NI TAN BUENO, NI TAN BONITO, NI TAN BARATO
El crecimiento del mercado del alquiler hace que se incremente la picaresca y las estafas. Comprobamos en persona cómo funcionan aquellos que no se ajustan a la legalidad
Ni son tan buenos, ni son tan bonitos, ni son tan baratos. Son una estafa. No lo decimos de oídas, lo hemos vivido en persona. Los timos son cada vez más comunes en la Red.
Alquilar un piso es una opción que cada día escogen más y más personas. El precio en España se sitúa en 10,8 euros mensuales por metro cuadrado en el segundo trimestre de 2018, lo que supone un incremento del 2,4% respecto al trimestre anterior. Fernando Encinar, jefe de estudios de Idealista, asegura que el país vive un proceso de subidas generalizadas. "Pero en ningún caso podemos hablar de burbuja", asegura. Según su estudio, Jaén es la provincia de España más económica, con un precio de 4 euros el metro cuadrado al mes.
Los hogares españoles destinan el 27,1% de su presupuesto familiar al pago de la cuota hipotecaria o la renta de alquiler. Ferran Font, director de Estudios de pisos.com, explica que los incrementos en los precios del alquiler han desequilibrado el presupuesto de las familias españolas, que no pueden enfrentarse a un pago de una hipoteca. Según su último informe semestral de precios en la provincia es de 435 euros por 101 metros cuadrados. En el caso de la capital, este coste se incrementa hasta los 540 euros de media. El informe de Vivienda de Gesvalt, por su parte, constata que el alquiler se mantiene al alza. Las ciudades más caras son Barcelona, Baleares y Madrid, que superan los 14 euros por metro cuadrado al mes. Sin embargo, entre las provincias con menor demanda de este tipo de inmueble está Jaén, Ávila, Cáceres o Ciudad Real, con apenas 4,3 euros por metro cuadrado al mes.
EN LA PIEL DEL INQUILINO
A pesar de que estudios de diferente índole apuntan a que la práctica de alquilar no está tan extendida en el mar de olivos y los precios son más bajos que en otras provincias, lo cierto es que Jaén no se escapa a la 'picaresca'. Imposible esquivar a aquellos que quieren sacar tajada de la necesidad de acceso a una vivienda de las personas. Y, sobre todo, en verano. Nos ponemos en la piel del inquilino que busca un hogar para arrendar. Idealista, Fotocasa, Milanuncios, pisos.com o enalquiler son algunos de los portales de internet donde acudimos. El sistema es fácil y cómodo: fotos, precios, ubicación y un contacto con el arrendador. Un sistema sencillo que permite desde el sofá de casa buscar piso.
Enseguida nos llaman la atención unos anuncios determinados. Las fotos captan nuestro interés. Son de gran calidad. Muestran un inmueble perfectamente cuidado, con aire moderno y con un precio por debajo del mercado. Miramos un poco más detalladamente durante varios días en diferentes portales y nos sorprende la oferta de pisos en el bloque número 73 de una céntrica calle de Jaén. Son varios anuncios, de pisos de 1 y 2 habitaciones, con el mismo perfil de fotos, a diferentes precios. Cierto es que los reclamos apenas están unos minutos en portales como Fotocasa o Milanuncios, ya que sus sistemas de verificación de inmediato los retiran del mercado, pero nos da tiempo a contactar con el supuesto 'propietario'.
Inmediatamente nos contesta el correo. Quiere saber sobre nosotros, edad, a qué nos dedicamos, cuántas personas van a habitar en el piso y por cuánto tiempo. Preguntas razonables. Sin embargo, las primeras líneas ya nos hacen sospechar. "El piso es tal como se puede ver en las fotos, totalmente renovado y amueblado. Aquí están las fotos de mi apartamento". Nos redirige a un enlace web con una galería de fotos que nada tienen que ver con el anuncio original. Aun así, también muestran un piso en excelentes condiciones. Queremos investigar un poco más y guardamos las fotos para hacer una búsqueda posterior a través de la plataforma Google Imágenes. Es cuando comprobamos que el inmueble de las instantáneas también se alquila en Córdoba, como destino vacacional.
Seguimos leyendo el correo y hay otro punto que nos llama la atención. "De momento estoy trabajando fuera de España y por esto he elegido alquilar el departamento a través de Airbnb, ya que son una empresa de perfil". Ahí es cuando saltan las alarmas. Le contestamos el correo y le indicamos que debe haber un error, porque ni las fotos que nos ha enviado ni el precio que nos ha indicado coinciden con el anuncio que nosotros hemos visto. Nunca más nos respondió. Como nos sigue llamando la atención, hacemos una búsqueda de su dirección de correo electrónico en internet y enseguida podemos comprobar que esa misma cuenta está asociada a otros anuncios de alquiler en Granada, Santa Cruz de Tenerife e, incluso, aparece referenciada en las opiniones a un artículo publicado por Idealista sobre los timos en el alquiler.
DINERO POR ADELANTADO
No contentos con este primer caso, lo intentamos con otro. Las mismas características. Óptimas condiciones y precio inmejorable. Curiosamente, a pesar de ser una cuenta de correo de contacto diferente, tiene la misma profesión que el anterior. "De momento estoy trabajando fuera de España y por esto he elegido alquilar el apartamento a través de Airbnb, ya que son una empresa de perfil". Exactamente el mismo mensaje que en el caso anterior. Esta vez damos un paso más y mostramos nuestro interés por ver el piso, que nos gustaría alquilarlo por larga temporada y que es para un matrimonio. El precio son 300 euros con todos los gastos incluídos, agua, luz, internet, gastos de la comunidad. Un chollo. La fianza es de 600. Nos contesta que debemos hacer las gestiones a través de la plataforma Airbnb, que nos enviará una factura de pago por un mes de alquiler más la fianza, en total 900 euros. Una vez confirmado el pago, se iniciará el proceso de entrega, es decir, en el momento en que reciba las llaves, tenemos un período de inspección de dos días antes de tomar nuestra decisión. Debemos pagar por adelantado para ver el piso, ya que el supuesto propietario está fuera de España, como el anterior.
Termina ahí nuestro contacto con él. No vamos a pagar por adelantado. Repetimos la operación y buscamos su correo electrónico en internet y, como en el caso anterior, aparece asociado a alquileres en otras ciudades, como Toledo, y con pisos con las mismas fotos que nos han ofrecido a nosotros.
TODOS SALEN PERJUDICADOS
Aunque pueda parecer que esta clase de timos se suelen dar en ciudades más grandes que Jaén, la capital jiennense no se escapa de la picaresca. En este caso pierden todos. El inquilino, su dinero; las plataformas de anuncios, su prestigio. Y por no hablar del canal de pago, en este caso Airbnb, a quien suplantan. Si hubieramos seguido con el proceso de pago, seguramente nos hubiera llegado un correo con idénticas características al de Airbnb. Es lo que se conoce como phishing. La compañía avisa de algunos ejemplos de estafa que se podrían sufrir, prácticas que son totalmente ajenas a ellos. ¿Cuáles son?:
-Estafa del pago por adelantado: el estafador te ofrece una gratificación económica u otra recompensa por utilizar servicios de pago ajenos a Airbnb.
-Estafa de phishing (suplantación de identidad): el estafador envía un correo electrónico o enlace que, a primera vista, parece ser de Airbnb o de otro sitio de confianza. Estos mensajes tienen como objetivo engañar a la víctima mediante la petición de información confidencial, como contraseñas u otras direcciones de correo electrónico, y pueden contener malware, software malicioso que accede al equipo para hacerse con información confidencial y contraseñas.
-Estafa del viaje: el estafador pide a la víctima que haga una transferencia bancaria o que efectúe un pago por adelantado para garantizarle una buena oferta. El estafador se queda con el dinero sin proporcionar el alojamiento prometido.
-Estafa del pago en exceso: el estafador ofrece a la víctima un pago superior al del coste del alojamiento para después solicitarle un reembolso en efectivo.
-Estafa de reservas a través de terceros: el estafador se ofrece a reservar y pagar un alojamiento de Airbnb a través de un sitio web o servicio externo, a menudo con la excusa de disponer de un cupón o descuento. Estas reservas suelen pagarse con tarjetas de crédito robadas.
Desde otras plataformas como Fotocasa también se advierte al consumidor. "Pese a nuestros esfuerzos por mantener una plataforma segura, en ocasiones detectamos intentos de prácticas fraudulentas". Y hemos comprobado que así es. Los anuncios que parecen ser un timo apenas sí están unos minutos en la web, tanto en este portal como en otros como, por ejemplo, Milanuncios. Fotocasa comprueba los anuncios, a través de un equipo de moderación, y denuncia aquellas prácticas que realmente buscan defraudar. Además, da la posibilidad de reportar anuncios en el propio detalle, justo debajo de la galería de imágenes en la versión web, o, si se busca desde la app, a través del enlace “Avisar de un error en este anuncio”, ubicado justo al final. ¿Cómo detectar anuncios falsos? Estos son sus consejos:
-Anuncios con precios muy por debajo de la media de su zona; sospecha de viviendas excesivamente baratas, sobre todo, si están zonas céntricas y tienen fotos espectaculares.
-El anunciante dice que vive en el extranjero y te pide dinero para el envío de las llaves o para la paga y señal.
-Ofrece la posibilidad de tramitar la gestión a través de una empresa y necesita que se le envíe dinero para formalizar la reserva o mensualidad.
-Asegura que fotocasa se encarga de la gestión del contrato y que debes realizar pagos como el de la reserva a través del portal. Nunca actúa como intermediario en la transacción.
-El número de teléfono no existe, pertenece al extranjero, es de tarificación especial (empiezan con 905, 803, 806 o 807) o nadie responde nunca a las llamadas.
-En el anuncio se especifica que solo responde por correo electrónico y no por teléfono.
-La población en la que se ubica el inmueble no concuerda con la provincia.
-El anuncio está mal redactado, en inglés o tiene una mala traducción al castellano.
-Las fotografías son genéricas, copiadas de internet y tienen diferentes marcas de agua.
OTROS CASOS
Conviene recordar que ya hay jiennenses que han sido estafados. Puede que no con este sistema propiamente dicho, pero sí con otros. La Guardia Civil recibió, en mayo, denuncia de un vecino de Torredonjimeno que aseguraba haber sido víctima de un delito de estafa en el alquiler de una vivienda en la localidad malagueña de Fuengirola. Iniciadas las investigaciones, se pudo comprobar que el caso afectaba a varias personas de diferentes provincias.El presunto autor anunciaba la vivienda vacacional, en diversos y conocidos portales de Internet. Utilizaba los datos que conseguía de forma fraudulenta para abrir cuentas bancarias a nombre de los usurpados y dar de alta diversas líneas telefónicas.
El “modus operandi” consistía en contactar telefónicamente con interesados en alquiler de viviendas vacacionales. Tras acordar el precio del alquiler del piso, les facilitaba un número de cuenta. Se pedía que se hiciera un ingreso en concepto de reserva, pero nunca se llegaba a producir. Además, el supuesto autor después no respondía a las diversas llamadas telefónicas que, con posterioridad, realizaban los afectados.
En septiembre del año pasado, la Guardia Civil arrestó a una persona acusada de realizar una decena de estafas mediante alquileres en apartamentos turísticos. Supuestamente captaba a sus víctimas a través de redes sociales y páginas webs donde ofertaba falsos alquileres de alojamientos turísticos en Matalascañas (Huelva). Entre los afectados también había jiennenses.
Estos son solo algunos ejemplos de lo fácil que resulta ser engañado en internet. La recomendación es denunciar pero también sentido común. Bueno, bonito y barato suele esconder algo detrás: la estafa.
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