'Amigos del baile' y de la solidaridad con acento arjonero
La peña del municipio urgavonense cuenta con alrededor de dieciocho parejas que cada fin de semana perfecciona su sana afición
Bailando, se pasan el día bailando, dirían Alaska y los Pegamoides si conocieran a este grupo de urgavonenses que no todo el día, ni mucho menos, sino la tarde noche de los sábados da rienda suelta a su afición y lo mismo pegados que uno en su volcán y otro en el polo (Sergio Dalma dixit) lo pasan en grande.
Alrededor de dieciocho parejas del municipio y la comarca, según Juan Antonio Latorre Palomo, presidente de la Peña Amigos del Baile de Arjona, que desde hace unos tres lustros mueven el esqueleto (perdón por la frase hortera) a ritmo de bachata, salsa, merengue, pasodoble, chachachá...
"Antes nos juntábamos dos veces por semana, pero desde la pandemia ya solo lo hacemos los sábados", confirma Latorre, cuya crónica de estos encuentros da ganas de apuntarse, de soltarse el pelo pero ya:
"Echamos allí un buen rato, y aparte del baile vamos también a charlar unos con otros, nos tomamos algo; algunas veces ni bailas"; nos lo pasamos muy bien".
Cualquier ocasión es buena para vestirse para la ocasión y demostrarlo: "Para el día de los enamorados organizamos nuestra cena, lo adornamos todo con corazones, nos traen un cáterin y echamos un rato muy bueno, lo mismo que en Carnaval", celebra el inquieto presidente.
Y no solo eso, que cuando se trata de arrimar el hombro usan sus mejores armas: el movimiento, el compás, y contribuyen de la forma que mejor saben:
"También participamos en actos sociales; hará tres o cuatro meses, al hogar de San Rafael y San José de la Montaña, de niños desamparados, le dimos una fiesta, les pusimos unas colchonetas, toboganes, sus bebidas... No solo nos dedicamos al baile, que es lo principal, también colaboramos".
CON LOS BRAZOS ABIERTOS
Si lo pasarán bien, si les gustará lo que hacen que están deseando abrir sus puertas a nuevos peñistas, ¡la de gente que habrá por ahí muriéndose por bailar sin complejos ni preocupaciones que, quizá, no conozca a este grupo de activos arjoneros encantados de la vida de recibir socios!
"Vienen algunos nuevos que están más verdes, y para ellos tenemos un profesor que da clases gratis", aclara Latorre. ¡Gratis, sí, han leído bien!
¿Pero cómo es que no hay ya cola a las puertas de esta singular peña, para apuntarse? La respuesta la tiene su presidente, o eso cree él, al menos:
"Ya nos conoce mucha gente, lo que pasa es que como llevamos mucho tiempo bailando hay quien piensa que van a ir allí y se van a encontrar a profesionales; no se trata de eso, al que vaya nuevo les enseñamos los primeros pasos para que se vaya incorporando poco a poco. ¡Que no tengan miedo!, pero yo sé que hay quien no va por eso", barrunta Latorre.
Quienes quieran comprobar cómo de bien lo pasan tienen a su disposición un perfil propio en Facebook (al que, por cierto, hay que poner un poco a 'bailar, o sea: actualizarlo).
París bien vale una misa y Arjona, un viajecillo de pocos kilómetros para quienes disfrutan de lo lindo un pasito palante y otro patrás. Que se lo digan, si no, a los Amigos del Baile.
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