Nuria Fergó: "Estoy en mi mejor momento de madurez"
Casi veinte años después de conquistar al personal en su paso por Operación Triunfo, Nuria Fergó (Nerja, Málaga, 1979) se siente mejor que nunca. Lo corrobora la calma que destila al hablar, suavemente, como si desgranase la letra de un bolerazo palabra a palabra, silencio a silencio. Es de esas artistas que forman parte del "fondo de armario" de la música nacional sí o sí, tan presente que hasta Santiago Segura ha contado con ella en la segunda parte de Padre no hay más que uno (2). En plena nueva normalidad, la malagueña recorre España con una gira íntima que el próximo viernes, 21 de agosto, la llevará a Huelma para repasar con sus seguidores jiennenses una discografía personalísima. Nuria Fergó en estado puro.
—Parece que fue ayer, pero ya han pasado casi dos décadas desde que España la descubrió en OT. ¿Qué queda de aquella Nuria Fergó que llegó al panorama musical como toda una Brisa de esperanza?
—Queda la ilusión, que sigue intacta, no la pierdo nunca, porque eso es el motor de todo. Pero con más experiencia: veintidós añitos no son lo mismo que los cuarenta y uno que tengo ahora; y con más madurez: aunque yo, ya en su momento, era madura, imagínate con todo lo que llevo vivido... Sé muchas más cosas, tengo más experiencia en todo, pero nunca pierdo la ilusión, soy una chica superpositiva. Estoy feliz, contenta y muy agradecida con todo el tiempo que llevo haciendo lo que me gusta.
—Está claro que eso de que veinte años no es nada vale solo para el tango. ¿Volvería a repetir todo lo que ha hecho desde que pisó el programa que le abrió las puertas del éxito?
—Sí, porque he aprendido mucho, tanto de lo bueno como de lo malo: así se hace una. ¡Si todo es bueno...! Tienes que verte en ciertas circunstancias para conocerte más, para resurgir como el Ave Fénix.
—Habla usted de lo malo, de resurgir..., pero en su trayectoria no han trascendido grandes momentos de bajón, ni personal ni profesionalmente. ¿A qué circunstancias se refiere?
—No, no, tienes razón. Uno lo personal con lo profesional. En este sentido, nunca me ha faltado el trabajo, eso ya es un éxito. La música nunca ha faltado en mi vida, ni los discos, los conciertos... Me refiero a que te encuentras con gente en el trabajo que son buenas, y a veces con otras menos buenas... Pero no me puedo quejar.
—El poeta Dante definió lo que podría ser la crisis de los cuarenta años en los primeros versos de su Divina Comedia: "A la mitad del camino de la vida, en una selva oscura me encontraba, porque mi ruta había extraviado". ¿Cómo lo lleva usted? ¿Le parece también una "selva oscura" la cuarentena?
—Yo lo llevo muy bien, no volvería para atrás, lo digo en serio. Estoy en mi mejor momento de madurez, me veo mejor ahora que antes aunque tenga arrugas, aunque tenga canas.
—Hablando de crisis... ¿Imaginó alguna vez que La vida son dos días, su exitazo de 2018, iba a convertirse en toda una declaración de principios ante lo que ocurre en el mundo desde que llegó el coronavirus?
—No, nunca, pero es que hay que vivir la vida de esa manera, y no solo porque haya pasado lo que está pasando. La vida son dos días, no sabemos si mañana nos vamos a despertar o no. Lo bonito es vivir el momento lo mejor que puedas y con la gente que tú quieres, dedicarle tiempo... Todo esto, este bofetón que nos han pegado de golpe, nos ha pasado para que cada uno de nosotros estemos con nosotros mismos, nos escuchemos y valoremos la vida. ¡¿O no?! Yo lo veo así.
—¿Cómo ha vivido el periodo de confinamiento?
—Lo peor ha sido estar las veinticuatro horas solos con nosotros mismos. En el día a día estamos que si el trabajo, que si la niña [Martina, su hija de nueve años], que si tengo que ir aquí o allí, pero encerrados todo el día, con la cabeza dando vueltas, con mil cosas... Gestionar todo eso es un trabajazo. Yo lo he pasado bien y mal, las dos cosas. He disfrutado momentos, pero otros ha sido un agobio.
—¿Ha estado en contacto con su público durante el estado de alarma?
—Sí, he hecho mis directos en Instagram con todos mis seguidores, cada semanita hacía uno o dos y ellos, encantados. Luego, en casa, lo que hemos hecho todos: pasteles, cocinar...
—Si algo ha dejado claro la larga cuarentena es que la gente se ha agarrado al arte, a la literatura, a la música como tabla de salvación. En su caso, Nuria, también, o como dice el refrán: "En casa del herrero, cuchillo de palo?
—Sí, sí, pero también he cocinado bastante, me ha gustado probar cositas, me he motivado, he hecho manualidades con mi hija, me he relajado bastante. También he pintado, he hecho pulseritas... ¡He hecho de todo!
—Y ahora, en esta nueva normalidad, ¿cómo se encuentra, cómo lo lleva?
—Está costando trabajo, pero no nos queda otra. Es raro, no estamos acostumbrados a estar con las mascarillas en la calle, en la playa, en todos sitios, a estar pendientes de limpiarnos las manos continuamente. Está costando trabajo, sí, pero poniendo de nuestra parte para que esto acabe pronto y no nos contagiemos más.
—Eso en lo personal, en lo cotidiano. Porque en lo profesional no hay duda de que le va bien...
—Sí. Realmente tengo varios formatos: en verano hacía gira con mis cuatro músicos. Luego, en invierno, en teatritos, siempre he hecho piano y voz. ¿Qué pasa?, que ahora, con las nuevas normas, nos viene genial hacer piano y voz, porque solo vamos dos personas. Es un formato que disfruto muchísimo, porque el repertorio es superbonito. No es lo mismo que cuando vas a una feria y tienes que cantar canciones moviditas para que la gente baile, no. Aquí el público está sentado para escuchar esas canciones. Son conciertos superíntimos, y al que realmente le guste escuchar lo va a disfrutar mucho.
—Un repaso por su discografía, por sus éxitos, ¿no?
—Sí, y entonces resulta muy variado, hay de todo. Tengo un disco de bolero y copla que hice con Amar en tiempos revueltos, cuando estuve en Televisión Española: Dos cruces, El clavel, Ojos verdes...; todas esas canciones están ahí. Y Noches de bohemia, Si tú no estás, además de temas de OT, los más significativos. Se pasa una horita y pico superrápida.
—Para todos los gustos y edades, vamos.
—Es que se las saben todas, no hay ninguna que no se sepan.
—Se dice que anda usted preparando nuevo disco.
—Sí, claro; paré por la pandemia cuando iba a meter la voz, pero no pudo ser. Entonces, el productor y yo decidimos que no era plan de grabarlo ahora, que no iba a poder hacer gira. Hemos decidido terminarlo en octubre para sacarlo el año que viene.
—Tendrá impacientes a sus fans...
—Voy a hacer una cosita para ellos, un regalo flamenquito, que voy a grabar en septiembre, una canción que tengo desde el confinamiento.
—¿Un adelanto de su próximo trabajo discográfico?
—No, no: será un regalo para ellos, sé que mis seguidores tienen ganas de que vuelva un poco a ese estilo flamenquito y la canción está pensada para ellos. No tiene nada que ver con el disco.
—¿Qué puede adelantar de ese disco, qué estilo lo guiará, qué versión de Nuria Fergó lo poblará?
—No voy a contar nada [ríe]; solo que es un disco que me apetece mucho hacer, muy bonito.
—¿Nuevos géneros quizá, o volverá a sus orígenes?
—Puedo decir que no va a ser flamenquito, pero sí que será un estilo que ya me han escuchado cantar y que me apetece mucho hacer. El concepto del disco es superbonito.
—La interpretación es otro de los campos en los que se mueve como pez en el agua. ¿Tiene algún proyecto por delante?
—Es algo que me ha gustado mucho siempre, pero ahora mismo estoy más centrada en el nuevo disco. Lo último que he hecho es un cameo en la película de Santiago Segura, Padre no hay más que uno (2); hago de azafata de Iberia.
—Una gran experiencia, ¿verdad?
—Una pasada, tiene un equipazo fantástico, es un placer trabajar con ellos. Me ha sabido a poco.
—El próximo viernes cantará en el Parque de la Juventud de Huelma. ¿Mantiene usted algún vínculo con la provincia de Jaén?
—He venido muchas veces a cantar, pero no tengo familia ni nada. Muchos fans, eso sí.
—En medio de tanta incertidumbre, del miedo que cruza el mundo de punta a punta, ¿qué le diría usted a los huelmenses y a su legión de seguidores de la provincia de Jaén para que se decidan a acompañarla en el concierto?
—Que no tengan miedo, que está todo supercontrolado, si no no se haría. Tenemos muy en cuenta las normas de seguridad, y será una hora y pico para pasarlo superbién, les recordará momentos bonitos vividos con canciones que ya conocen y que les van a encantar recordarlas.
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