El patriarcado sigue vivo

Colectivos sociales, mujeres maltratadas y psicólogas remarcan que aún falta pedagogía para evitar roles sexistas desde edades tempranas

“No se puede bajar la guardia. Cuanto antes se eduque en igualdad, mejor”. La idea la suscriben Encarnación Quesada y Jéssica Macías, presidentas de ‘Mujeres Progresistas’ y ‘Entorno Mujer’, respectivamente. La primera habla desde su posición como actor social en la provincia; la segunda, además, sufrió malos tratos.

“HAY MÁS INFORMACIÓN, PERO FALTA INTERÉS”

Quesada es la máxima representante de un colectivo que nació a finales de 2001 y que echó a rodar tras una asamblea celebrada en enero de 2002, justo cuando ella formó parte de la asociación.

Las ideas fundacionales se mantienen: hay que visibilizar y concienciar a los jóvenes —y a los niños—para que entiendan algo que ya debería estar resuelto, tanto da ser hombre como mujer, y es intolerable que uno someta a otro.

Los tiempos han cambiado, pero en lugar de menguar las vías de expresión machista hoy hay más canales para ese control, realidad que denuncian hasta jóvenes cineastas de la provincia. Hay más información que nunca, más aplicaciones para comunicarse que nunca, pero el problema persiste. “Es cierto que en internet hay muchísima información, pero quizá si el mensaje no cala es porque falta interés por parte de los jóvenes. Todavía hay machos alfa: los roles se repiten. Aún hay patriarcado”, expone Quesada.

44 MUERTES EN 2017, MÁS DE 900 VÍCTIMAS DESDE 2003

No hay por suerte víctimas de violencia doméstica en Jaén desde 2015. Los datos evidencian que tampoco hay nada que celebrar: 48 mujeres han perdido la vida en España en lo que va de año; desde 2003 suman más de 900, según datos de ‘Mujeres Progresistas’, y el servicio de atención del Instituto Andaluz de la Mujer de Jaén (IAM) ha atendido a 70 menores hijos de víctimas de violencia machista solo en el primer semestres de 2017. Además, 24 mujeres han acudido al servicio por agresiones o abusos sexuales. Y entre una quincena y una veintena han pedido ayuda a ‘Mujeres Progresistas’ en 2017.

“SIEMPRE HAY QUE DENUNCIAR”

Jéssica Macías, ya mitad ecuatoriana mitad jiennense, asumió en 2003 el reto más delicado y noble de su vida: atender a mujeres inmigrantes que, como ella, recibieron maltrato físico y psicológico. Lo hace desde ‘Entorno Mujer’. La crisis obligó a que ella y el resto de socias —también hay algunos hombres— dieran cobertura también a mujeres españolas.

“Yo viví casi un año de infierno. Lo que siempre digo cuando me pregunta una mujer maltratada es que hay que denunciar”, afirma.Han sido varios los casos en que Macías ha acompañado a féminas a poner la denuncia. A dar ese paso.

EL MALTRATO QUE CONLLEVA LA ADICCIÓN

Mercedes Torres, psicóloga de la Asociación Jiennenese de Alcohólicos Rehabilitados (AJAR), analiza la relación alcohol/maltrato, otro calvario que sufren las mujeres cuyas parejas caen en la adicción. “En los tratamientos procuramos que ellos asuman sus responsabilidades como padres y parejas”, explica.

AJAR atiende ahora a cerca de un centenar de personas, incluidos los familiares de los adictos. Sobre el alcohol y las adicciones deja otra reflexión que apunta a cómo hasta en estos casos la mujer sale peor parada que el hombre: “A ellas se les tolera menos la transgresión. Quedan más estigmatizadas si son alcohólicas”, indica.

“Falta conciencia”, coinciden Macías y Quesada, dos mujeres que lideran colectivos y que trabajan para formar en perspectiva de género a los alumnos de colegios e institutos. Quesada lamenta que el Pacto de Estado Contra la Violencia no recoge “todas las condiciones” que reclamaban los colectivos feministas. El patriarcado colea y hasta, parece, es difícil de combatir desde el Estado.