El pulso sin fin en Las Fuentezuelas
'Fuente del Árbol' vuelve a concentrarse ante el centro de Las Fuentezuelas y afirma que la llegada de Fejidif es "alegal"
No hay marcha atrás ni ánimo de replegarse en la Asociación de Vecinos Fuente del Árbol. Coordinados por Enrique Ramírez, presidente del colectivo, decenas de mujeres y hombres se concentran a las puertas del Centro Municipal Las Fuentezuelas los martes desde septiembre. El pulso que la asociación mantiene con Asuntos Sociales es contínuo desde que Reyes Chamorro dio luz verde a Fejidif para instalarse en el centro. Así empezó un conflicto al que no se le ve horizonte resolutivo.
A juicio de Ramírez y los suyos, el federación provincial está en el centro de "forma alegal". "Es así porque el convenio de cesión fue rechazado por el Consejo Rector del Patronato de Asuntos Sociales", asegura el colectivo en una nota de prensa.
DISCURSO MÁS ENDURECIDO
Prueba de que 'Fuente del Árbol' no piensa retroceder en su ambición de recuperar el máximo espacio posible en el centro es cómo está comunicando el conflicto con el área de Asuntos Sociales. Ya van dos notas consecutivas en las que el colectivo emplea la palabra 'ocupación' para referirse a la llegada de Fejidif en el centro.
Además, en el último comunicado emplean la adjetivación "alegal" para describir, siempre según su criterio, en qué calidad está la federación en el espacio público.
Lo cierto es que Reyes Chamorro no ha valorado en ningún momento que Fejidif pueda cambiar de lugar, realidad que dificulta aún más las aspiraciones del grupo vecinal.
El argumento que sositene la asociación es que las instalaciones deben preservar su carácter "de barrio", y que esos intereses ciudadanos no pueden verse limitados por la presencia una federación provincial, aun cuando su naturaleza es elogiada por 'Fuente del Árbol'.
Los últimos mensajes del colectivo vecinal en las concentraciones también ganan en crítica: "Alcalde, no nos discrimnes" y "Tenemos derecho como vecinos al centro social" son algunas de las leyendas. El conflicto ha llegado al uso del lenguaje. Aún se desconoce si Chamorro volverá a sentarse con la asociación. La última vez no pudo acercar posturas.
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