Objetivo: encontrar a Sira y devolverla con su familia
La perra desapareció la noche del 30 al 31 de marzo y sus dueños, que están muy afectados, ofrecen una recompensa de mil euros a quien la encuentre
"Se nos ha apagado la vida, la echamos muchísimo de menos, no dábamos paso sin ella, la hemos llevado a la playa, a la montaña, a todos sitios. Hablabamos con ella con solo mirarla".
Así de apesadumbrada habla en nombre de toda su familia Toñi Molina Cortés, con lágrimas en la voz mientras relata a Lacontradejaén la situación que viven desde el último fin de semana de marzo, cuando su querida perra Sira desapareció sin dejar rastro, en Bailén.
Una pérdida que los mantiene en vilo y que les ha llevado a emprender todas las iniciativas posibles con un objetivo principal: encontrarla.
"Rato libre que tenemos, es para buscarla; las redes están hirviendo con la perra, lo sabe la Guardia Civil y hemos contratado a un abogado, porque hemos denunciado su desaparición en el juzgado, a ver si el juez pide alguna orden para saber lo que ha pasado. La está buscando todo el mundo, unos por darnos la alegría y otros, por el dinero".
Por el dinero, sí: y es que han puesto sobre la mesa mil euros como recompensa para quien la encuentre o pueda dar información viable sobre su paradero actual.
Una cantidad nada despreciable si se tiene en cuenta que, como la propia Toñi Molina comenta, su casa no está precisamente para grandes desembolsos: "Somos una familia humilde, para nosotros esto es un gran esfuerzo. Y no solo la recompensa, sino también la gasolina que estamos gastando para buscarla con el coche, lo que nos va a costar la denuncia...".
De pelo gris y ojos claros, con solo un año de vida Sira es un ejemplar de la raza braco de Weimar de esos que llaman la atención, que no pasan desapercibidos. "Es una perrita muy dócil, se asusta con nada, ni ladra ni extraña (cosa que es un problema, porque se codea perfectamente con los extraños"), aclara su dueña.
UNA EXTRAÑA DESAPARICIÓN
Ni el detective Colombo (que en la serie de televisión se desvive a su manera por su basset hound) sería capaz de deducir qué ocurrió aquella noche del 30 al 31 de marzo en el hogar de Sira, si se tiene en cuenta el relato de Toñi Molina Cortés:
"Ese sábado estuvimos con ella en la calle, luego mi hijo la encerró en la cochera de casa y el domingo por la mañana fue a sacarla y ya no estaba"; la cochera no tiene más acceso que la puerta de la calle, que estaba cerrada. Además, si la perra se hubiera salida, la puerta se habría quedado abierta y la otra perra tambien se habría salido", explica la bailenense, que apostilla:
"No podemos juzgar a nadie, pero creemos que han abierto la puerta y se la han llevado. Si la perra se hubiese escapado, alguien la habría visto en algón momento, y nadie la ha visto desde ese sábado. Y tampoco la puerta de la cochera tiene signos de manipulación".
Con estos mimbres, la familia de Sira espera una llamada o un mensaje a través de sus redes sociales y desespera mientras aguarda alguna noticia, una pista que les conduzca hacia el rostro añorado de su perra:
"Yo creo que está con alguien, o es lo que quiero creer. Y quiero creer también que va a volver, que la vamos a encontrar, porque si la tienen en una casa o piso y no la sacan, se va a comer hasta el último mueble que tengan allí, a no ser que le peguen. Sira necesita correr, porque tiene mucha musculatura, y si no sale le da ansiedad y se lo come todo, no puede estar en una casa sin salir", lamenta Toñi.
Y ruega, implora, suplica con todas sus fuerzas: "Si la ven donde sea, no lo duden, no vamos a hacer preguntas, lo único que queremos es que vuelva a casa".
Hasta que no hayas amado a un animal, una parte de tu alma permanecerá dormida, escribió Anatole France en el siglo XIX. Ojalá, cuanto antes, Toñi Molina Cortés y los suyos despierten de la pesadilla.
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