"La poesía es una manera muy culta y eficiente de confinarse"
El cantautor tosiriano Paco Damas destila poesía cuando canta, cuando toca la guitarra, cuando habla y hasta cuando calla. Eso es deformación profesional y lo demás son tonterías. Estudió y se hizo médico, pero su firma no suscribe más recetas que la música y los versos: "Las palabras son una medicina para el alma que sufre", dijo Esquilo hace la tira de tiempo. Tenía una agenda copada de conciertos para marzo y abril, que el coronavirus ha arrasado. Eso sí, no perdona un Día del Libro sin pisar un escenario, aunque sea virtual, y esta tarde a las siete ofrece, a través de Facebook, un concierto on-line que le permitirá, en la medida de lo posible, disfrutar de lo que más echa de menos: el contacto con su público.
—¿Cómo lleva el confinamiento?
—No me aburro, tengo un montón de cosas que hacer, pero echo de menos, evidentemente, los conciertos, el contacto con el público. Estoy muy preocupado por la situación, porque yo tenía quince conciertos en marzo y abril y no he hecho ninguno.
—Una agenda de lo más poblada, sí. ¿Qué ha pasado con esas actuaciones? ¿Las da por perdidas definitivamente?
—Pues pospuestas unas y suspendidas otras; parece que vamos a ser de los últimos en volver a la normalidad, así que se complica la situación. Estoy preocupado por eso. Por lo demás, bueno, estoy bien.
—La emergencia sanitaria le sorprendió en 'su' Granada, parafraseando a Machado.
—Sí, vivo habitualmente en Granada. Cuando terminé la carrera de Medicina me instalé aquí, aunque voy mucho a Jaén; soy de Torredonjimeno y mi familia está allí. Pero actualmente vivo en un pueblecito que se llama Alfacar.
—Claro, no podía ser en otro lado, en la Alfacar lorquiana...
—A escasos cien metros de la tumba de Lorca, en la zona norte, donde está Fuente Grande. Aquí estamos.
—Un paisaje como ese recuerda, de alguna manera, a guerras pasadas, precisamente en un momento en el que el mundo libra una batalla sin armas de fuego contra la enfermedad, ¿no le parece?
—Sin duda. Uno puede pensar en un accidente, en una enfermedad personal o de la familia, pero esto era impensable. Cuando salgo, dentro de las normas articuladas, a dar un paseo con mi perro todo parece ciencia ficción, es una cosa inaudita que nos ha cogido a todos por sorpresa. Creo que tendremos que reeducarnos, readaptarnos.
—¿Qué quiere decir, exactamente?
—Vamos a ver cómo es la salida, vamos a tener que adoptar otras normas educativas, una conciencia de la necesidad o de lo necesarias que son las personas... Para que todos seamos útiles, necesitamos de los demás.
—Usted, por lo pronto, ha empezado a readaptarse a las circunstancias y esta misma tarde ofrece un concierto on-line por la paz y la igualdad, a través de las redes sociales.
—Tenía ciertas dudas sobre si hacerlo o no, porque realmente, cuando uno ve las cifras de personas fallecidas, el animo tampoco está por las nubes, a mí me afecta pensar en la situación tan difícil por la que pasan algunas familias, pero bueno... Al final me decidí, porque había gente en las redes que lo pedía y porque es una manera de estar en contacto con la gente que te sigue. El día 8 de abril hice un concierto sobre poesía, literatura, poetas universales como Lorca, Machado, Cernuda... Ahora, con motivo del 23 de abril, tenía un concierto en Jerez y hemos planteado este concierto por la paz y la igualdad, que ya había realizado anteriormente en Madrid.
—¿Qué van a escuchar esta tarde quienes se sienten en las 'butacas' de ese teatro virtual?
—Canciones dedicadas a la paz, del disco Que a todas las balas se les haga de noche, con letras de Blas de Otero, Gabriel Celaya y otros poetas; y a la igualdad, porque presento parte de mi disco Las Sinsombrero, dedicado a las mujeres de la Generacion del 27. Son temas que tienen que ver con la paz, con los refugiados, con las guerras, con el gasto en armamento... y sobre todo con la igualdad, dándole voz a María Teresa León, a María Zambrano...
—Poesía para hacer más llevadero el confinamiento...
—Sin duda. Uno se sorprende cuando hace un concierto de este tipo. El último que hemos hecho ha tenido treinta mil visualizaciones; eso significa, primero, que la gente te sigue y luego, que utiliza el tiempo en la cultura. Lo que yo hago en este caso es literatura y música, es un tiempo dedicado a la cultura, no solo son canciones, sino todo un compromiso con la memoria de estas personas, con su biografía. No solo canto, también explico. Al final se convierte casi en un concierto didáctico donde hay una interactividad. Ese contacto con el público es lo que echo más de menos, mis conciertos son muy participativos, la gente cantea conmigo. Y esa emoción que uno siente después de un concierto...
—¿Cree que este tipo de actividades on-line son un adelanto de lo que podrá o tendrá que ser la cultura para sobrevivir a partir de ahora, o al menos hasta que todo se normalice?
—A mí me gustaría pensar que no, porque no veo cómo, a no ser que uno cobre por ello.
—Pero si no es así, y como usted ha dicho líneas arriba los artistas parece que van a ser los últimos en recuperar su actividad, ¿qué alternativa les queda?
—Es muy complicado, mucha gente se quedará en el camino, pero yo no cambiaría jamás el contacto que tengo con la gente por esto, aunque reconozco que ahora mismo es la única solución. Yo hago algunos conciertos didácticos en teatros, por la mañana, para el alumnado, para enseñarles literatura a través de la música, y ya estamos intentando organizar uno para los centros educativos de toda Andalucía, estamos dándole vueltas al cómo. Pero me gustaría pensar que vamos a salir pronto, y reforzados, de esto, ojalá en el curso de unos meses recuperemos cierta normalidad, aunque ya nunca será lo mismo.
—Lo que sí parece claro es que el confinamiento ha puesto de relieve la importancia de la cultura.
—Pensemos qué sería un día, ahora mismo, sin una serie de televisión, sin una película, sin la música... Evidentemente son artes muy necesarias que a veces están menospreciadas. Ojalá podamos darle valor a todas estas cosas al salir de esto.
—Haga memoria, Paco. ¿Qué poema define mejor la situación que vive el mundo a día de hoy?
—Muchos; hay un poema de Machado que refleja lo que significa el confinamiento, que se titula Hastío. Habla de la monotonía, un día y otro día y otro día... Yo tuve la oportunidad de cantar en el aniversario de su muerte en Colliure. Creo que todos los poetas hacen reflexiones hacia el mundo interior. Al final la sociedad necesita mirar un poco hacia adentro para cambiar no solo actitudes que tienen que ver con la pandemia, sino actitudes sociales, valorar a la gente que nunca se valora pero que, al final, son más importantes que todos los que tenemos en la cabeza... Quien se acerque a la poesía va a seguir encontrando razones para leerla, es una manera muy culta de confinarse. Y muy eficiente.
Únete a nuestro boletín