La penúltima lección del Padre Patera sobre cómo ayudar a los migrantes

Isidoro Macías traslada su experiencia con los migrantes para dar ejemplo en Alcalá con motivo de las segundas Jornadas de Caridad de Cáritas

"Acogemos a personas que no tienen nada". La idea es del religioso Isidoro Macías, popularmente conocido como el Padre Patera. La dijo ayer en una ponencia enmarcada dentro de las segundas Jornadas de Caridad de Cáritas, celebrada en la SAFA de Alcalá. La experiencia del franciscano con los migrantes fue subrayada en un municipio que vive situaciones difíciles cuando llega la recolecta olivarera.

Macías ha dado ejemplo en coyunturas aún más exigentes, como es el caso de Algeciras, donde siempre recibió con cariño a los inmigrantes. "Soy una persona que intenta vivir el Evangelio. San Francisco acogió a leprosos en la calle, y se enfrentó a los frailes, que estaban en contra", dijo a los presentes. El franciscano admitió que su actividad benéfica le costó incluso ser perseguido por la Ley, como le advirtieron los periodistas. "Tenía un albergue en el que acabé recibiendo a mujeres embarazadas. Venían con niños de uno o dos meses. Mi política es diferente a la de los políticos: se trata de ayudar a los demás", subrayó.

El Padre Patera estuvo bromista y cercano con los asistentes. Reconoció que ser mediático tiene la ventaja de poner en valor el trabajo de Cáritas y de visibilizar la acción que desarrolla en el conjunto del país e incluso en el extranjero. Macías ha sido Héroe del Año en la revista Times y ha recibido premios tanto desde los sindicatos policiales como la medalla al mérito de la Guardia Civil.

"ES UNA ALMA DE DIOS"

Juan Manuel Ortiz Tafur, coordinador local de Cáritas; Rafael López-Sidro, director de Cáritas Diocesana, y María José Aceituno, edil en funciones de Servicios Sociales, Igualdad y Salud, acompañaron a Macías. Ortiz Tafur resumió la trayectoria del Padre Patera: "Ha auxiliado a mendigos, a personas adictas al alcohol y ha decidido quedarse con las personas que más lo necesitan", destacó.

"Es un alma de Dios", dijo López-Sidro. "Es un ejemplo ideal para saber cómo debemos comportarnos aquí, en Alcalá, cuando llega la campaña de la aceituna. "Podemos recibir modos y maneras de cómo actuar", abundó.

Aceituno subrayó que "el orgullo" que supone recibir en el municipio a una persona que ha dedicado su vida a ayudar a los demás. "Nunca sabemos cuándo vamos a necesitarla", añadió. "Hay que defender el bien común y la dignidad de todo ser humano", coincidieron.