Preocupación por el incremento de conductores que consumen drogas
La Dirección General de Tráfico realiza pruebas de alcoholemia a 1.561 conductores, de los que sólo 10 han dado positivo
Los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil han realizado pruebas de alcoholemia a 1.561 conductores en las carreteras de la provincia, durante la campaña especial de intensificación de controles que ha desarrollado la Dirección General de Tráfico durante la pasada semana. Sólo diez de ellos han dado resultados positivos, lo que supone el 0,64%. Los porcentajes, sin embargo, son más preocupantes en cuanto a los resultados de las pruebas de droga. Así, de los 66 conductores a los que se les ha hecho el test salival para comprobar la presencia de estupefacientes en el organismo, 16 han dado positivo, es decir más del 24%.
Los controles se han realizado tanto en horario nocturno como en horas del mediodía para que resultaran disuasorios en la ingestión de bebidas alcohólicas en las comidas. La DGT recuerda que el consumo de alcohol y drogas produce numerosas alteraciones orgánicas y psicológicas que pueden entrañar un grave riesgo durante la conducción de vehículos.
COLABORACIÓN
Como viene siendo habitual en las campañas que lleva a cabo la DGT, la colaboración de la Policía Local ha sido muy importante, ya que los controles de alcohol y drogas se han realizado tanto en vías interurbanas como urbanas. Pese a que la campaña ha finalizado, los agentes de Tráfico continuarán efectuando controles de alcohol y drogas a los conductores a cualquier hora del día y en cualquier carretera con el objetivo de disuadirlos a conducir si han consumido estas sustancias.
La apuesta de la DGT por impedir que los conductores se pongan al volante tras haber ingerido algún tipo de sustancia psicoactiva es lo que ha llevado a este organismo a incrementar las sanciones y poner en el punto de mira a los reincidentes en la última reforma de la Ley de Seguridad Vial. El castigo por conducir con presencia de drogas en el organismo alcanza los 1.000 euros de multa y la retirada de seis puntos.
En el caso del alcohol se mantiene la multa en 500 euros, excepto si la tasa supera el doble de la permitida o si el conductor es reincidente, es decir, aquel que hubiera sido sancionado en el año inmediatamente anterior por dar positivo en alcohol. En estos dos casos la sanción también es de 1.000 euros.
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