Pedro Peinado vuelve a 'dar la lata'
El músico jiennense regresará a los escenarios el próximo 26 de octubre en el festival zaragozano Bluesmoon tras un periodo de descanso por los problemas de salud que sufrió hace un año
Feliz por su colaboración en el último disco de la banda malagueña Mitad doble, "con catorce kilos menos" pero pleno de energía, ganas de pisar el escenario y desenfundar sus dedos para asombrar a propios y extraños con el sonido de sus personalísimas (pero ya universales) Aove Can Guitar. Así se encuentra, a día de hoy, Pedro Peinado, ese roquero cien por cien mar de olivos que si hubiera sabido cantar como lo hacía su padre y midiera unos centímetros menos, a ver quién no iba a confundirlo con el mismísimo Ted Neelly, el genuino Jesucristo Superstar de la película del 73 que todavía anda por Broadway derrochando falsetes.
Parecidos aparte, el guitarrista y líder de Papa Jùlu está de enhorabuena: totalmente recuperado del susto que su corazón (a fuerza de entregarse) le dio en Martos hace un año, mientras actuaba, y que lo ha tenido doce meses en modo convaleciente, asegura: "Esto te cambia, y bastante; a mí se me han ido todas las prisas, ya estoy viviendo la propina".
Tranquilo, sí, pero no de brazos cruzados. Ahí está su participación en dos temas de Alowotomayei (Dueño de la ciudad y Ramón el camaleón), el segundo trabajo de estudio de los Mitad Doble, ganadores del Lagarto Rock del año pasado, con el que recorren ya la geografía musical española. Una enriquecedora colaboración mutua que Peinado celebra, dada la calidad de los malagueños: "Son muy buenos, estos son de los que van a estar arriba, unos artistazos y además, encantadores", celebra Peinado.
Se conocieron gracias a El Yula, percusionista y amigo de todos; estuvieron "de jarana" en casa del jiennense y "alucinaron", recuerda Pablo Benítez, vocalista de Mitad Doble: "Nos enseñó su proyecto sobre las guitarras hechas con latas de aceite, que no conocíamos. Llegamos allí y eso era flipante, en ese momento no teníamos pensamiento ni de grabar el disco, pero se nos planteó la posibilidad, dijimos sí y la primera y creo que única persona en la que pensamos que colaborara fue Pedro, es un musicazo y superbuena persona, y siempre ha estado dispuesto a echarnos una mano".
Pero "la prueba de fuego" (como él mismo la llama) para Pedro Peinado y su grupo, Papa Jùlu, es el Bluesmoon de Zaragoza el próximo 26 de octubre, con su trabajo Dando la lata. Una cita importante en el calendario de festivales que, seguro, les deparará aplausos y momentos de emoción en la misma medida, como a un torero que reaparece ante el público después de una cornada grande.
Y, como ellos, el músico parece estar hecho de una pasta distinta: "En noviembre tenemos el festival de Martos, el 24 estaré yo en Sevilla, tengo también otra cita en noviembre en Málaga, en diciembre actuaré en los Baños Árabes y queremos decir hola otra vez y adiós al año en la Sala La Mecánica", concluye. Pensando ya en su próximo disco, "más orgánico y más simple, más de raíz", Pedro Peinado vuelve con la fuerza de quien ha sentido de cerca eso que Robespierre llamaba el comienzo de la inmortalidad.
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