El mar de olivos "no se fía" y clama por una voz propia
Olivareros jiennenses se echan a la calle a pie o en tractor para rechazar el decreto de convergencia de la PAC y anuncia movilizaciones más contundentes
—Que nadie dude que en cuanto la pandemia lo permita, las movilizaciones serán más contundentes.
Después de más de un año, el sector olivarero jiennense ha vuelto a echarse hoy a la calle en una lucha que nació en mayo de 2019 y que se bautizó como el "espíritu de las batallas". Fue el germen de las movilizaciones que meses después recorrieron numerosos rincones de España bajo el lema "agricultores al límite".
El coronavirus paralizó cualquier atisbo de protesta, pero no con ello los retos conseguidos. Se han dado pasos como, por ejemplo, la aprobación de mecanismos de autorregulación o la nueva norma de calidad del aceite de oliva. Sin embargo, no son medidas suficientes para estabilizar los precios de un mercado que vive a merced de los dientes de sierra, cuando hoy el oro líquido se vende a tres euros y dentro de un mes a dos.
A días del segundo aniversario del nacimiento del movimiento reivindicativo, las organizaciones agrarias y las cooperativas han vuelto a demostrar la unidad del olivar jiennense. No ha sido con la protesta que les hubiera gustado, quizás menos impactante ante los medios de comunicación y los políticos, que son los que toman las decisiones. Pero tienen claro que en cuanto la pandemia lo permita, las protestas serán igual o más contundentes que antes y "Jaén volverá a liderar" la lucha del campo español.
Mientras tanto, cerca de un millar de tractores y vehículos agrícolas y cientos de olivareros han secundado las tractoradas y concentraciones que ASAJA, COAG, UPA y Cooperativas Agro-alimentarias han celebrado a lo largo y ancho de la provincia de Jaén. El sector ha vuelto a salir a la calle, cumpliendo escrupulosamente las medidas sanitarias y sin salir de los pueblos, para reclamar una convergencia menos brusca y una PAC beneficiosa para la provincia y para Andalucía.
La revindicación principal, en estos momentos, es la derogación del Real Decreto de Convergencia en pro de una adaptación a la norma al ritmo paulatino que ya estaba acordado para el periodo actual. Pero es más, solicitan el apoyo al complejo agroalimentario andaluz con vistas a la nueva PAC para una elaboración del Plan Estratégico que permita cumplir con las directrices europeas respetando nuestra diversidad productiva.
Pero los compromisos los quieren por escrito, porque el campo jiennense ya "no se fía", como ha reconocido el secretario general de UPA Jaén, Cristóbal Cano, que demanda que a la provincia se le otorgue la importancia que tiene.
—Jaén debe tener voz propia y específica dentro de todos los debates sobre la PAC por el peso que tiene la agricultura en nuestra economía. Y no vamos a consentir que la provincia y, sobre todo, el modelo mayoritario que es la agricultura y la ganadería familiar y profesional sea el que pague el pato como ha venido ocurriendo aplicación nacional tras aplicación nacional.
Y lo defiende porque aunque los precios son razonables para el aceite de oliva y cubren los costes de producción en el olivar tradicional, siguen siendo imprescindibles mecanismos de regulación de mercado que den estabilidad. Ello pasa también por una PAC justa y una convergencia paulatina, como defiende el secretario general de COAG Jaén, Juan Luis Ávila.
—Estamos hablando de personas a las que se les ha producido un sablazo de un día para otro tremendo. De un algodonero de Andújar con 10 hectáreas que ha perdido un 20% de su subvención, de un olivarero con 10 hectáreas de regadío que de un día para otro ha perdido 1.500 euros, de ganaderos sin tierra pero con una explotación potente que han perdido el 50%.
El sector agrario jiennense entiende que la reforma no puede hacer daño a una provincia y a una región que tienen un peso específico y muy importante en la economía de nuestro país. De ahí que se hayan retomado las manifestaciones, en unidad de acción, para exigir medidas que garanticen la supervivencia del sector agrario y, en particular, del olivar, así como el futuro de nuestros pueblos y de nuestro medio rural.
El presidente de la sectorial del aceite de oliva de Cooperativas Agro-alimentarias, Cristóbal Gallego, ha exigido al Gobierno de España que mantenga el criterio actual de reparto de ayudas comunitarias porque se apuntala en los derechos adquiridos por los agricultores y ganaderos andaluces. Gallego ha aclarado que esta distribución de las ayudas se deriva del esfuerzo realizado por el sector del olivar para la mejora de sus cultivos, por lo que ha calificado de injusto que detraiga parte de las ayudas (en torno a 150 millones de euros anuales solo en Jaén) para beneficiar a otros territorios.
Por eso, el sector olivarero, con el respaldo de sus pueblos, se ha echado a la calle en una protesta que han calificado de exitosa, a ojos del gerente de ASAJA-Jaén, Luis Carlos Valero.
—Ha sido la forma de movilizar a miles de personas que, por la situación actual que estamos viviendo de pandemia, no podríamos haber concentrado en la capital o en las cabeceras de comarca.
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