"En el PP de Linares no hay crisis alguna, sino gente descontenta"

Ángeles Isac nos espera en una céntrica cafetería de Jaén. En la mesa, un zumo de naranja, al que apenas presta atención, una agenda llena de apuntes y el teléfono a toda pastilla. Acaba de salir de una comisión de Cultura en la Diputación. La presidenta del PP de Linares lo ha sido prácticamente todo en el partido y en la vida pública; desde concejal hasta diputada nacional, pasando por parlamentaria autonómica. En la actualidad es portavoz del grupo municipal en el Ayuntamiento linarense y diputada provincial. No para de sonreír, incluso, en las preguntas más comprometedoras, de las que sale airosa gracias al talante y a la posición diplómatica que proyecta, que va muy a juego con su vestimenta, pantalón legro, camisa blanca y una chaqueta de entretiempo roja, que emula la bandera suiza. Pero también ejerce de "mama" italiana, columna vertebral de la familia, que protege y une a los suyos. Porque para Ángeles Isac, afiliada 10.492 del PP (se lo sabe de memoria), la gente que conforma el partido forma parte de su prole.

—Es la presidenta de la segunda agrupación más importante del Partido Popular en la provincia. Su opinión cuenta mucho en la organización a pocos días del Congreso Provincial. ¿Cómo está viviendo todo el lío que hay montado entre Miguel Moreno y Juan Diego Requena?

—Estoy centrada por completo en mi ciudad, por lo que lo vivo con tranquilidad y trabajando sin parar por mi Linares. Por las mañanas en el grupo municipal, por las tardes en el partido y por las noches en mi casa, donde preparo las iniciativas del día siguiente. Y colaboro en lo que puedo, cuando los compañeros de uno y otro bando me piden su ayuda.

—Pero usted se ha posicionado en un bando -ha avalado la candidatura de Juan Diego Requena-.

—Al final, todo el mundo tenemos que posicionarnos, por desgracia, porque no me hubiera gustado. Ambos candidatos son amigos entrañables, a los que quiero, respeto y adoro mucho. En estos casos no puedes ser neutral como Suiza. Te tienes que pronunciar.

—¿No cree que esto se ha ido de madre?

—No quiero pensar eso. A lo mejor me llama inocente, bien pensada o que confío mucho en la gente, pero estoy segura de que esto pasará. Soy una persona optimista y creo que estamos en un debate político que nos servirá para mejorar.

—Pero lo que se ve desde fuera es muy grave.

—En mi caso, no estoy enfrentada a ninguno de mis dos compañeros de partido. He compartido escaño con ambos y no me importa tomarme una cerveza con ellos y debatir de forma distendida.

—¿Por qué no se ha planteado un diálogo previo entre ambos para evitar este escenario?

—Creo que se ha intentado hacer por lo que sé, que no es mucho y a pesar de haberme posicionado. Desde que comenzó todo el proceso he tratado de mantenerme al margen y no realizar declaraciones por respeto a mi gente. Quiero a Miguel y a Juan Diego, con los que comparto muchas horas de trabajo. He estado muchas veces en Porcuna, y como parlamentaria autonómica que peleado mucho por ese teatro que quiere sacar a la luz Miguel. Porcuna es uno de mis pueblos favoritos, porque es una ciudad muy antigua y soy una apasionada de la historia y del patrimonio. En definitiva que esto pasará porque al final en este partido somos gente de orden y sé que vamos a tener la generosidad suficiente de saber perdonar aquellas cosas que nos hayan podido doler. Los hermanos también discutimos, hasta por tonterías, pero luego todo se arregla y vuelve a la normalidad.

Esto pasará porque al final en este partido somos gente de orden y sé que vamos a tener la generosidad suficiente de saber perdonar

—Por lo tanto es de la opinión de que el partido saldrá reforzado, gane quien gane.

—No puede ser de otra manera. Ahora están los ánimos encendidos, pero estoy segura de que, cuando pase un tiempo, volveremos a trabajar con fuerza por nuestro partido.

—Tiene un optimismo sorprendente.

—Tengo razones para ser optimista porque conozco a mi gente: es mi familia. Lo he dado todo por el Partido Popular y sé que vamos a salir de esta. Estoy segura. He derramado muchas lágrimas y me he desgastado mucho por esta organización. Hay muchas pasiones dentro del partido, y los que lo defendemos sabemos que esto nos servirá, una vez más, de aprendizaje. Aquí no hay enemigos, sino ideas encontradas. Y es lo que ocurre en estos momentos. Hay desencuentros que se han producido por distintos motivos.

Pero, como no voy a querer a Jesús Estrella, que lo tengo sentado a mi lado y defiende la provincia con ardor guerrero, y con el que existe una complicidad tremenda. O a Miguel Moreno, una persona a la que admiro por su labor al frente de uno de los pueblos más importantes de la provincia. Y a Juan Diego lo adoro. Es un amigo al que puedes recurrir siempre que tienes un problema. Es un hombre de mirada limpia y un trabajador incansable.

—Vamos a hablar del PP de Linares, del que dijo Rosel Giménez, su más que posible rival en el próximo congreso local, que está desintegrado.

—Nada más lejos de la realidad. Es más, siendo generosa, su evaluación es de 8,5. Es decir, el PP de Linares es de notable muy alto. Goza de una gran salud y solo hay que verlo en todo lo que hacemos. No somos solo un escaparate, sino un equipo de trabajo comprometido con su partido y con la ciudad. Puede constatar de forma fehaciente y totalmente objetiva que todos los días estamos en los medios de comunicación con propuestas e iniciativas. Es un partido que está vivo y que genera mucho debate interno, porque nosotros las decisiones y los debates se producen en el seno del partido.

—Por lo tanto, el diagnostico que hizo Rosel Giménez no se ajusta en nada a esa descripción.

—El diagnóstico que hizo es fruto del descontento y del desconocimiento profundo del partido. Rosel es afiliada y es invitada a todas las actividades que organizamos. Que yo recuerde solo ha ido a una y fue recibida con mucho cariño, como no podía ser de otra forma, pero no la he visto más. Desconoce muchas cosas del partido, como, por ejemplo, que tenemos unas Nuevas Generaciones estupendas y, sobre todo, la gran unión que hay dentro del partido. Sí conoce, por el contrario, el trabajo que hacemos como oposición y la tarea de trasladar el partido a toda la ciudadanía, sin distinción de ideología o barrios. Por la sede del partido pasa todo el mundo que quiere.

Lo que dijo Rosel del PP de Linares es fruto del descontento y del desconocimiento profundo del partido

—Ella insiste en que no hay democracia interna. Utiliza los mismos argumentos de la candidatura de Miguel Moreno para describir la situación del PP de Linares.

—Es que no sé en que se basa. Eso es tan fácil como preguntar al cualquier miembro del comité ejecutivo, a cualquier concejal del grupo municipal o a cualquier afiliado que asista a los debates que se producen dentro del partido o en otros foros.

—¿Dialogará con ella para evitar dos candidaturas?

—Es que no puede ser de otra manera. Siempre apuesto por ello. Soy de las personas que piensan que se consiguen más cosas con un por favor que con una patada en la espinilla. Ya he hablado con ella en dos ocasiones y le he dicho que no debe atentar contra el partido. Se puede meter con mi gestión, que es totalmente lícito, pero no con el partido. Creo que ella lo ha entendido porque esto no es cuestión de que se quite uno para ponerse otro, sino de un debate de ideas, de modelos y proyectos políticos. Yo hablé con Antonio Martínez (anterior presidente del PP de Linares) y le dije que me iba a presentar y a él le pareció bien.

—No me puede negar que el PP de Linares ha pasado por momentos muy duros de división interna.

—No es cierto, lo que hay es gente descontenta. En un colectivo de mil o mil trescientas personas no podemos estar todos de acuerdo.

—Pero tiene a dos concejales expulsados del partido y del grupo municipal (Antonio Delgado y Francisco Javier Tortosa), con durísimos ataques hacia usted que se han aireado públicamente.

—Uno de ellos (por Antonio Delgado) era mi sucesor, pero me lo esperaba. Y me dolió mucho porque no nos lo merecemos.

—¿Y cómo llega su número dos, su persona de confianza a ese punto?

—Le puedo asegurar que me he vuelto loca algunos meses pensando por qué, aunque ya en un comité ejecutivo se vio claro qué es lo que pretendía. Es más, cuando gané el congreso local, se acercó a mí, me dio un beso y me dijo: "Tengo la mitad más uno del comité". A pocas palabras, buen entendedor.

Me dolió mucho lo que dijo Antonio Delgado porque no nos lo merecíamos

—¿Qué le dolió más los ataques hacia su persona o hacia el resto del grupo municipal?

—Eso no lo hace nunca un compañero y se equivocó desde el principio. Lo ha hecho mal y creo, porque lo conozco un poco, que está hasta arrepentido, aunque no lo reconocerá.

—La marcha de estos dos ediles, ¿ha debilitado al grupo?

—No. Estamos muy bien. Estamos hasta más reforzados, porque antes ir al grupo municipal era poco menos que un calvario. No sabíamos con lo que nos íbamos a encontrar. Ahora vamos hablamos, debatimos y decidimos lo que vamos hacer, cada uno aportando su opinión y su punto de vista. Posteriormente se vota y hay acuerdo en todo. Luego lo trasladamos a la junta o al comité que, incluso, no nos dice que no demos tantas explicaciones, pero se las damos. Hubo una época en la que no fue así y había muchas voces. Yo lo hago por evitar esas voces.

Antonio Martínez nos dejó el grupo municipal y el partido como una era, no había ni un duro, ni hasta gomas de borrar

—El grupo municipal lleva dos mandatos con importantes fracturas.

—Es que no ganar después de tanto trabajo en una ciudad tan complicada como Linares para el Partido Popular... Sea cual sea el candidato, en Linares hay que trabajar mucho.  Nosotros siempre contamos con Antonio Martínez mientras fue portavoz. Siempre contamos con él a la hora realizar los balances de gestión o de proyectos. Como sabe nos dejó sin un duro, sin gomas de borrar, sin archivos, ni mociones, ni nada en el grupo de concejales y luego en el partido. Lo pasamos muy mal. Y aún así no le guardo rencor.

—Lo dice muy dolida.

—Sí, porque nos ha costado todo mucho más trabajo. Podíamos haber ido sobre ruedas y, sin embargo, no ha sido así. Nos dejó el partido como una era.

—Está en pleno debate sobre el estado de la ciudad. ¿Y cuál es?

—A Linares hay que ponerle mucha más atención de la que se le pone actualmente. Debemos centrarnos en los campos productivos, sobre todo con la industria. Sin olvidar el comercio, la hostelería y algo que me parece fundamental como son las infraestructuras. También me centraría en el Centro Comercial Abierto para embellecerlo porque somos cabecera comarcal del comercio. Ese proyecto ya lo presentamos con todo lujo de detalles. Otro de los puntos fuertes de Linares debe ser la cultura. Linares es una ciudad poderosa culturalmente y puede convertirse en una referencia no solo comarcal o provincial, sino regional. Nosotros llevamos dos años trabajando sin descanso por potenciar la cultura porque somos conscientes de su enorme potencial. Tenemos jóvenes valores que triunfan en el mundo y está deseando volver a su tierra para mostrar sus grandes capacidades. El pasado fin de semana pudimos comprobar como la cultura dinamiza la economía. Estaban todos los bares llenos después de la ópera que se celebró en el Teatro Cervantes. En el PP somos conscientes de lo importante que es.

—¿Linares tendrá alcaldesa después de las próximas municipales?

—(Sonríe) Estoy completamente segura.