Miel sin cuentos chinos
Los apicultores jiennenses reivindican que se aumente el control en las importaciones del producto y que el etiquetado sea claro
Los apicultores no aguantan más. Mientras su producción se amontona en las naves, los lineales de las grandes superficies se llenan de productos de dudosa calidad: Mieles que llegan de fuera "mezcladas mecánicamente con azúcares" sin control alguno. Este martes han salido a la calle para protagonizar una concentración frente a un conocido centro comercial, donde han informado a la ciudadanía sobre su "crítica situación". Aseguran que se levantan cada mañana para recolectar pérdidas.
Convocados por Coag, reivindican que se aumente el control en las importaciones de estos productos y que el etiquetado sea claro, obligando a añadir el origen del mismo, de manera que el consumidor pueda elegir qué adquirir con toda la información. Demandan un sector más rentable y sostenible y critican a la industria por las cada vez mayores importaciones de mieles, procedentes en su mayoría de China, con adulteraciones y sucedáneos que están distorsionando el mercado, ejerciendo una presión continua a la baja de los precios sobre la producción nacional.
En Jaén hay unos doscientos apicultores que producen de media alrededor de medio millón de toneladas de miel entre las casi 40.000 colmenas repartidas por toda la provincia. Debido a esta competencia desleal se ven obligados a vender su producto por debajo de los costes de producción, a 2,65 euros el kilo. Las protestas han sido en 18 ciudades españolas, cinco de ellas andaluzas. Sevilla, Córdoba, Almería Málaga y Jaén. España es el segundo productor de miel de Europa y, sin embargo, en una década se han duplicado las importaciones.
Fotos: Coag Jaén
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