El Linares protagoniza el tercer peor arranque en 25 años

El conjunto de Joseba Aguado, undécimo en la tabla, solo supera el inicio de las temporadas 95/96 y 12/13, aunque ambos equipos acabaron a un paso de la promoción de ascenso

La situación del Linares comienza a ser altamente preocupante. No se llevan ni dos meses de competición y sus números no invitan al optimismo. Todo lo contrario. Con un 17 puntos de 33 posibles y undécimo en la tabla, es ya el tercer peor arranque del equipo azulillo de los últimos 25 años en Tercera. Solo empeoran los registros de Joseba Aguado, la plantilla de la temporada 95/96, que en la undécima jornada solo sumaba ocho puntos y ocupaba la decimosexta posición igualado con los puestos de descenso, y la de la 12/13, décima con quince puntos. Sin embargo, ambos equipos enderezaron el rumbo y se quedaron a un paso de la promoción de ascenso a Segunda B.

Que el Linares en Tercera División es un "grande" no es una afirmación baladí, por su trayectoria, estadio y masa social, sino porque lo dicen las estadísticas. Las de los últimos 25 años dejan al equipo entrenado por Joseba Aguado en muy mal lugar, más aún si se toma como referencia el resto de cursos en Tercera, a excepción de los citados 95/96 y 12/13. El resto de equipos, a estas alturas de la competición, o eran líderes o estaban entre los cuatro primeros clasificados. Por ejemplo, el Linares comandaba la tabla en las temporadas 96/97, 97/98, 99/00, 01/02 y 14/15 y estaba en puestos de privilegio en la 94/95, 98/99 y 13/14. Incluso, en algunas campañas batiendo registros de victorias consecutivas y de puntos.

PARTE DE BAJAS

Bien es cierto que la marcha del equipo ha estado condicionada por la tardía confección de la plantilla, la falta de una pretemporada con todo el colectivo y las continúas lesiones de jugadores importantes. De hecho, Aguado perderá a Joselu hasta enero, y para el próximo encuentro en casa ante el Juventud de Torremolinos, tiene prácticamente confirmadas las ausencias de Admonio, con elongación en el isquio izquierdo, y Pablo Ortiz, con una microrotura en el muslo izquierdo. Con todo, no hay excusas para un plantel confeccionado con el único y exclusivo objetivo de jugar la fase de ascenso a la División de Bronce.