'Rainbow': ciudad simulacro

La película de Paco León es sólo un pastiche, que renuncia a articular un discurso propio y coherente para preocuparse solo de ser lo más efectista posible en cada escena

Son varios los directores españoles contemporáneos que han sido capaces de aunar la tradición española castiza y sublimarla con la también idiosincrasia oriunda esperpéntica y quijotesca. Si pensamos en De la Iglesia —al menos el de sus inicios— o Almodóvar podemos reconocer las claves de un cine que abrazando conceptos estéticos y formales tan dispares —pueden ir desde Valle-Inclán hasta Mariano Ozores— como a la vez, tan reconocibles para el espectador patrio, ha sido capaz de convertirse en universal, no olvidando elementos clásicos como el guión, la puesta en escena o el montaje, donde además los dos autores citados imprimen su sello intransferible. Pues bien, Rainbow es todo lo contrario.

La nueva película de Paco León es —aparentemente— una desprejuiciada oda 'Kitsch' a la cultura efímera de Instagram desde una óptica pretendidamente esperpéntica y castiza. Pero también parece querer ser una crítica al mismo tipo de vacuidad y deshumanización que promueven las redes sociales. La contradicción reside en que en el fondo, el nuevo estreno de Netflix es solo un pastiche, que renuncia a articular un discurso propio y coherente para preocuparse solo de ser lo más efectista posible en cada escena, de abigarrar el asunto hasta la saciedad y en último término de simular; de parecer surrealista, berlanguiana, almodovariana, contestataria... Pero en pequeñas dosis sobreestimuladas no vaya a ser que el ciudadano de Instagram se aburra y coja el móvil —cosa que seguramente hará de igual forma.

Rainbow trata del viaje de una adolescente atormentada —Dora— en busca de su madre. En el camino irá conociendo a una serie de parias —entre ellos el nuevo 'Hombre de hojalata', interpretado con gracia por el rapero Ayax— y marginados que se convertirán en sus compañeros de viaje. Cada parada en el camino es una nueva aventura formativa que va forjando la identidad de nuestra protagonista —la joven Dora Postigo que cumple en un rol difícil— y significando su propósito.

Paralelamente, una Carmen Maura, que interpreta al arquetipo de bruja añejo de Disney —lo mejor de la película—, emplea todos sus recursos para obstaculizar el progreso de nuestra heroína, al ser consciente de los peligros que conlleva para ella su desesperada jornada de autoconocimiento. La 'bruja' hará uso del personaje interpretado por Carmen Machi para intentar frenar a Dora, que se debate entre la obediencia a su ama o la lealtad a su familia.

El viaje es lo importante, el destino es engañoso, nos conocemos en el camino... y toda una serie de tópicos en esta reformulación de El Mago de Oz en clave hortera y bizarra, donde los personajes revelan su condición trágica y el sentido de la vida a través de verdades marmóreas y diálogos sacados de cualquier manual de autoayuda.

Aquí no importan nada estos viajeros de la otredad, lo que sustenta la película es una sucesión de personajes conocidos en y por Instagram que desfilan por la pantalla aportando cada uno su 'arte'. Lo esencial es que cada escena se acompañe por la canción del momento —como la de C. Tangana— y que cualquier personaje del momento esté en escena. Se deslizan —porque no da tiempo a desarrollar nada— posturas feministas, antiracistas y en general inclusivas que de nuevo son mero simulacro. ¿Puede una película ser feminista y calcar la manida bruja de Disney?

Paco León, después de haber hecho dos obras notables —Carmina o revienta y Arde Madrid—, donde sí había visos de un director que había comprendido la tradición española y la necesaria mirada crítica a la misma, cae en la autocomplacencia, algo por otra parte normal al ser una celebridad y creador tan reconocido en España. Al final, como en El mago de Oz, la 'ciudad Esmeralda' resulta ser la desmitificación del idealismo juvenil estrellado contra la creación de un ilusionista. La diferencia reside en que en Rainbow al final del camino encontramos al director sevillano, el artífice de una obra que juega a ser de todo y sin ser nada. Puro simulacro.

FICHA TÉCNICA

Título original: Rainbow

Año: 2022

Duración: 112 minutos

Director: Paco León

Nota en IMDB: 4,4

Nota en FilmAffinity: 4,3

La película está disponible en Netflix