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"Los psicólogos desciframos cómo interpreta la realidad el deportista"

Por Fran Cano - Noviembre 11, 2024
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"Los psicólogos desciframos cómo interpreta la realidad el deportista"
José Antonio Montero, psicólogo deportivo y de rendimiento. Foto: Fran Cano.

José Antonio Montero (Badajoz, 1979) es psicólogo deportivo y de rendimiento desde el año 2005. Ahora él y su equipo, integrado por dos profesionales más, trabajan con el Jaén Rugby, el Jaén CB y el Unicaja Atletismo. Cuenta que quiere tener un vínculo con la capital jiennense que vaya más allá de la familia. De ahí que haya habilitado una oficina en el Bulevar aun cuando pasa mayor tiempo en Madrid que en el mar de olivos.

Montero era un tenista que finalmente no pudo seguir la senda competitiva. Ahora asesora a profesionales y ha participado en citas cumbres como los Juegos Olímpicos de Río, Tokio y París. ⁠Docente en el Colegio Oficial de la Psicología de Madrid y distintas federaciones deportivas, asegura que nada funciona en la pista o en el campo si el deportista no tiene un acceso completo a su propia mente.

—¿En qué consiste su trabajo?

—Básicamente, el psicólogo deportivo optimiza el rendimiento del deportista desde la parte psicológica. Hay cuatro patas en el rendimiento deportivo: la técnica, la táctica, la física y la mental, que es imprescindible en el alto rendimiento. Se ejecuta con el cuerpo, pero se razona con la mente, y ésta a menudo propicia la ventaja competitiva.

—¿Cómo son las sesiones con los deportistas?

—Nosotros aportamos herramientas para preparar la competición. Depende de cada deportista, pero la estructura común consta de una primera parte, que es el análisis. Una cosa es lo que el deportista te cuenta que le ocurre y otra lo que realmente le está pasando. A esto se dedica una serie de sesiones. También tenemos que entender cómo interpreta la realidad el deportista, tanto en su deporte como en la vida.

A partir de ahí llega la intervención en dos líneas: uno, atendiendo la demanda del deportista, y dos, entrenándolo en las variables psicológicas que la ciencia ha demostrado que tiene más impacto en el rendimiento, como la autoconfianza, la gestión de los miedos y del estrés, la motivación, el nivel de activación y la gestión emocional.

—¿Trata a más del fútbol o de otras prácticas?

—Tratar quizá no sea el término más preciso. Aunque no está mal lo que ha dicho.

—No tiene connotación peyorativa la idea de "tratar".

—No, pero sí está muy asociado al tema clínico. Ojo, a veces el deportista cuenta que ha perdido la confianza y cuando escarbamos en el análisis hay una patología detrás. Tengo un equipo de psicólogos que se ocupa precisamente de eso.

Le pongo un ejemplo. Trabajamos con una atleta olímpica durante años y seis meses antes de competir en los Juegos Olímpicos le diagnosticaron cáncer a la madre. Evidentemente, hubo que tratar esa parte clínica. Porque se planteó no ir a los juegos. ¿Rendimiento deportivo? Sí, es lo que buscan los deportistas, pero a veces hay que atender más la parte clínica. Lo personal afecta en lo deportivo y viceversa. Nuestra prioridad es el rendimiento, pero no desechamos la importancia de los hábitos personales y clínicos.

—Claro.

—El deportista no es un ente que se disocia entre persona y atleta.

—Le preguntaba antes por los deportes en los que usted trabaja.

—Hace me poco me lo preguntó un reportero de la SER y tuve que tirar de hemeroteca. Desde 2005 he trabajado en 29 deportes diferentes. Ahora, entre Álvaro de la Torre, psicólogo del deporte; Mónica Ceballos, psicóloga clínica, y yo estamos trabajando en 16 disciplinas diferentes. Aquí trabajamos el Unicaja Atletismo, el Jaén Rugby y el Jaén CB.

—Cuando los deportistas o los clubes se acercan para pedirle ayuda, ¿qué buscan?

—En algunos casos es por una bajada de rendimiento. En otros se trata de fomentar la cohesión grupal. En los deportes colectivos es común que haya subgrupos en el vestuario y cuanto más grandes es la modalidad, como en el rugby o en el fútbol, más se da.

También hay una cosa común y es que los entrenadores nos demanden asesoramiento. El año pasado trabajé con un entrenador de fútbol Primera División que tenía psicólogo en el equipo para gestionar la comparecencia con los medios. Le daba pánico hacer las ruedas de prensa de antes y después de los partidos.

—Por la exposición.

—Claro, y porque entendía que tenía mala prensa en su localidad, que había animadversión hacia él y que los medios no eran objetivos con su trabajo. Al final le afectaba en la vida personal: no dormía bien, tenía taquicardias o sudoración, temblor de manos... Era sintomatología ansiógena vinculada al hecho de la rueda de prensa. La idea desde fuera es que el psicólogo sólo trabaja con los deportistas, pero también están los entrenadores y los árbitros.

—¿Cómo es la relación entre el psicólogo y el periodista?

—Hay dos pilares. Uno es el secreto profesional, de modo que lo que hablas con el entrenador no puede salir de ahí aunque tengas en consulta a uno de sus jugadores. El otro es la confianza mutua. Si en el momento de la relación la confianza entre ambos se rompe lo mejor es dejar el vínculo profesional, porque al final al psicólogo hay que contarle todo para encajar las piezas del puzzle. Le hablo desde cómo lleva la relación con la pareja hasta cómo gestiona que no vaya a la selección pasando por el vínculo con los amigos.

 José Antonio Montero, psicólogo deportivo y de rendimiento. Foto: Fran Cano.
José Antonio Montero, psicólogo deportivo y de rendimiento. Foto: Fran Cano.

"LOS FUTBOLISTAS NO HAN PODIDO RENDIR A SU MAYOR NIVEL"

—A cuenta del impacto de la DANA y de la polémica que se suscitó en España por la no suspensión de la jornada liguera. ¿Se puede competir tras una tragedia como la de Valencia?

—Bueno, aquí también hay que medir la individualidad de cada jugador. Evidentemente, ante una situación de catástrofe hay una carga emocional y las emociones influyen en la toma de decisiones. Si jugamos al fútbol, el jugador no para de tomarlas. A su vez la toma de decisiones depende de los pensamientos y los pensamientos están condicionados por el estado emocional. Por lo tanto, en este caso hay intereses creados y no sé hasta qué punto ha sido una decisión de los deportistas o tenían que hacerlo.

—En general, parecía que nadie quería jugar, pero nadie se plantó.

—Es evidente es que el rendimiento deportivo se reduce por la carga mental y emocional exacerbada. Todo lo que no sea una emocionalidad regulada es contraproducente para la toma de decisiones. Desde el punto de vista del rendimiento, no se tenía que haber jugado. Estoy convencido de que la mayoría de los futbolistas no ha podido rendir a su mayor nivel. Es una cuestión científica.

—¿Y por qué decidió establecerse en el Bulevar?

—Tengo una vinculación con Jaén y quería tener algo aquí. Mi lugar de trabajo es Madrid, donde tengo al 95% de los deportistas, y dado que mi hijo es jiennense y se queda aquí con su madre jiennense, yo también quería tener un vínculo con la ciudad. Ya lo tengo a través del Jaén CB. Es una forma de aportar de mi conocimiento al mundo del deporte.

Además, Álvaro y Mónica están aquí físicamente y están evolucionado mucho. Para atender a los deportistas de Jaén opté por la oficina del Bulevar por si alguno prefería el trato presencial. Así también es más fácil separar lo personal de lo profesional. La verdad es que me encanta mi trabajo.

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