El Abuelo pierde a Moni, la eterna sonrisa de sus camareras

La cofradía se muestra consternada ante la repentina muerte de Ramona Martos Cruz, una de sus más conocidas y queridas camareras mayores

"Consternados". Así están los miembros de la Antigua, Insigne y Real Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores, El Abuelo de Jaén, desde que han conocido la repentina noticia del fallecimiento de Ramona Martos Cruz, 'Moni' para la legión de devotos del Señor de los Descalzos que recuerdan y lloran hoy a la eterna sonrisa de sus camareras.

Camarera mayor en anteriores juntas de gobierno, al parecer se sintió indispuesta ayer por la tarde y, tras acudir a Urgencias, fue trasladada a Córdoba, donde ha fallecido, confirma Ricardo Cobo, hermano mayor del colectivo de la Madrugada.

"Las noticias que tenemos todavía son confusas, ha sido todo muy rápido", lamenta Cobo, que recuerda cómo hace pocos días, en la celebración del triduo a Nuestra Señora de los Dolores, Martos estuvo presente en los cultos y nada hacía presagiar este triste desenlace.

"Estamos consternados, primero por lo imprevisto y segundo por el vínculo no solamente cofrade, sino de amistad y cariño de tantísimos años que teníamos con ella. Una mujer de carácter afable, muy querida por todos nosotros y una gran devota de Jesús y de la Virgen de toda la vida".

La noticia ha caído como un jarro de agua fría en el seno de la cofradía, que hoy mismo tiene previsto recibir en el Camarín los iconos de la JMJ, una cita para la que la imagen más querida de los jiennenses estará ubicada en la puerta auxiliar del templo: 

"Inmediatamente he llamado a las camareras y el capellán y hemos acordado que esta institución cofrade debe mostrar su duelo con una señal de luto en memoria de Moni, así que la Virgen llevará hoy un pañuelo negro y Jesús un crespón en su peana", aclara el hermano mayor. 

El cadáver de Ramona Martos Cruz, 'Moni', se vela en el Tanatorio San José de la capital, sala 8, hoy convertido en melancólica asamblea de almas de túnica negra y cíngulo dorado para despedir a su entrañable camarera.