Pedro Merino Tello: la fuerza de voluntad hecha hombre
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Nacido en Valdepeñas aunque afincado en Jamilena desde hace años, frisa el centenario de vida con buena salud y rodeado del amor y el aprecio de su familia y vecinos
Dice Mari Carmen Tello de su padre que es todo "fuerza de voluntad", que "nunca le ha gustado molestar a su mujer ni a sus hijos, que ha sido un marido y un padre ejemplar: el no va más".
Hermosa forma de alcanzar los noventa y nueve años de vida, con una hija que se deshace en buenas palabras hacia el autor de sus días: algo tendrá el agua cuando la bendicen.
Se llama Pedro Merino Tello, nació en Valdepeñas de Jaén y, tras bregar por los campos del mundo como jornalero y de vivir y trabajar también en Martos, desde hace un cuarto de siglo bien largo reside en Jamilena, al lado de Mari Carmen, una de sus tres hijos, que le han dado además cinco nietos.
¿Que cómo está, a una edad tan alta? "Dentro de sus noventa y nueve años está bien, está levantado desde las siete de la mañana, se prepara su desayuno, se asea... De cabeza está bien, no se le olvidan las cosas de antes, se acuerda más de eso que de lo de ahora. El único problema que tiene es el temblor, pero se las averigua para comer solo", explica Tello, a quien oírla hablar de su progenitor da gusto.
"Quiere vivir, él se ve viviendo ya en los cien años, le hace ilusión como a los niños cuando cumplen años". Eso, tras toda una vida de trabajo con la que ha sacado a su gente adelante, les ha dado carreras y ha formado un hogar unido que, ahora, se vuelca en el bienestar del patriarca, al que valores como la honestidad y la honradez le caen como anillo al dedo:
"Se jubiló un 15 de febrero, y el 14 echó el último día de aceituna, con sesenta y cinco años; eso sí, desde que se jubiló ha sido tan sumamente honrado que dijo que con lo que le daba el Gobierno tenía bastante, podía haber seguido yendo a la aceituna, porque lo reclamaban, pero él dijo que no le quitaba el jornal a ningún padre de familia". Mari Carmen apostilla: "Ha sido un hombre excepcional en todos los aspectos".
Un enamorado de la vida que pese a quedar viudo en el 98 y perder a su compañera de toda la vida, se aferra a la existencia. Entre eso y que se ha cuidado, dentro de lo posible...
"Ha llevado una vida sana y ha tenido una estabilidad familiar muy buena, sus hijos no le han dado nunca un mal rato, su mujer ha mirado mucho por él. No ha fumado, no bebía prácticamente, no ha tenido estrés en casa de sus hijos, ha estado tranquilo, y además es un hombre muy fuerte, tiene una salud muy buena. ¡Pero sobre todo es su fuerza de voluntad".
Ya lo dijo Einstein, que ni el vapor, ni la electricidad ni la energía atómica pueden con eso, con la voluntad. O lo que es lo mismo: con Pedro Tello Merino.
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