LA AKADEMIA EN BUSCA DE SENTIDO
Veintitrés alumnos dan vida al primer grupo en Jaén de La Akademia, una escuela voluntaria y gratuita de filosofía y educación emocional para jóvenes, de entre 18 y 23 años, ávidos de conocimiento
Quién soy.
A dónde voy.
Si hasta Tony Soprano, uno de los mafiosos más icónicos y despiadados de la ficción, se hacía esas preguntas en monólogos interiores, cómo no se las van a hacer jóvenes ya adultos, cuando llega el momento de tomar las primeras decisiones importantes de sus vidas.
Hay gente dispuesta a dar información. Profesores voluntarios capaces de aportar luz para que ellos, los jóvenes, tomen decisiones con la mayor libertad posible, sin doctrinas. Es la idea de La Akademia, un proyecto fundado por el creador de sistemas pedagógicos Borja Vilaseca, que ha llegado a Jaén este año. "Educación emocional gratuita para jóvenes extraordinarios", resume el promotor. Alfonso Alcalde, director del grupo de Jaén, dice que La Akademia es deudora de la idea educativa de Platón, la expresión de libre enseñanza más desacomplejada. Está feliz por la marcha de la iniciativa en la capital, ya cerca de los dos meses de curso con 23 alumnos, de edades entre los 18 y los 23 años.
"¿Cuál es tu valor principal en la vida? Esa es una de las preguntas que ya se han planteado en los talleres", cuenta el director en declaraciones a este medio. Las sesiones se imparten cada domingo de 17:00 a 20:00 horas en el centro de bienestar Bambú, gestionado por Isabel Rodríguez-Piñero, quien cede las instalaciones gratuitamente y además ha impartido ya un taller.
IMPLANTADA EN SEIS PAÍSES Y EN 29 CIUDADES DE ESPAÑA
La Akademia es un proyecto libre, voluntario, tanto para los estudiantes como para los docentes. El equipo de profesores —el nombre en el proyecto es 'facilitadores'— lo forman 34, 23 de ellos son tutores acompañantes, de manera que siguen la evolución personal de cada joven. "La idea es crear confianza para que se sinceren sobre los aspectos que le preocupan", aporta Alcalde.
El curso imita el calendario universitario o del instituto. También hay valoraciones finales que nada tienen que ver con 'apto' o 'no apto' ni con calificaciones del 0 al 10. El autoconocimiento tiene otros caminos, y al final será cada uno quien decidirá cuánto le ha aportado la experiencia, según explican los facilitadores. La Akademia ha llegado a Jaén, una de las últimas 29 ciudades españolas donde ya está presente. También ha calado en Colombia, Brasil, Ecuador, México y Argentina. El movimiento ciudadano pro educación emocional ha ganado comunidad en el mundo; quizá no tanta visibilidad.
Cuenta Alcalde, doctor en Filología Clásica, que se animó a dirigir la experiencia en la capital después de que una exalumna le comentase que estaba participando en el proyecto en Granada. "Era un reto para mí", admite el que fuera director de Cáritas Interparroquial. Solidaridad y educación. Dos de los campos que más le atraen apuntaban a La Akademia.
MÓNICA DE LA CRUZ, ALUMNA: "NECESITABA ALGO ASÍ"
Son las 17:00 horas del miércoles 21 de noviembre, e Isabel Rodríguez-Piñero, la gerente de Bambú, muestra a este periódico el aula donde se imparten las clases. Es muy amplia, con colores cálidos, idónea para clases de diferentes disciplinas como el Chi kung, orientada a la relajación y el ejercicio físico.
—Mi taller con los chicos fue muy divertido. Consistía en la conciencia corporal a través del Chi kung.
Rodríguez-Piñero recibió a un grupo de alumnos de las edades citadas, pero heterogéneo: desde universitarios que estudian y trabajan hasta alumnos de Formación Profesional. Los perfiles socieconómicos apuntan a la clase media española, y algunos casos de jóvenes con recursos limitados. La mayoría vive en Jaén, pero también hay quienes proceden de otros municipios como Fuerte del Rey, Úbeda y Huelma.
Los une a todos un interés genuino por saber más de ellos mismos. El ímpetu por aprender a interpretar el entorno es otro común denominador. "La ilusión por la vida", celebran desde la dirección.
Mónica de la Cruz —ubetense, 22 años— estudia un master en Psicología Positiva. Acaba de llegar al centro de Bambú, y en una sala más pequeña, contigua a la de los talleres, explica, delante de Alfonso Alcalde, por qué quiso entrar en La Akademia:
—Yo creo que tenía que encontrarme con esto. Es una academia de inteligencia emocional aplicada para los jóvenes. Desde que supe que existía tuve interés en entrar.
La joven conoció el movimiento pedagógico gracias a Desireé Amaro, experta en coaching. De la Cruz asegura que ha sido una sorpresa descubrirse los domingos por la tarde hablando con tantas personas de su edad sobre "temas profundos".
El dinamismo y esencia práctica de los talleres ayuda a que los alumnos entiendan mejor qué ideas se trasladan, y que sean ellos quienes valoren si de verdad merece la pena asumirlas. Dice la joven que se rozan sin problemas ideas, culturas y religiones diferentes.
—Que nadie piensa que aquí viene gente con muchísimos problemas. Si alguien necesita ayuda para resolver un asunto grave, debe ir al psicólogo —resuelve.
EL CAMINO DEL HÉROE: EL PUENTE DE BROOKLYN CON FOLIOS Y CELO
Juan Manuel Galdón es facilitador en La Akademia de Bilbao desde hace cuatro años, y no ha querido perder la oportunidad de sumarse al proyecto en su tierra, dado que es linarense. Experto en inteligencia emocional, el taller que imparte se denomina El Camino del Héroe. "Ahonda en las etapas que las personas superan para pasar hacia el destino final, que es encontrar la vida plena", resume en conversación telefónica con este periódico.
Cuenta que la labor de cada alumno es identificar en qué etapa se encuentra. Después, el objetivo es pasar al siguiente nivel superándola. "Hablamos de jóvenes que quieren saber dónde dirigir su futuro en todos los aspectos, desde el personal hasta el profesional. Están en esa edad en la que preocupa hacia dónde dirigirse", indica.
Aclara que la conciencia de la importancia del momento no debe ir ligada a la presión por decidir. "El premio no es el destino, sino disfrutar del viaje y no obsesionarse con el resultado. El verdadero éxito es ponerse en marcha", razona.
En el ejercicio que hicieron en la clase del linarense, los jóvenes tuvieron que construir por equipos el puente de Brooklyn. Primero, el facilitador les contó la historia de la construcción, con los problemas que conllevó desde su inicio en 1869 hasta que quedó listo en 1883. El trabajo en el aula consistía en reproducir a pequeña escala el puente con folios y celo, pasando por diferentes pruebas. "La clave es que un reto que parece imposible les sirve para examinar qué rol tienen en el grupo, cuál es valor intrínseco que los identifica", aporta. La sesión se prolongó, tres horas más, a la del siguiente domingo por petición del alumnado.
Galdón se deshace en elogios hacia el grupo de Jaén. "Son extraordinarios, como los de Bilbao. La selección previa tiene muy en cuenta el compromiso que tienen con ellos y con la sociedad", subraya.
QUIÉNES (Y CÓMO) SON LOS ELEGIDOS
—Me esforcé mucho para escribir mi carta de motivación. Después te hacen preguntas sobre ti a las que no estás acostumbrada. Por ejemplo, cuál es tu mayor defecto o qué cualidades destacarías.
Mónica de la Cruz habla sobre cómo fue su proceso de selección antes de ser elegida para entrar en La Akademia, cuyo límite máximo es de 25 alumnos. "Esto es un tipo de Operación Triunfo, pero el éxito no se basa en trabajar y ganar dinero; el triunfo lo representa la felicidad", expresa Inmaculada Delgado, codirectora y psicóloga con década y media de experiencia. Su estado de WhatsApp son tres palabras: «Feliz por defecto».
Ella fue la encargada del proceso. Estuvo presente en la mayoría de las entrevistas. La carta motivacional es un primer filtro, y el encuentro en persona se desarrolla en un ambiente tranquilo, con café y diálogo. "Le preguntamos por los intereses que tienen y por otras cuestiones a las que no estan obligados a responder, como la relación con su familiares", añade. También se pregunta por qué cada cual quiere entrar.
No es La Akademia, como sostiene Mónica de la Cruz, un refugio para jóvenes rotos, pero sí que hay alumnos que han vivido experiencias duras, y de ahí han sentido la necesidad de buscar conocimiento. "Son todos muy interesantes, y algunos con vidas muy intensas: unos quieren aprender a afrontar el miedo; otros buscan perderlo, y la mayoría viene con la autoestima tocada", describe.
De aquí a final de curso, el grupo pasará por tres unidades que comprenden el autoconocimiento, el desarrollo personal y la vocación profesional. Señala Delgado que está previsto que los estudiantes puedan hacer prácticas en empresas, aparte de responder a un cuestionario final. ¿Tiene más sentido el proyecto en una provincia con una tasa de paro juvenil tan alta? "Aunque hubiese pleno empleo y la renta per cápita fuese altísima, la idea vendría de maravilla", opina la psicóloga. "Pero es cierto que, en el ámbito del empleo, en Jaén cuesta no ya sobresalir, sino salir adelante", admite.
La profesional quería formar parte de La Akademia, porque en cierta manera ya lo ha hecho a lo largo de su trayectoria, pues ha ofrecido atención psicológica gratis. "Desde hace años repito una y otra vez que la inteligencia emocional debe estar al alcance de todos", advierte.
Si se le pregunta a Mónica de la Cruz si aprobará a finales de curso, responde entre bromas que sacará un 10.
—Estudié Magisterio y quiero dedicarme a algo relacionado con menores y la inteligencia emocional. Pero no sé qué voy a ser sentimentalmente —apunta, y la duda que expresa no suena en absoluto a preocupación.
"Hay tiempo por delante", convienen los profesores. "Lo importante es la autoestima: que se sienta capaz de conseguir ser quien quiere ser", concluye Delgado.
Fotos y vídeo: Esperanza Calzado.
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