Orgullosos del amor

Salvador y Manuel han celebrado el día del Orgullo Gay con su compromiso como pareja de hecho después de 12 años de relación y aseguran que en Jaén "queda mucho por hacer"

Salvador Martínez y Manuel Castro esperan a que alguien pase por la puerta de la delegación de la Junta de Andalucía en Jaén y les tire una foto. Se acaban de casar, "bueno pareja de hecho", especifica Salvador, y lo han hecho a los 59 y 49 años respectivamente y son dos hombres. No suelen abrazarse por la calle ni darse la mano y mucho menos besarse en público. No porque sean hombres, dicen, sino porque no va con su forma de ser. Pero la ocasión lo merece y se dan un beso que, para ellos, quedará para la posteridad. El primero como "matrimonio" dice Salva, mientras ahora sí echa un brazo por encima a Manuel.

Manuel es pequeño, delgado y florido con una camisa de manga corta. Salva es algo más grande y corpulento y para la ocasión tampoco ha elegido un traje. Van "normales", la misma normalidad que ven "a estas alturas" que debe tener la homosexualidad, aunque en Jaén, a veces cueste. "En Jaén queda mucho por hacer en cuanto a la normalización de la homosexualidad, esta es una ciudad muy conservadora. Mira, nosotros hemos tenido un pub de ambiente gay durante siete años y hemos tenido que cerrar porque no se nos veía bien", explica un orgulloso Salvador, quien asegura que desde "siempre" ha tenido clara su homosexualidad desde los 11 años y esto, dice, no le ha traído ningún problema.

ESCONDIDO

Manuel, en cambio, sí lo ha pasado algo peor en su vida, pero desde hace 21 años su felicidad es plena, más, ahora que ha conseguido sellar en papeles su amor por Salva. Para el más joven de la pareja, rubricar su amor es todo un logro que llega después de haber aguantado casi treinta años para soltarlo, para liberarse, para normalizar que sí, era, es y será gay.

"Yo lo he tenido claro de siempre, pero viviendo aquí en Jaén no me atrevía a reconocerlo. Tuve hasta un par de novias cuando era joven para intentar tapar la homosexualidad, incluso llegue a pensar a ver si se pasa, pero te das cuenta de que cada uno es como es y solo hay que aceptarlo y ser feliz con ello", señala un emocionado Manuel, al que Salva, en contra de lo habitual, vuelve a echar el brazo por encima en plena calle.

LAS DIFERENCIAS

Jaén, eso era lo que siempre le había echado para atrás a la hora de reconocer su homosexualidad y Salva tiene la explicación: "Como te digo, Jaén está más 'retrasado' en este aspecto, aunque no se puede generalizar. Pero yo que he vivido 20 años en Málaga y llevado discotecas y locales de ambiente gay, no hay comparación". Salvador ha palpado desde siempre las sociedades en las que ha vivido desde sus barras de pub o discoteca. "Ahora mismo en Jaén no hay ningún pub gay y solo hay dos de lesbianas. Por eso es lo que digo, en casi todas las ciudades hay locales de ambiente, pero aquí no. Así es Jaén, que los gays tenemos que irnos a Sevilla, Málaga y otras provincias para ir a un local de ambiente", lamenta Salvador, expropietario del 'Bronx', en Torremolinos, un pub de ambiente "mítico" en la provincia de Málaga.

Han sellado su amor en la semana del Orgullo Gay, un día antes del día de hoy, 28 de junio, cuando se celebra una fiesta que lucha por la integración y la normalización de las personas homosexuales. Una reivindicación que 'cerca' está de causar la primera brecha en la pareja. Manuel ve "muy necesario" que el día del Orgullo se siga celebrando y Salvador, por su parte, cree que ya basta. "Tenemos que seguir reivindicando que estamos en la sociedad, que somos personas normales y que no debe haber ningún problema a la hora de aceptar que somos homosexuales. Pero como todavía los hay, tenemos que salir a la calle a luchar por nuestros derechos y libertades", apunta Manuel a la vez que Salva sentencia: "Sí, entonces vamos a celebrar el día del hombre, de la mujer, del hetero.... de todo, ¿no?".

LO QUE QUEDA

Pero las diferencias se suavizan con un gesto cariñoso y un último beso ante la cámara. No sin antes sentenciar lo que pasó en Linares, hace escasos días, y lo que es una muestra, para los dos, de "todo lo que queda" por hacer. Pero ellos, por fin, se han decidido a dar el paso. Es su día, el que ha colmado toda una vida de lucha por que no se les vea diferentes, porque les entiendan. Pero, como siempre, triunfa el amor y eso, en un día como hoy, es un auténtico orgullo. "Vamos a celebrarlo con una cerveza fresquita", concluye entre risas Salvador.