fue una experiencia agridulce, porque hice amigos para toda la vida, pero tuve que volver antes de tiempo", valora. La UJA le dio la opción de repetir el Erasmus, pero, preocupado por la situación sanitaria, decidió dejarlo pasar. Es optimista un año después: "A quienes se vayan ahora les aconsejo que opten por una residencia. Es más fácil mantener el grupo burbuja que un piso".
"TENGO AMIGOS QUE SE HAN ECHADO PARA ATRÁS, PERO YO QUIERO VIVIR EL ERASMUS"
Pedro Joaquín Requena Magaña (Navas de San Juan, 2001) viajará a Salerno (Italia) en septiembre para vivir su primera experiencia Erasmus. Tiene el alojamiento contratado junto con dos amigos más de la carrera de Ciencias Políticas, de modo que salvo hecatombe no hay vuelta atrás. "Conozco a gente que por el miedo a la pandemia no ha querido irse este año, pero yo desde el inicio del grado quería vivir el Erasmus: es una de las grandes ofertas de la Universidad", explica a este periódico.
Requena tenía en sus planes desarrollar el tercer curso de la carrera fuera de España. Lo va a conseguir en un país del que le atraen la cultura y las costumbres, pero nunca imaginó que antes todo sería tan accidentado: "El segundo año ha sido prácticamente telemático. Así que más claro tuve que en el tercero me iría", dice y señala que en caso de que la situación epidemiológica empeore ostensiblemente tiene la opción de cancelarlo todo.
El joven ya ha recibido la dosis única de la vacuna Janssen y está listo para viajar. Al igual que su paisano Juan Ibáñez, manda un mensaje de energía a quienes duden sobre si 2021 es el año para estudiar en otro país: "Hay que lanzarse porque es una oportunidad única. No nos volveremos a ver en otra ocasión de estudiar y vivir en países de Europa".
"DEBEMOS SEGUIR AVANZANDO Y VIVIENDO INCLUSO EN PANDEMIA"
Elhem Rdhaonuia, estudiante tunecina, llegará pronto a la UJA con motivo de una estancia de investigación para el doctorado. "Debemos seguir viviendo y avanzando incluso en pandemia", asegura en una entrevista con Lacontradejaén vía Facebook, y pone el acento en la necesidad de mantener las medidas más elementales para combatir al Covid-19: "Siempre practico el distanciamiento físico, evito las multitudes y pronto estaré vacunada".
La estudiante dice que no le preocupa viajar ahora, pues los datos de vacunación —España lidera la vacunación completa frente al virus entre los grandes países— le reportan tranquilidad.
Elhem Rdhaounia ha elegido Jaén porque le interesa el campo de las energía renovables. Busca alojamiento antes del viaje y ya comparte impresiones con otros estudiantes de movilidad internacional a través de grupos de Facebook, donde suele haber interacción con futuros arrendatarios. El mercado de la vivienda vinculado al ámbito estudiantil fluye en julio y en agosto.
LA MOVILIDAD DE CORTA DURACIÓN EN INSTITUTOS
Prueba de que la vida académica internacional sigue es también el programa Erasmus+ KA229, tipo de movilidad que se desarrolla en una semana. José Luis Ruiz, profesor de Matemáticas del IES Alfonso XI de Alcalá la Real, coordina el programa 'Rutas Matemáticas por Europa' en el que participan centros de Croacia, Polonia, Portugal e Italia.
Cada uno de los países ha organizado una movilidad que en total ha alcanzado a 40 estudiantes, con el inglés como factor común. "La idea del proyecto ha sido visitar cada una de las ciudades para conocer el patrimonio cultural e histórico a través de desafíos matemáticas", precisa. Cabe recordar que la iniciativa estaba pensada para 2018, Año Europeo del Patrimonio Cultural.
Ruiz y nueve alumnos del 'Alfonso XI' —seis mayores de edad y tres por debajo de los 18 años— han estado en Polonia desde el 17 hasta el 24 de julio porque la situación en términos de epidemia ahora es "perfecta", según describe: "La gente va sin mascarilla, no hay casos de coronavirus y todos los centros estuvimos de acuerdo en apostar por Polonia. Nosotros hemos vacunado a los mayores y otros se han hecho el test de antígenos".
El docente señala que los protocolos por la pandemia son diferentes en función de los países de destino, y que obviamente viajar en estas condiciones es más complicado. "Los chavales lo han pasado muy bien. Ha sido una experiencia muy bonita", resuelve.
Hay un mayor celo con los viajes, claro. Pero en los consultados por este medio, tanto alumnos como docente, converge el deseo de conquistar uno de los grandes hitos estudiantiles: vivir experiencias en otros rincones del mundo. El virus lo había frenado, y ahora la movilidad de los estudiantes despega con ganas.
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