Adiós a un actor entrañable, y de Jaén

Manuel Tejada, que se hizo popular con papeles como el de padre de Bea y Tito en la mítica serie Verano Azul, nació en 1940 en Puente de Génave, donde su padre fue destinado como agente de la Guardia Civil

Desde su debut cinematográfico en una de aquellas películas musicales que hacían furor en los 60, con Marisol o Rocío Dúrcal como protagonistas, la trayectoria del actor Manuel Tejada respondió a ese destino común de un montón de intérpretes patrios que ¡ay si hubieran nacido allende los mares! La de mansiones que se podrían haber comprado. 

Su adiós a este mundo, el pasado miércoles, a los setenta y nueve años de edad y tras resistir los envites de una larga afección, han puesto en la palestra la carrera de este todoterreno de la escena que acumuló horas y horas de funciones reconocidas con el Premio Mayte, o lo que es lo mismo, el Goya del teatro español, que en eso de recibir parabienes no anduvo escaso. 

Todo lo tocó, y todo bien, si se atiende a su palmarés y a su presencia en algunos de los títulos más emblemáticos de la gran y de la pequeña pantalla, del propio teatro, del doblaje... Ahí están personajes inolvidables como el siempre conciliador y discreto Agustín de Verano Azul. 

Sí, el padre de Bea y Tito, al que solo Elisa Montes (su esposa en la ficción) enervaba a fuerza de quitarle visión trasera en el coche, de tanta maleta y tanto cacharro como volvió de Nerja a Madrid en el último capítulo de la legendaria serie de Mercero.

No lo delataba el acento, ni mucho menos, pero la bien templada voz de Manuel Tejada exhalaba aromas serranos del mar de olivos. Sí, la sentencia entrañablemente chovinista de que 'a quien Dios quiso bien, casa le dio en Jaén' le cuadraba al actor como un traje de época o la vestimenta pobre que lucía en su inolvidable papel de Tono en Cañas y Barro, otro exitazo de la tele hispana setentera y, hoy, un clásico del género:

"No mantenía ninguna relación con Puente de Génave porque era una persona que nació de manera accidental aquí; era hijo de guardia civil y le tocó destino aquí, yo no sé si estuvo uno, cuatro o cinco años y luego se marcharon a otro destino; es decir, que era del pueblo de manera circunstancial".

Son palabras de Ramón Gallego, el alcalde pontonero, que confiesa que la noticia de la muerte del artista ha caído como un jarro de agua fría sobre quienes conocían su origen serrano: 

"Sabíamos que era de aquí, esta mañana [por ayer] lo hemos estado comentando, incluso teníamos pensado, estábamos dándole vueltas, antes de que falleciera, a hablar con él, a que viniera un día o que diera el pregón de fiestas", explica el regidor. "Nos ha pillado a contrapié", apostilla Gallego. No podrá ser.

Fotografías: RTVE