'El quinto mandamiento': dignificar a las víctimas
La serie de la BCC gira en torno a la dignidad de sus protagonistas y no a la vileza de su antagonista
Vivimos en una época donde la fascinación por el 'true crime' desborda cualquier tiempo pretérito. La profusión de documentales, seriales, películas, libros y demás inunda el contenido de plataformas y librerías, y salvo honrosas excepciones —como Mindhunter—, lo que se busca es alimentar el morbo y apelar a los más elementales instintos sin complejidad alguna.
El 'asesino en serie' (cualquiera de ellos) se ha convertido en un referente de la cultura popular, hasta el punto de que su retrato artístico parece no ya solo complaciente, sino incluso admirativo. Precisamente con este caldo de cultivo, es de agradecer como una obra —más de artesanía que artística— es capaz de cambiar el foco y tratar el tema con la adultez necesaria. Y eso hace El quinto mandamiento.
La nueva producción de la BBC narra la historia real de dos muertes calificadas en principio como accidentales, pero que, a través de una minuciosa investigación policial, se demuestra que tienen paralelismos evidentes. Entre ellos, una persona, Ben Field. El personaje interpretado por Eanna Hardwicke —gélido, psicopático y perturbador—, cuya serie de acciones establecían un patrón con un objetivo claro, aprovecharse de personas cuya edad y soledad las hacía muy vulnerables. Peter Farquhar fue el primero de ellos, cándido y erudito profesor con una vida de represión y, por tanto, anhelos latentes.
El personaje lo interpreta el portentoso Timothy Spall, dando un recital de cómo reflejar sentimientos desde la sutileza y sin histrionismos. Con un reparto magnífico, El quinto mandamiento capta la fragilidad de la tercera edad; sus miedos y esperanzas; la inocencia derivada de la necesidad de reconocimiento cuando su existencia es invisible para los demás.
Tanto Saul Dibb como Sarah Phelps —director y guionista respectivamente— dan prioridad al relato de las víctimas. Al contrario de productos que se enmarcan en su tipología, la serie gira en torno a la dignidad de sus protagonistas y no a la vileza de su antagonista. Incluso el tratamiento formal se aleja del género y elige la sobriedad para vehicular lo narrado. Sin florituras estilísticas, el realismo se impone como el tono propicio para crear la distancia pertinente entre el continente y el contenido y a su vez, priorizar el guion a impactar visualmente al espectador. El serial trata el tema con tacto y respeto, huyendo de lo macabro y abrazando una ternura humanista sin subrayado.
En definitiva, estamos ante una miniserie inteligente y con personalidad, sobre todo en los primeros capítulos. Como en tantos otros seriales, la trama se alarga y se diluye en varios convencionalismos, dando la impresión de que si se hubiera sintetizado, habría quedado una obra más compacta.
FICHA TÉCNICA
Título original: The Sixt Commandment
Año: 2023
Duración: 60 minutos
Creadores: Saul Dibb y Sarah Phelps
Nota en IMDB: 7,8
Nota en FilmAffinity: 7
Nota del crítico: 3,5/5
La serie está disponible en Filmin
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