La pandemia priva a los presos de su 'última cena' con el obispo

Monseñor Rodríguez Magro dirige una carta y un vídeo a los internos del centro penitenciario con motivo de la Semana Santa

Una de las obras corporales de misericordia que la Iglesia recomienda atender es la de visitar o socorrer a los presos. Una costumbre que, año tras año, el obispo de la diócesis practica con los internos del centro penitenciario provincial y que, en 2021, como tantas otras cosas, ha pasado de largo por las agendas a cuenta del coronavirus. 

Con estos mimbres, monseñor Amadeo Rodríguez Magro se ha adaptado a las circunstancias y, para no privar de su compañía a los internos, ha remitido una carta dirigida a ellos en la que junto con su "afectuoso y cercano saludo", los anima:

"Si abrís la ventana espiritual que todos tenéis, y eso depende de cada uno, comprobaréis que tras ella hay quien nos quiere y espera que le abramos. De este modo os encontraréis, quizás con más luz que cuantos vivimos en la calle, con la verdad de un Misterio que sólo se siente y se vive dentro del nosotros, antes de que se convierta en experiencia de vida".

Además de la misiva, el prelado jiennense les ha hecho llegar un vídeo desde el Palacio Episcopal a través del cual manifiesta su "ardiente deseo de compartir" con ellos la cena del Señor, del Jueves Santo: "Cada vez que participamos en esta eucaristía estamos oyendo a Jesús, que también desea compartir esa cena con nosotros", explica el obispo. 

De este modo, Rodríguez Magro comparte con los internos la que seguramente sea su última Semana Santa como titular de la diócesis, toda vez que el pasado mes de marzo presentó su carta de renuncia al Papa, al alcanzar la edad reglamentaria de jubilación.